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La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que la urbanización, junto con el cambio climático y el progreso tecnológico, está contribuyendo a un cambio radical en la forma en que producimos y consumimos nuestros alimentos, lo que significa que las ciudades y los gobiernos locales necesitan un mayor apoyo para ayudar a crear una transformación sostenible de los sistemas agroalimentarios.
Aprovechar los sistemas agroalimentarios urbanos, clave para la transformación sostenible

El modo en el que producimos alimentos y los consumimos es fundamental para el desarrollo de un país. Lla Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) organizó en Berlín un debate de expertos en la edición de 2023 del Foro Mundial sobre la Alimentación y la Agricultura, un acto anual organizado por el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura de Alemania. El encuentro se centró en la transformación de nuestros sistemas agroalimentarios como una forma de responder a las múltiples crisis a que se enfrenta la seguridad alimentaria mundial. Entre estas se incluyen el cambio climático, la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y la guerra de Ucrania.

Una de las conclusiones que se desprendió del encuentro fue que, dado que, actualmente, el 70 % de los alimentos mundiales se consumen en las zonas urbanas y se espera que la población urbana mundial casi se duplique para 2050, es vital encontrar formas innovadoras de reforzar el papel y la función de los sistemas alimentarios urbanos, locales y territoriales examinando las tendencias recientes y las nuevas fuentes de datos. Al respecto, un grupo de expertos analizó cómo las partes interesadas locales y de las ciudades pueden desempeñar un papel aún mayor en la consecución de la transformación sostenible de los sistemas alimentarios.

Pese a la creciente urbanización (con una tasa anual del 3 %, la población urbana de los países de ingresos medios y bajos registra un crecimiento tres veces más rápido que el de la población rural, mientras que se prevé que en los países de ingresos medianos el porcentaje de la población urbana aumente del 42 % en 2000 al 59 % en 2030), las ciudades y los gobiernos locales no reciben el reconocimiento y apoyo adecuados a nivel nacional y mundial.

Durante un debate de expertos, la Sra. Souad Abderrahim abogó por una mayor cooperación y mencionó como ejemplo un proyecto conjunto con la FAO sobre la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos a través de la educación temprana. Otro ejemplo práctico lo proporcionó el Sr. Armen Harutyunyan, representante de la Comisión Económica Euroasiática, que cuenta con una plataforma que tiene como objetivo informar a los países y los actores del sector privado sobre iniciativas y soluciones innovadoras para mejorar la seguridad alimentaria en las comunidades urbanas.

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