Publicado el
En todo el mundo, las festividades significan el regreso a la mesa de algunas especialidades típicas. No importa el tipo de festividad, ni en qué lugar del mundo se celebre, por lo general hay un tipo de comida especial que la acompaña y, por tanto, también hay desperdicio de alimentos. De cara a esta época del año, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha publicado una serie de recomendaciones para evitar el consumo desmedido.

Sin dudas, las festividades son un buen momento para celebrar la comida y apreciarla. Sin embargo, en algunas zonas del mundo, estas fiestas se han convertido en sinónimo de comer en exceso y en desperdicio de comida. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) calcula que entre el 8 % y el 10 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero están asociadas a alimentos que nunca se consumieron. En 2019, la FAO calculó que el 14 % de toda la producción alimentaria mundial se pierde, desde el momento de la cosecha hasta la venta al por menor. Asimismo, el PNUMA calculó además que en 2019 el 17 % de la producción alimentaria mundial fue desechada o desperdiciada por los hogares, los minoristas y el sector de servicios alimentarios. Esto equivale a aproximadamente 931 millones de toneladas de alimentos.

Además, es importante destacar que los alimentos no son lo único que se desperdicia cuando no se consumen: también se despilfarran todos los recursos (como las semillas, la energía, la tierra, el agua, los piensos, etc.), el dinero y la mano de obra que se emplean en producirlos, recolectarlos, elaborarlos, transportarlos y cocinarlos. Es por ello, que detener la pérdida y el desperdicio de alimentos en todas las etapas del sistema de suministro alimentario es urgente y necesario. Las cifras son ciertamente preocupantes, pero, la buena noticia es que depende de nosotros cambiarlo. Estas fiestas son una gran oportunidad para comenzar a reducir el desperdicio de alimentos. Para ello, la FAO ha publicado una serie de recomendaciones:  

1-     Sea realista: planificar con antelación con listas de la compra y no preparar comida para 50 personas si solo vienen a cenar cinco.  

2-     Almacenar los alimentos adecuadamente: Al terminar de hacer la compra, asegurarse de que todo está almacenado adecuadamente. Por ejemplo, los alimentos perecederos —como los productos lácteos, las frutas y hortalizas— deben guardarse en los compartimentos adecuados del frigorífico.  

3-     Tener en cuenta la diferencia en las fechas del etiquetado: la fecha de “consumo preferente” se refiere a la calidad del alimento; todavía puede ser seguro comerlo después de esta fecha, mientras que la “fecha de caducidad” le indica cuándo ya no es seguro consumir ese alimento. Utilice primero los alimentos cuya fecha de caducidad esté más próxima.

4-     Dejar que los invitados se sirvan solos: Un anfitrión puede no medir con precisión cuánto quiere comer una persona y generalmente se equivoca por exceso. Permitir que los invitados se sirvan solos significa que pueden elegir la cantidad que les apetece comer.

5-     Congelar la comida que ha sobrado o compartirla con los invitados: si cocina demasiada comida, anime a los invitados a llevarse un poco a casa. Lo que quede, póngalo de inmediato en el congelador para otra ocasión.

6-     Convertir la comida sobrante en el almuerzo o la cena del día siguiente: hay muchas recetas creativas en internet para usar las sobras de comida.

7-     Terminar las sobras antes de cocinar algo nuevo: el impulso de preparar algo diferente para cada comida es bastante común, pero antes de cocinar un plato nuevo, vea si ya tiene algo hecho (¡que resulte todavía seguro para comer!) y que pueda terminar.

8-     Donar lo que no se use: si compra latas, productos secos u otros alimentos de más que puedan ser donados, hay muchas entidades benéficas locales que los aceptan con gusto para distribuirlos entre las personas necesitadas. Consulte en internet los lugares cercanos que aceptan donaciones.

9-     Compostar los restos de comida: los restos de comida o los alimentos que no se pueden donar o reutilizar se pueden compostar como alternativa a tirarlos a la basura. Esto permite reciclar los nutrientes en la tierra y ayuda a reducir la carga de los vertederos.

10- Estas fiestas, recuerde que tener alimentos es un privilegio. ¡Disfrútelos, no los desperdicie!

¡Comparte este contenido en redes!

300x300 diario responsable
 
CURSO: Experto en Responsabilidad Social Corporativa y Gestión Sostenible
 
Advertisement
Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies