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Con una inversión de hasta 1000 millones de euros, la nueva planta se asegurará la mayoría del suministro de materia prima, procedente de residuos orgánicos, a través de un acuerdo global y de largo plazo con Grupo Apical, matriz de Bio-Oils en Huelva. Además, el proyecto generará cerca de 2000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, durante su construcción y operación.
Cepsa construirá la mayor planta de biocombustibles de segunda generación del sur de Europa

Cepsa continúa avanzando en sus compromisos con el medioambiente. Esta vez, la compañía junto a Bio-Oils, entidad de biocombustibles de Apical, han creado una joint venture para impulsar la producción de biocombustibles de segunda generación (2G) a través de la construcción de la mayor planta en el sur de Europa, anunciada por Cepsa el pasado mes de marzo. El complejo, que se ubicará en Palos de la Frontera (Huelva), en el Parque Energético La Rábida, supondrá una inversión de hasta 1000 millones de euros, una de las mayores inversiones privadas de la historia de Andalucía.

La Compañía Española de Petróleos aportará su capacidad técnica y know how en el desarrollo de grandes proyectos industriales y producción de combustibles, así como el conocimiento del mercado europeo y de los objetivos de descarbonización de sus clientes del sector del transporte. Por su parte, Apical y Bio-Oils asegurarán el abastecimiento de la materia prima y aportarán su experiencia en la producción de biocombustibles.

Esta alianza está en línea con el Pacto Verde Europeo y el conjunto de medidas Fit for 55 de la Comisión Europea, que incluye una iniciativa legislativa denominada ‘RefuelEU Aviation’, que pretende impulsar la oferta y demanda de biocombustibles de aviación en la Unión Europea, alcanzando un uso del 2% en 2025, del 5% en 2030 y del 63% en 2050. El acuerdo servirá para situar a España como un referente en el suministro de SAF a las compañías aéreas.

La nueva planta se asegurará la mayoría del suministro de materia prima, procedente de residuos orgánicos como desechos agrícolas o aceites usados de cocina, a través de un acuerdo global y de largo plazo con Apical, matriz de Bio-Oils, permitiendo abordar uno de los principales desafíos que afronta la industria: el acceso a la materia prima. Los biocombustibles 2G fomentan la economía circular, al utilizar para su producción residuos que de otro modo terminarían en vertederos.

Además del impacto positivo en el planeta en términos medioambientales, cabe destacar que la nueva planta, que creará cerca de 2000 empleos (entre directos e indirectos) durante su fase de construcción y operación, contará con dos unidades de pretratamiento y tendrá una capacidad de producción flexible de 500.000 toneladas de SAF (combustible sostenible para la aviación) y diésel renovable, destinada al transporte terrestre, marítimo y aéreo. Su puesta en marcha está prevista para el primer semestre de 2026.

La instalación se construirá con la última tecnología creada específicamente para la producción de biocombustibles de este tipo. Diseñada como una planta nativa digital, incorporará tecnología punta y los últimos avances para la industria en inteligencia artificial, internet de las cosas (IoT) y análisis de datos para maximizar la eficiencia de los procesos y garantizar los mayores estándares de seguridad y protección ambiental.

Los combustibles sostenibles desarrollados en esta nueva planta evitarán la emisión de 1,5 millones de toneladas de CO2 anuales, lo que equivale al 30% de las emisiones de la provincia de Huelva. La utilización de biocombustibles puede llegar a reducir hasta en un 90% las emisiones de CO2 respecto a los combustibles tradicionales, por lo que son un elemento clave para habilitar una transición energética justa e impulsar la descarbonización del transporte, especialmente en sectores en los que la electrificación es compleja, como el transporte pesado por carretera, el marítimo y el aéreo. El negocio de Química de Cepsa también se beneficiará de este proyecto gracias al acceso a materias primas procedentes de residuos orgánicos para la fabricación de productos sostenibles.

La construcción de esta nueva planta responde al objetivo de Cepsa de liderar la fabricación de biocombustibles 2G en España y Portugal. En 2030, la compañía contará con una capacidad de producción anual de 2,5 millones de toneladas de biocombustibles, de las que 800.000 toneladas serán de SAF, una cantidad de combustible sostenible de aviación suficiente como para sobrevolar 2000 veces el planeta.

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