El Día Internacional contra el Acoso Escolar, también conocido como Día Mundial de Lucha contra el Bullying, se celebra cada año el 2 de mayo. Este día tiene como objetivo crear conciencia sobre el acoso escolar y promover la prevención y la intervención en situaciones de acoso. El acoso escolar es un problema grave que afecta a niños y adolescentes en todo el mundo. Se define como un comportamiento agresivo y repetido por parte de uno o varios estudiantes hacia otro estudiante, y puede tomar muchas formas diferentes, como la intimidación verbal, física o social. El acoso escolar puede tener graves consecuencias para la salud mental y física de los estudiantes afectados, incluyendo la depresión, la ansiedad, el aislamiento social y, en casos extremos, el suicidio.
Con motivo de la efeméride, Aldeas Infantiles SOS llama a romper el silencio que rodea a esta forma de maltrato y ofrece recomendaciones para abordar un problema que no es solo de los centros escolares sino de toda la sociedad. A través de su plataforma de contenidos #TenemosMuchoQueDecir, la organización da voz a adolescentes y jóvenes que han sufrido acoso escolar y ahora pueden servir de referentes a aquellos que lo están viviendo. Para la organización de atención directa a la infancia, es necesario ser conscientes de que el acoso escolar es un problema social, no solo escolar, y para solucionarlo propone seis recomendaciones que involucran a toda la sociedad:
1.- La formación del profesorado para prevenir el acoso escolar y actuar cuando se produce debe formar parte de los planes de estudios de todas las carreras relacionadas con la docencia y ser continua mientras ejerzan su profesión.
2.- La educación en valores ha de estar incluida en los currículos oficiales de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, para aportar a los niños, niñas y adolescentes recursos emocionales y relacionales para que descarten la violencia en sus acciones, aprendan a defenderse y a ayudar a otros.
3.- La aplicación de los protocolos de actuación frente a presuntos casos de acoso escolar ha de estar a cargo de especialistas.
4.- El acceso de las familias a información es esencial para que aprendan a detectar los indicios de que sus hijos o hijas puedan estar sufriendo acoso: alteraciones en su estado de ánimo o comportamiento, como tristeza o irritabilidad, o en su lenguaje corporal, evitar ir al colegio e incluso salir de casa.
5.- Las campañas de sensibilización que lleguen a toda la sociedad son imprescindibles para generar conciencia.
6.- Sin estadísticas oficiales fiables que reflejen la realidad en torno al acoso escolar y permitan realizar un seguimiento, no es posible erradicarlo con garantías de éxito: número de niños, niñas y adolescentes que lo sufren, cuántos de ellos tuvieron que cambiar de colegio, cuántos sufrieron problema psicológicos o psiquiátricos, cuántos los arrastran hasta la edad adulta y cuántos cometen suicidio.
Carmen Cabestany, profesora y cofundadora de la Asociación No al Acoso Escolar, explica que “La ley del silencio en torno al acoso escolar nos afecta a todos, no solo a los niños y niñas. Hay silencio entre los profesores, en los centros educativos, en la inspección y, en realidad, de una manera u otra, en toda la sociedad”. Para romper ese silencio hay que empezar por hablar de ello. Y esto es lo que hacen jóvenes como Ángela Mármol, influencer y referente para millones de adolescentes en nuestro país, o David Aguilar, alias Hand Solo, que nació con una enfermedad congénita que impidió a su brazo derecho desarrollarse y con solo nueve años comenzó a construirse prótesis con Lego que actualmente hace para otros niños, además de haber colaborado con la NASA y contar con un Record Guiness. Ángela y David sufrieron acoso escolar en su infancia y hoy cuentan cómo lo vivieron y lo superaron para ayudar a tantos otros que han pasado o están pasando por lo mismo.
Para combatir el acoso escolar, es importante que los estudiantes, los padres, los maestros y la comunidad en general se unan para crear un ambiente escolar seguro y acogedor. Esto implica promover valores como el respeto, la empatía y la tolerancia, y trabajar juntos para identificar y abordar situaciones de acoso escolar cuando ocurren.
“Cuando te está pasando no eres consciente de por qué te está pasando. En mi caso, como eran mis amigas quienes me lo hacían, yo creía que era culpable. Me sentía con la obligación de ser aprobada por ellas y me daba vergüenza“, explica Ángela Mármol, que dedica también palabras de ánimo a quienes puedan estar sufriendo hoy acoso escolar y hace una llamada a los compañeros y compañeras que lo presencian: “A veces, un simple abrazo o una mirada cómplice te da fuerzas para vencer al monstruo“.
Por su parte, David Aguilar afirma que sus padres fueron un gran apoyo, pero cuando comenzó a ir a la escuela las cosas se complicaron.“Cada vez que llegaban los comentarios de los niños, me cubría el brazo y mi autoestima estaba en el centro de la tierra, no hay comparación más negativa que esta“. Cuando volvía del colegio, se encerraba en su habitación con las piezas de Lego, que para él supusieron una gran ayuda psicológica. “El acoso escolar siempre deja huella. A mí me endureció el corazón como una pieza de Lego, pero esas piezas también fueron mi salvación. Y aunque sigan existiendo villanos que no aceptan las diferencias, los superhéroes siempre ganaremos en número“.
#TenemosMuchoQueDecir ha sido creado por Aldeas Infantiles SOS para dar voz a la infancia y la adolescencia sobre las problemáticas que afectan a la sociedad y que les impactan de forma más directa, como el acoso escolar.