¿Cuántos electrodomésticos tenemos en nuestra casa? Y ¿Cuántos de ellos son indispensables? Los aparatos para realizar diferentes actividades en la vida cotidiana se han vuelto parte del paisaje de nuestros hogares. La mayoría de nuestras acciones diarias, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, están mediadas por tecnología. Por ende, también por un enorme gasto energético. Es por ello que la adopción de electrodomésticos más eficientes energéticamente es un paso indispensable para lograr limitar el calentamiento global del planeta. Esta es una de las principales conclusiones que se obtienen del estudio "Reducir el calor" que ha desarrollado la Universidad de Cambridge para analizar cómo el funcionamiento de los electrodomésticos en el hogar y en el lugar de trabajo puede influir en la consecución de los grandes objetivos climáticos fijados por la Unión Europea.
Los datos que se desprenden del estudio son alarmantes: el sector de los electrodomésticos, incluidos frigoríficos, lavadoras y secadoras, lavavajillas, televisiones, impresoras y otros dispositivos electrónicos, supusieron un cuarto de toda la electricidad consumida en los edificios de todo el mundo en 2019. Asimismo, en los hogares españoles, el 27% del consumo energético anual proviene de estos electrodomésticos. El sector de los electrodomésticos supone cerca del 15 % de la demanda de electricidad global total, una cifra que puede continuar aumentando debido a las previsiones de crecimiento de la población mundial, con el consiguiente aumento de las emisiones. Una situación con grandes implicaciones en un contexto de emergencia climática, en el que el planeta padece un aumento exponencial de las temperaturas. En España, por ejemplo, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el pasado 21 de mayo fue el día con una temperatura más alta en este mes jamás registrado en la historia.
La investigación, liderada por el Dr. Tim Forman, experto en sostenibilidad y profesor de la Universidad de Cambridge, y desarrollada en colaboración con Epson, defiende que para lograr limitar el calentamiento global es indispensable aplicar pequeños cambios en el día a día que permitan avanzar con garantías hacia un futuro con cero emisiones de carbono. Para ello, señala que la energía consumida por los electrodomésticos a nivel global se debería reducir un 25% para 2030, y en un 40% en 2050, tanto en su uso como en su proceso de fabricación.
Para ilustrar el alcance que podría tener la apuesta por electrodomésticos más eficientes, el estudio analiza las impresoras como ejemplo de dispositivo de uso habitual, e investiga el impacto que tendría para el planeta si los dispositivos de impresión láser se sustituyeran por alternativas de inyección de tinta, una opción con menor consumo energético. El equipo del Dr. Forman concluye que este escenario permitiría reducir globalmente las emisiones en un 52,6% respecto a los niveles actuales, y ahorrar cerca de 1,3 millones de toneladas de CO2, lo que equivaldría a retirar de circulación alrededor de 280.000 coches en un año.
En términos generales el documento plantea de manera categórica la urgencia de optimizar el consumo energético actual. Ante este contexto, el Dr. Tim Forman, explica que: “Este proyecto de investigación ha demostrado que el camino hacia las cero emisiones es posible, siempre que las personas cambien a productos de mayor eficiencia energética, tanto en sus hogares como en las oficinas, y reduzcamos el carbono asociado a la fabricación de esos artículos. Esperamos ver mayores esfuerzos para avanzar hacia tecnologías más sostenibles en todo el sector de electrodomésticos, incluyendo televisores, lavadoras, congeladores o hornos, por ejemplo, para trabajar para poder alcanzar las cero emisiones en 2050”.
Asimismo, el profesor Forman también ha añadido que “resulta crucial que continuemos mejorando la eficiencia energética de todos los electrodomésticos, y reduciendo la energía que se requiere para producirlos, para, de este modo, evitar los peores escenarios del cambio climático”. En este sentido, los análisis de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) muestran que, si el sector de electrodomésticos no cumple con su escenario de descarbonización y cero emisiones, se corre el riesgo de aumentar en un 100% la frecuencia de las olas de calor extremo, y en un 40% las sequías ecológicas.
Finalmente, el informe señala que, con la actual tasa de crecimiento de las ventas de electrodomésticos a nivel global, la reducción de emisiones de carbono dependerá en gran parte de la consecución de unos estándares de eficiencia energética de la tecnología y de una reducción del uso de energía durante el proceso de fabricación. Asimismo, también destaca que se necesita una mayor cooperación internacional para alinear a los miembros del Parlamento Europeo, e impulsar el uso de electrodomésticos más eficientes y de un etiquetado detallado de eficiencia. Estas activaciones tienen el potencial de acelerar la adopción de este tipo de tecnologías, e impulsar la reducción de costes de los electrodomésticos más eficientes.
En esta misma linea, la investigación de la Universidad de Cambridge también pone en valor la importancia que pueden tener los pequeños cambios que se apliquen a nivel individual en el día a día. En este sentido, Henning Ohlsson, director de sostenibilidad de Epson Europa, comenta: “Es obvio que afrontamos una crisis climática global sin precedentes, y en nuestras manos está cómo utilizamos la energía. Por ello, podemos hacer del mundo un lugar mejor cuando elegimos qué tipo de electrodoméstico utilizar. Sabemos que las impresoras son solo una pieza del puzzle, pero si logramos reducir el calentamiento en todos y cada uno de los electrodomésticos que tenemos en el hogar o en el trabajo, nuestro sector puede desempeñar un papel muy importante en la lucha para construir un futuro más sostenible”.