Mientras en muchos países las familias se preparan para la vuelta al cole, millones de niños y niñas no asisten ni asistirán a centros educativos este año. El nuevo informe anual de La Educación no Puede Esperar, conocido como ECW por sus siglas en inglés, denuncia que millones de jóvenes en edad escolar no tienen cubierto el derecho a la educación. Frente a esto, el fondo mundial de las Naciones Unidas para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas anunció que sigue ampliando su respuesta a las necesidades educativas en esos escenarios, alcanzando ya a siete millones de niños y adolescentes, a partir de su establecimiento en 2017.
El informe advierte que el aumento en la magnitud, gravedad y prolongación de los conflictos y las crisis, ataques continuos a la educación, y cifras récord de desplazamientos provocados por el cambio climático, los conflictos y otras emergencias, sumado al impacto de la pandemia de COVID-19 han agudizado la crisis global de aprendizaje. Entre otros datos, precisa que en 2020 y 2021, 147 millones de niños faltaron a más de la mitad de las clases presenciales y recuerda que la ONU teme que hasta 24 millones de estudiantes no regresen nunca a la escuela.
Cabe destacar que la labor del fondo no se ha detenido pese a los desafíos planteados por la pandemia de COVID-19, los conflictos, las crisis prolongadas y los desastres relacionados con el clima y sólo en 2021 movilizó casi 390 millones de dólares en favor de la educación, destaca el documento. Según el fondo, sus alianzas estratégicas llegaron a 3,7 millones de niños y adolescentes en 32 países afectados por crisis el año pasado. Además, las actividades del fondo relacionadas con la pandemia alcanzaron a otros 11,8 millones de niños y adolescentes en el mismo periodo, con lo que se alcanzó una cifra de 31,2 millones de beneficiarios de intervenciones específicas debidas a la emergencia del COVID-19.
No obstante estos logros, la ECW estimó en junio pasado que 222 millones de niños y adolescentes atrapados en situaciones de crisis requieren con urgencia apoyo educativo. Entre ellos 78,2 millones no van a la escuela y el resto acude a clases, pero no alcanza las competencias básicas en matemáticas y lectura. Asimismo, el fondo explicó que la serie de factores que provocaron el incremento de las necesidades de educación en 2021, dieron lugar a una solicitud de 2,9 billones de dólares a los donantes internacionales para financiar los programas. En 2020, los recursos requeridos ascendieron a 1,4 billones de dólares.
En cuanto a los logros, el estudio resalta: