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“The Sustainability Yearbook 2022” no es sólo de un recuento de las prácticas de sostenibilidad de las empresas. Sino que se trata de un examen detallado de algunas de las principales tendencias empresariales y financieras del mundo ESG. En la edición de este año, un total de 26 empresas españolas han sido reconocidas como líderes en sostenibilidad. Entre las compañías incluidas se destacan Alsea, BBVA, Caixabank, Enagás, Mapfre y Naturgy. El documento ha sido publicado por S&P Global en colaboración con Robeco SAM y basado en la valoración de las mayores compañías del mundo en la Evaluación de Sostenibilidad Corporativa (CSA) anual de SAM. El índice refleja cómo las empresas se están adaptando a un escenario complejo y cambiante que abarca desde la transición energética hasta el estado de la diversidad y la igualdad de género.
Los objetivos climáticos de las empresas: más promesas que hechos

“The Sustainability Yearbook 2022” es, desde hace muchos años, una de las publicaciones anuales más completas sobre el estado de la sostenibilidad corporativa de las empresas. El documento refleja los avances del año pasado y proporciona una perspectiva sobre las próximas cuestiones de agenda vinculadas al universo ESG (Medioambiente, Social y Buen Gobierno por sus siglas en inglés). La edición de este año reúne los elementos fundamentales de la investigación y las capacidades analíticas de S&P Global en materia de ASG. El Anuario de Sostenibilidad se basa en la Evaluación Global de la Sostenibilidad Corporativa de S&P, o CSA, un proceso de investigación que ha ido evolucionando desde 1999 para capturar métricas y datos ESG sobre temas de sostenibilidad cada vez más complejos.

Concretamente, los temas presentados en este informe abarcan desde la transición a una economía con bajas emisiones de carbono, el estado de la diversidad corporativa y los dramáticos cambios experimentados en el mercado laboral, hasta el creciente reconocimiento de que las empresas tienen a la protección de la biodiversidad y la inclusión de la diversidad en sus plantillas. El anuario recoge a las empresas que mejor desempeño realizan en cuestiones ESG. En esta edición, tras un análisis a más de 7.500 compañías, pertenecientes a 61 sectores de actividad, se incluyen a 716, de las que solo 323 ha recibido algún tipo de distinción: Oro, Plata, Bronce o Impulsor de industria. Para poder estar incluido como miembro en el Yearbook, las compañías deben lograr una puntación que esté un 15% por encima de nivel de desempeño en sostenibilidad que el resto del sector, así como alcanzar unos resultados que estén al mismo nivel que el 30% de las empresas con mejor desempeño de su industria, tanto en el plano ambiental, como social y de gobernanza. En la publicación figuran 26 empresas españolas entre las que se destacan BBVA, Caixabank, Enagás, Mapfre y Naturgy.

Sobre las tendencias analizadas, una de las principales observaciones que realiza la Evaluación Global de Sostenibilidad Corporativa de 2021 de S&P es que la mayoría de las empresas a nivel mundial no han establecido objetivos iniciales de reducción de emisiones, y mucho menos objetivos netos cero. Si bien, las empresas que sí tienen objetivos netos cero obtuvieron una mejor puntuación en los criterios de emisiones y divulgación, la investigación advierte que estas también tienen objetivos intermedios e insuficientes antes de 2040. En términos generales, los expertos afirman que ha aumentado la presión sobre las empresas para que establezcan objetivos a corto plazo para asegurarse de que pueden alcanzar su objetivo a largo plazo.

La investigación analiza que el hecho de que la mayoría de las empresas no están estableciendo objetivos climáticos básicos pone en peligro la posibilidad de alcanzar la descarbonización de la economía.  Por otro lado, el estudio comprueba que las empresas que sí tienen objetivos netos cero obtuvieron mejores resultados en la evaluación de las emisiones. En este sentido, el estudio sugiere que la creciente oleada de grandes empresas que anuncian ambiciosos objetivos de emisiones a largo plazo ha convertido el término "cero neto" en una de las principales palabras de moda en materia de sostenibilidad en 2021. Grandes empresas de todo el mundo se han comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero lo más cerca posible de cero y a compensar el resto antes de la lejana fecha de 2050.

Lo complejo de esto es que estos anuncios grandilocuentes han acaparado los titulares y dan la impresión de que el mundo empresarial se está moviendo para hacer frente al cambio climático, pero no es del todo cierto. Los datos recogidos en la Evaluación Global de la Sostenibilidad Corporativa de S&P indican que la mayoría de las empresas a nivel mundial aún no han fijado ni siquiera los objetivos iniciales de reducción de emisiones, y mucho menos los objetivos netos cero. Concretamente, sólo el 36,8% de las 5.300 empresas analizadas ha anunciado planes para frenar las emisiones directas y/o las asociadas a la energía adquirida, también conocidas como emisiones de Alcance 1 y Alcance 2, respectivamente. Estas áreas de emisiones son las dos primeras a las que se dirigen las empresas, lo que las convierte en un indicador clave del grado de avance de las empresas en su camino hacia el clima.

Finalmente, sobre este punto la investigación concluye que establecer un objetivo neto cero es vital para que las empresas hagan frente a la amenaza del cambio climático, pero los objetivos ambiciosos por sí solos no son suficientes. Las empresas también tienen que hacer cambios proactivos en el camino hacia el cero neto y el momento de hacerlo es ahora. En este sentido, el estudio afirma que las compañías deben crear planes realistas para la transición a un mundo con bajas emisiones de carbono y, sobre todo, esas vías de transición tendrían que incluir hitos de reducción de emisiones a corto plazo. El camino hacia 2050 -la fecha típica de los objetivos corporativos de cero emisiones- no puede recorrerse sin señales creíbles en los próximos años. Los objetivos intermedios también indican la seriedad de una empresa respecto a su objetivo y pueden afectar a su puntuación de sostenibilidad de forma positiva cuando se trata de emisiones y divulgación. Una revisión de las puntuaciones de rendimiento de las emisiones relacionadas con el clima y de las puntuaciones de divulgación de los objetivos de las empresas que han establecido objetivos netos cero muestra que las empresas que han establecido objetivos antes de 2040 obtuvieron una puntuación más alta que las que están esperando para empezar a frenar las emisiones hasta 2040 o después.

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