A continuación, vamos a compartir una serie de pasos que deberás tener en cuenta si tú también quieres que tu empresa logre ser neutra en emisiones de carbono:
1.¿En qué punto se encuentra mi compañía? En la primera fase, debemos medir la huella de carbono de la compañía, es decir, la magnitud de los gases de efecto invernadero (GEI) que emitimos. Este cálculo se puede hacer de manera autónoma con la calculadora del MITECO, o recurrir a empresas especializadas como ECODES.
Existen 3 “alcances”, que se dividen en función de la naturaleza de las emisiones:
2.¿Cómo puedo reducir las emisiones que he medido? Ahora que ya sabemos qué emisiones tiene nuestra compañía, se deben poner en marcha planes para reducirlas. Es importante establecer objetivos claros, realistas y que vayan acompañados de una hoja de ruta con acciones concretas, trabajar en equipo, detallar plazos e indicadores.
Un ejemplo sencillo, puede ser decidir utilizar energías renovables en el suministro eléctrico de las oficinas. También sustituir la flota de vehículos de combustión por vehículos híbridos o eléctricos.
3. Y ahora… ¡compensemos! El último paso sería compensar las emisiones generadas. La compensación consiste en la financiación de un proyecto ambiental que reduzca o evite las emisiones de GEI a la atmósfera: reforestación, tratamiento eficiente de residuos, sustitución de combustibles fósiles por energías renovables, etc. Para ello, existen también empresas de asesoría como la anteriormente citada ECODES o proyectos como Bosques Sostenibles para España y Portugal.
En general, las empresas suelen hacer estrategias de reducción y compensación en paralelo, van reduciendo emisiones y van compensando lo que aún no han sido capaces de reducir.
Es fundamental asumir este camino hacia la neutralidad de carbono involucrando a todos los grupos de interés de la compañía desde el comienzo. Solo lograremos llegar a un objetivo de neutralidad cada individuo que intervenga en el negocio, ya sea de manera directa o indirecta, está comprometido.
Para esto, hay que establecer una constante: sensibilizar, concienciar e involucrar en los planes a toda la cadena de valor de la compañía.