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En medio de un contexto económico y político complejo a nivel mundial, el gobierno español ha desplegado una serie de medidas para contribuir a la recuperación del tejido empresarial del país. En este sentido, el pasado mes de abril se presentó la versión definitiva del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia (PRTR). En un artículo recientemente publicado, Carlos Bofill, socio del área de Subvenciones e Incentivos de Deloitte, analiza los mecanismos para que las empresas españolas aprovechen las oportunidades del PRTR y den un salto hacia la sostenibilidad.

Carlos Bofill, socio del área de Subvenciones e Incentivos de Deloitte Legal y miembro del Deloitte European Center for Recovery & Resilience, parte de un análisis del estado de situación del plan y explica que, si bien, en un primer momento, las expectativas derivadas de las grandes líneas estratégicas que dibuja el Plan se han visto como el gran balón de oxígeno que podría catapultar a España a una nueva era de inversión pública, estrategia renovable e inversión en I+D+i, actualmente quedan muchas preguntas por responder. Fundamentalmente, con respecto a dos áreas temáticas: las líneas estratégicas de inversión y los canales de consecución de fondos para el ecosistema empresarial, productivo y mercantil español.

A pesar de que existen diversos obstáculos aún por sortear para que el plan se ponga en marcha, Bofill afirma que los instrumentos para impulsar el Plan de Recuperación de los cuales se han dotado las Administraciones tienen un gran potencial. Se trata de estrategias para movilizar un volumen de fondos tan elevado en un plazo de tiempo tan corto: los PERTEs y los agentes dinamizadores. Por un lado, explica el especialista de Deloitte, los PERTEs constituyen una nueva figura, con vocación de permanencia, concebida como un mecanismo de impulso y coordinación de proyectos especialmente complejos o en los que exista un claro fallo de mercado. Bien porque afrontan retos tecnológicamente complejos, o bien porque hay una insuficiente capacidad de inversión por parte del sector privado. Estos, deben ser aprobados por el Consejo de Ministros. Así, el pasado 13 de julio de 2021, se aprobó como primer PERTE el desarrollo de un ecosistema para la fabricación del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC).

Cabe destacar que, tras la aprobación del segundo PERTE, el de Salud de Vanguardia, el 30 de noviembre de 2021, se han sentado las bases de funcionamiento para los siguientes PERTEs anunciados por el Gobierno: Aeroespacial, Cadena Agroalimentaria, el del Español, el del Hidrógeno Verde o el de la Economía de los Cuidados. Claramente, el Estado está apostando por el desarrollo de iniciativas que, no sólo impulsen la economía, sino que también lo hagan con un propósito: desarrollo, pero sostenible.

En este sentido, Carlos Bofill analiza que el PERTE VEC deberá trasformar el sector industrial de automoción, promoviendo un ecosistema donde sea posible el desarrollo y la fabricación integral de vehículos eléctricos en España. Este PERTE prevé una inversión privada de casi 20.000 millones de euros, a los que se sumarán los más de 4.000 millones de euros que contempla el PRTR. De este presupuesto, casi 3.000 millones de euros se dedicarán a financiar grandes proyectos que impacten en toda la cadena de valor de la fabricación del vehículo eléctrico y conectado.

Siguiendo esta misma línea, el experto vaticina que quizás los dos siguientes PERTEs aprobados serán el de la Cadena Agroalimentaria y el Aeroespacial. El primero persigue promover el desarrollo de toda la cadena agroalimentaria a través de la digitalización y la innovación, consiguiendo un gran impacto positivo en su competitividad, en su sostenibilidad y en su seguridad. Con este objetivo se convocarán programas de ayudas, tanto para proyectos individuales como consorciados. Como en todo el marco del PRTR, el representante de Deloitte lo afirma con claridad: “se incentivarán proyectos que sean realmente trasformadores.”

¿Qué retos tiene por delante el Plan de Recuperación?

Finalmente, Carlos Bofill afirma que, durante estos primeros meses de puesta en marcha del Plan de Recuperación, se han ido publicando oportunidades de financiación con algunos hitos importantes como han sido la aprobación del PERTE VEC, el impulso desde IDAE de convocatorias de autoconsumo, energías renovables, flota y puntos de recarga eléctricos o el programa MOVES III, las convocatorias de Industria 4.0. o el impulso de la I+D+i a través de una mayor atribución de fondos a convocatorias desde el CDTI.

Tras estas primeras experiencias, sostiene que los principales retos que afrontan actualmente los receptores de financiación, así como los agentes intermediarios, impulsores y gestores del contexto de las ayudas, son los ajustados períodos de tramitación de las convocatorias, la falta de calendario formal y el importante aumento de requerimientos reguladores. Sin dudas ,el contexto de financiación pública ha sido tradicionalmente complejo y, motivado por el gran aumento de fondos a través de Next Generation EU, es verdaderamente necesario encontrar y facilitar soluciones que simplifiquen la aplicación, gestión y ejecución de las inversiones. Al respecto, el miembro del Deloitte European Center for Recovery & Resilience concluye que: “Resulta imprescindible, en un contexto de cambio continuo y un gran volumen de información, gestionar las expectativas, trabajar las inversiones con tiempo suficiente y colaborar con las instituciones públicas para maximizar los beneficios de Next Generation EU para el conjunto de España.”

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