La brecha de género digital se refiere a la diferencia en el acceso, uso y habilidades digitales entre hombres y mujeres. A pesar de que cada vez hay más mujeres que usan la tecnología y tienen presencia en línea, todavía existe una brecha importante en términos de acceso y uso de la tecnología en comparación con los hombres. Un nuevo informe publicado en el Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación, UNICEF examina la brecha digital de género entre los jóvenes de 15 a 24 años mediante el análisis de los datos disponibles sobre el uso de internet, teléfonos móviles propiedad y habilidades digitales en la mayoría de las economías de ingresos bajos, medianos bajos y algunas de ingresos medianos.
Según la publicación, cerca del 90% de las mujeres adolescentes y jóvenes que viven en países de renta baja no tiene acceso a internet, en tanto que sus coetáneos masculinos tienen el doble de probabilidades de gozar de ese acceso. El estudio explica que, de acuerdo con esa información, las niñas van por detrás en un mundo cada vez más digital, aunque aclara que no existen cifras desagregadas rigurosamente por género.
La brecha de género digital puede manifestarse de diferentes maneras, como en el acceso desigual a dispositivos tecnológicos, la falta de acceso a la educación en tecnología, la falta de representación de las mujeres en la industria de la tecnología, la brecha salarial en empleos relacionados con la tecnología, y la presencia limitada de las mujeres en roles de liderazgo en tecnología. Esta brecha puede limitar las oportunidades económicas y educativas de las mujeres y perpetuar la desigualdad de género en otros aspectos de la vida.
Concretamente, el informe elaborado por UNICEF advierte que las niñas tienen menos probabilidades de desarrollar las habilidades necesarias para el aprendizaje y el empleo del siglo XXI por falta de oportunidades. En este sentido, los expertos a cargo de la investigación afirman que, en 32 países y territorios, las niñas tienen un 35% menos de probabilidades que sus pares varones de aprender habilidades digitales, incluidas algunas funciones tan simples como copiar o pegar archivos o carpetas, enviar correos electrónicos o transferir archivos.
La publicación indaga en los orígenes de la desigualdad que provocan la brecha digital y afirman que la discriminación comienza a muy temprana edad, en el seno de la familia. El documento pone de manifiesto que las barreras son mucho más profundas que la falta de acceso a internet, revelando que los hallazgos indican que los entornos educativos y familiares juegan un papel fundamental en la brecha digital de género.
Como ejemplo refiere que las familias favorecen a los hombres a la hora de otorgarles un teléfono celular, dejando así a las jóvenes fuera de la conectividad y el acceso a la tecnología digital que permite ese aparato. Asimismo, especifica que, de los 41 países y territorios estudiados, 40 registran disparidad de género en la propiedad y uso de teléfonos celulares en el grupo de edad de 15 a 24 años.
Por otra parte, UNICEF afirma que promover el acceso de las chicas a internet es importante, pero no suficiente para su capacitación digital ya que la proporción de las que tienen acceso a internet en el hogar es mayor que la de las que cuentan con habilidades digitales. Agrega que la desigualdad de género en línea está impulsada por la desigualdad de género fuera del mundo digital.
De los 41 países incluidos en el estudio, sólo en nueve existe paridad de género en cuanto a las habilidades digitales del colectivo poblacional entre 15 y 24 años. Cuba ocupa el segundo lugar de esa lista. El análisis encontró que en los países con niveles más altos de discriminación de género el índice de paridad para las habilidades digitales tiende a favorecer a los varones, lo que permite ver que la inclusión digital de las mujeres debe comenzar por las leyes, actitudes y prácticas fuera de línea.
Asimismo, reconoce que las barreras para acceder a oportunidades de educación superior y el mercado laboral, las normas y estereotipos de género discriminatorios generalizados y las preocupaciones sobre la seguridad en línea pueden restringir aún más la inclusión digital y el desarrollo de habilidades de las niñas.
Finalmente, el estudio también argumenta que incluso cuando las niñas tienen acceso equitativo para adquirir habilidades básicas de lectura y matemáticas, y se desempeñan a la par o mejor que sus pares masculinos, no siempre se traduce en habilidades digitales. Los expertos de UNICEF concluyen que, para cerrar la brecha de género y garantizar que las niñas tengan la oportunidad de tener éxito en un mundo digital, es preciso seguir estas recomendaciones: