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En el contexto actual, la sostenibilidad tiene un rol protagónico en la agenda. Para conocer en profundidad esta situación, Forética ha presentado el ‘Informe Forética 2022. Sostenibilidad, la visión ante un futuro incierto’, que analiza las tendencias más destacadas en materia de sostenibilidad. El documento indaga acerca de los pilares del desarrollo de la sostenibilidad, gobierno y reguladores, empresas y consumidores. Para ello recurre a fuentes públicas y desarrolla un estudio de mercado ad-hoc a un panel de ciudadanos. Se trata del estudio de referencia en España en materia de sostenibilidad que, desde su primera edición en 2002, da seguimiento a las principales claves empresariales y ciudadanas en la adopción de prácticas responsables ante la sociedad y el medio ambiente.

Esta nueva entrega del habitual informe toma el pulso al estado de la situación y el potencial de la agenda en materia ESG (ambiental, social y de buen gobierno, por sus siglas en inglés) hoy en día. Una de las principales conclusiones que se desprenden del documento es que la sostenibilidad ha superado la crisis sistémica provocada por la COVID-19, de la que, además, ha salido reforzada. Sin embargo, 2022 ha traído una nueva fuente de preocupación que impactará en el devenir futuro de la agenda de desarrollo sostenible, como es la crisis geopolítica derivada del conflicto bélico en Ucrania.

La guerra en Ucrania, afirma el documento, pone punto y final a la posguerra fría y supone la punta del iceberg de un enfrentamiento entre dos modelos distintos de sociedad en la que los derecho y libertades, la democracia, la igualdad de oportunidades, la protección de la naturaleza y el entorno -todos ellos pilares fundamentales de la agenda de desarrollo sostenible- parecen estar en juego. En este sentido, el desarrollo de las políticas ESG se enfrenta a un fuego cruzado en este choque de visiones. Ante el gran número de incógnitas que suscita el contexto actual, el Informe Forética 2022 mostrará que la sostenibilidad ha superado un punto de no retorno y que se encuentra en su mejor momento para afrontar esta nueva amenaza. Para ello analizará el estado de desarrollo y las perspectivas a futuro en sus tres ejes fundamentales de impulso.

En materia de mercado y empresa, el estudio lo plante con claridad: la sostenibilidad y la competitividad se trata de un tándem virtuoso.  En este sentido, afirma que los países más competitivos del mundo tienden a ser los más sostenibles. Además, los incrementos en competitividad conducen a mejoras en el desempeño en ODS en los años subsiguientes. La buena noticia es que los desequilibrios generados por la pandemia no han roto la correlación entre sostenibilidad y competitividad, por el contrario, la relación entre ambas se ha reforzado.  Otro dato que muestra el estudio es que los activos ESG han tenido un mejor desempeño financiero durante los últimos cinco años, tanto por mejoras en la rentabilidad como por una reducción del riesgo. De este modo, las primas de sostenibilidad se mantienen en niveles elevados. A nivel global, los mercados pagan un 14% más por una compañía sostenible comparado con una compañía con desempeño mediocre en ESG. En este escenario, España se posiciona como uno de los países con mejor desempeño empresarial en ESG. La contribución de compañías líderes a la bolsa mundial es más del doble que la media global. Asimismo, a nivel de cadena de suministro las empresas españolas se encuentran también entre las líderes a nivel mundial con unas calificaciones superiores en un 12% a la media global.

Por su parte, el estudio concluye que los aspectos ESG han impregnado tanto los requisitos exigibles como los planes de estímulo económico. Concretamente, se observa que la inversión sostenible supera los 35 billones de dólares, más del 40% del PIB mundial. Los fondos sostenibles muestran una mayor resiliencia que los tradicionales con caídas sensiblemente inferiores al resto del mercado. En relación a esto, los expertos afirman que la emisión de deuda sostenible sigue creciendo de manera exponencial. Los bonos sostenibles superaron por primera vez el billón de dólares en 2022. Así, es posible afirmar que los aspectos ESG siguen avanzando en la agenda del activismo accionarial. El número de propuestas de accionistas ESG, de resoluciones finalmente votadas y el porcentaje de apoyo a las mismas siguen creciendo año tras año, además, el estudio concluye que también crece la sostenibilidad como factor a la hora de diseñar operaciones de fusiones, adquisiciones y restructuraciones.

Finalmente, entre otros datos, el Informe Forética 2022 muestra una fuerte consolidación del consumo responsable, que gana coherencia: Ocho de cada diez consumidores optarían por un producto en igualdad de condiciones comerciales. Uno de cada dos estaría dispuesto a pagar una prima del 10% por un producto con garantías en materia ESG. La discriminación negativa, sigue siendo la práctica más extendida del consumo responsable.  Los atributos de sostenibilidad por primera vez superan a los de mercado a la hora de valorar una “buena empresa”, en este sentido, dos de cada tres ciudadanos consideran que un comportamiento responsable debe ser totalmente prioritario. Los aspectos de integridad y gobernanza (G) y los sociales (S), pesan más que los ambientales (E) a ojos del ciudadano. Finalmente, los expertos de Forética concluyen que las principales barreras al consumo responsable son la falta de información, la capacidad adquisitiva, y la poca claridad en el etiquetado. Tan solo el 24% de los consumidores considera los mensajes de sostenibilidad de producto bastante o muy creíbles. El gran consumo es el sector más expuesto a discriminación de consumo. El formato de punto de venta es más determinante que la marca o la categoría de producto a la hora activar el consumo responsable.

Por último, cabe destacar que el informe muestra que las políticas ESG han sido una fuente de resiliencia y capacidad adaptativa ante la incertidumbre, habiendo salido reforzada de las dos crisis sistémicas anteriores, la gran crisis financiera de 2008 y la pandemia de la COVID 19. En esta nueva crisis, los aspectos ESG pueden suponer una fuente fundamental de estabilidad futura a través de una aceleración de la transición energética, un rediseño de las cadenas de valor y una mejora de la competitividad económica en el largo plazo. Ante el fuego cruzado, la sostenibilidad aportará seguridad, crecimiento y un refuerzo de las convicciones que han llevado a la humanidad al mayor grado de desarrollo jamás conocido. No caben dudas: es el momento de ser más sostenibles.

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