¿Hacia dónde va el reporte de Sostenibilidad? a este interrogante buscó dar respuesta el encuentro online impulsado por DIRSE (Asociación Española de Directores de Sostenibilidad [ASG]) y ASEPUC (Asociación Española de Profesores Universitarios de Contabilidad), y que estuvo moderado por Alberto Andreu, presidente de DIRSE el pasado viernes 25 de febrero.
Durante el evento se indagó a cerca de los nuevos Informes de Sostenibilidad (antes conocidos como de Información No Financiera) desde un punto de vista técnico, para lo que contó con dos ponencias sobre el marco y futuro que se está planteando desde el EFRAG – European Financial Reporting Advisory Group (Grupo Asesor de Información Financiera Europea), impartidas por Mercedes Luque-Vílchez, profesora doctora de la Universidad de Córdoba, secretaría EFRAG y miembro de ERGO (Grupo de investigación Contabilidad, Cambio y Sociedad); y Esther Ortiz Martínez, profesora titular de la Universidad de Murcia y miembro de los grupos técnicos europeos en materia de reporte de sostenibilidad (EFRAG, PTF-NFRS, PTF-ESRS).
Alberto Andreu moderó la mesa de debate en la que participaron Roberto Fernández, director de Responsabilidad Social Corporativa y Reputación de Iberdrola; Ana Hernández, directora de Personas, Organización y RSC en Abadía Retuerta LeDomaine; Alberto Castilla, socio de Sostenibilidad de EY y Sergio Brihuega, CEO de SYGRIS; quienes dieron su punto de vista práctico desde diferentes visiones: una empresa cotizada, una pyme, una consultora “Big4” y una plataforma tecnológica de soporte de datos, respectivamente.
Por su parte, como representante de una empresa cotizada, Roberto Fernández manifestaba que “el informe de sostenibilidad acaba siendo la culminación de todo el trabajo que hay en la organización, y un ejercicio de transparencia, para ello los documentos normativos y regulados del EFRAG van a ser un material básico”. No obstante, varias inquietudes asaltaban a Roberto, entre ellas la de que “es fácil poner controles internos sobre métricas bien definidas que se refieren a performance del pasado, lo que es muy difícil es realizar esto sobre métricas de prospectivas, aunque estén bien definidas”.
Ana Hernández, compartió su visión de pyme, como directora de Personas, Organización y RSC en Abadía Retuerta LeDomaine, un hotel-bodega-restaurante emplazado en un monasterio del s. XII. Como pequeña/mediana empresa, Abadía Retuerta LeDomaine no tiene obligación de reportar, sin embargo, ya en 2014 configura su primer comité de RSC que comienza a reportar los datos de sostenibilidad. La publicación de este Informe les ayuda a ser conscientes y compartir sus acciones, así como del impacto que de ellas se deriva, el reto más complicado en este camino ha sido el de “implementar la cultura del dato” para cuantificar los impactos y el cómo se hace.
Luego, para hablar de los aspectos más tecnológicos que tienen que ver con la forma en la que se reporta la información de sostenibilidad y los sistemas de información que la soportan, la sesión contó con la participación de Sergio Brihuega, CEO de SYGRIS (plataforma tecnológica de soporte de datos) quien afirmó que “la adopción de un sistema de gestión de información suele ser lenta” y está seguro de que “la rigurosidad de la Información No Financiera va a superar a la Financiera por lo que va a requerir de funcionalidades muy concretas”.
Bernabé Escobar, presidente de ASEPUC, que agradecía especialmente el trabajo de Mercedes Ruiz Lozano, miembro de la Red de RSE de ASEPUC, para la organización de este evento como miembro de la Junta de ASEPUC y socia fundadora de DIRSE, abría el acto recordando que “La información en sostenibilidad y su reporte es absolutamente necesaria para que las organizaciones creen valor a medio y largo plazo”, tras lo cual las dos encargadas de la ponencias técnicas ofrecieron, al más de centenar de asistentes, una visión global de los antecedentes y el futuro de los reportes de sostenibilidad.
Finalmente, Alberto Castilla, socio de Sostenibilidad de EY, puso de manifiesto la evolución de los antes conocidos como, estados de información no financiera de las empresas del Ibex35, afirmando que “hemos avanzado en 4 años lo que no hemos avanzado en 7.000. Es un esfuerzo titánico y su éxito dependerá en gran medida de hasta dónde seamos capaces de aterrizar las fórmulas en las métricas”. Para Alberto, este avance se ha visto, sobre todo, en la “cantidad de información y su cuantificación, así como en que todas las empresas del Ibex35 disponen de políticas de información no financiera firmadas por su Consejo y, cada vez más, esta información de sostenibilidad se relaciona con la estrategia de la compañía”. No obstante, los esfuerzos que se hacen en materialidad no se hacen públicos (solo el 40% los publica) y, a pesar del avance en materia de “compliance”, queda mucho camino por recorrer en la “performance”.