El envejecimiento demográfico se refiere al aumento de la proporción de personas de edad avanzada en una población. Este fenómeno es el resultado de una disminución en la tasa de natalidad y un aumento en la esperanza de vida. A medida que las tasas de natalidad disminuyen y las tasas de mortalidad bajan debido a mejoras en la atención médica y el bienestar, un número cada vez mayor de personas alcanza edades más avanzadas.
Para conocer en mayor profundidad la situación de las personas mayores con discapacidad en relación al mundo laboral, la Fundación Randstad junto a Randstad Research ha realizado un análisis sobre el mercado de las personas con discapacidad, a partir de los datos de la Encuesta de las Personas con Discapacidad del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) del año 2021, con el que se reveló que la única tasa de empleo que creció fue la del grupo de 45 a 64 años.
El informe muestra que, según las cifras del INE, España cuenta con una población en edad laboral (16 a 64 años) en torno a 1,9 millones de personas, de los que sólo 668 mil personas están activas. Por edades, el grupo de población activa más numeroso se encuentra en la franja de edad de los 45 y 64 años, con 441 mil personas y con una tasa de crecimiento del 4%. El grupo de jóvenes con discapacidad también registra un crecimiento positivo del 1,9% y alcanzan casi las 22 mil personas activas entre los 16 y los 24 años.
Una característica de la población con discapacidad es su escasa participación en el mercado laboral, con una tasa de actividad del 34,6%, una tasa muy baja en comparación con la tasa de actividad del 77,7% de las personas sin discapacidad.
Los datos que aporta el estudio son contundentes: casi 7 de cada 10 ocupados con discapacidad tiene más de 45 años. Así, los expertos de Randstad sostienen que el mayor número de ocupados con discapacidad se concentra entre los mayores de 45 años con 359 mil personas y un peso del 69%. Este grupo de edad es el único que ha registrado un crecimiento positivo en el último año con 14.500 personas más ocupadas y una tasa de crecimiento del 4%. El resto de los grupos de edad pierden empleo respecto al año anterior, en especial, los ocupados entre los 24 y los 44 años, que pierden un 5% y se sitúan en los 150.000 ocupados. El empleo de los más jóvenes representa sólo un 1,7% del total.
La tasa de empleo de las personas con discapacidad se encuentra en el 26,9% (66% para las personas sin discapacidad). Por edades, la franja con la tasa más alta está entre los 25 y los 44 años con un 35,4%, seguida de los mayores de 45, con un 25,8% y los menores de 24 con un 8%. Respecto del año anterior, la única tasa de empleo que crece es la del grupo de 45 a 64 años. La participación de los más jóvenes con discapacidad en el empleo ha perdido casi dos puntos desde 2019.
La publicación también muestra que el número de parados con discapacidad, según las cifras del INE, creció ligeramente (1,7%) respecto del año anterior y se situó en las 150 mil personas y una tasa de paro del 22,5%. El grupo de edad más numeroso entre los parados es el comprendido entre los 45 y los 64 años que representan al 55% de todos los parados con discapacidad (82.000). Este porcentaje se encuentra muy alejado del grupo más joven, entre los 16 y los 24 años (13.000), que suponen tan sólo el 8,6% de todos los parados.
Si consideramos sus tasas de variación respecto del año anterior, el crecimiento en el número de parados con discapacidad de los más jóvenes (9%) duplica el crecimiento registrado por el grupo de edad entre los 45 y los 64 años (4,3%). El único grupo de edad que disminuye el número de parados son los comprendidos entre los 25 y 44 años (-3,2%)
Las tasas de paro por grupo de edad registran diferencias sustanciales. Entre los más jóvenes se sitúa en el 59%, 32 puntos superior al grupo de 25 a 44 años y 40 puntos más alta a los parados de 45 a 64 años.
Finalmente, por grupos de edad, la mayor tasa de actividad se encuentra entre los 25 y los 44 años con un 48,4%. Esta tasa es 28,7 puntos superior a la tasa de los jóvenes (19,7%) y 16,8 puntos superior a la tasa de los mayores de 45 años (31,6%). Hay una clara tendencia descendente en la participación de los jóvenes con discapacidad en el mercado laboral y desde 2019 su tasa de actividad pierde casi 4 puntos.
En palabras de María Viver, directora de Fundación Randstad: “La tasa de actividad de las personas con discapacidad aumenta con la edad. Desde Fundación queremos ayudar a todos a seguir mejorando estos datos, pondremos especial atención en los más jóvenes, que son quienes tienen una mayor dificultad en su incorporación al mercado de trabajo seguiremos invirtiendo en tecnología y formación para mejorar su empleabilidad”.