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El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, MITECO, ha puesto en marcha el Plan Estratégico de Humedales que establece objetivos y medidas para lograr que en el año 2030 se hayan alcanzado avances significativos en la recuperación de las zonas húmedas de nuestro país. Con este proyecto el Gobierno cumple con el compromiso adquirido en 2021 de seguir trabajando para estabilizar estos espacios.
España impulsa la conservación y recuperación de Humedales

Los humedales son áreas que permanecen en condiciones de inundación o con suelo saturado con agua durante períodos considerables de tiempo. Si bien este término engloba una amplia variedad de ecosistemas, todos los humedales comparten una propiedad primordial: el agua es el elemento clave que define sus características físicas, vegetales, animales y sus relaciones. El agua puede provenir del mar, de los ríos, las lluvias o de napas subterráneas. Los humedales se distinguen también por las características particulares de sus suelos y por la presencia de plantas y animales adaptados a las condiciones de inundación o de alternancia de períodos de anegamiento y sequía. De esta manera, los humedales no son necesariamente transiciones entre los sistemas acuáticos y terrestres, sino que poseen características estructurales y funcionales propias, que los diferencian de unos y otros.

Los humedales son fundamentales para los ecosistemas y, actualmente, se encuentran en peligro. A nivel global, se calcula que los humedales cubren aproximadamente 12,1 millones de km2. Sin embargo, se estima que su extensión ha disminuido rápidamente, con pérdidas del 35 % desde 1970. Esta pérdida o degradación de los humedales tiene efectos negativos en la naturaleza y las personas. Las principales presiones sobre los humedales se relacionan con cambios en el uso del suelo (urbanización, deforestación, rellenos, etc.), alteraciones en la dinámica del agua (por extracción, intercepción, desvíos, etc.), extracciones (pesca, maderas, pasturas, etc.), contaminación (agrícola, industrial y doméstica), introducción de especies exóticas invasoras y el cambio climático.

La situación de los humedales en España es igualmente crítica que en el resto del mundo. Según los datos del Inventario Español de Zonas Húmedas, la mitad de los humedales españoles se encuentran conservados o bien conservados y la otra mitad (48,8%) están alterados o muy alterados. Además, desde principios del siglo XIX ha desaparecido al menos el 60% de la superficie húmeda original de España.

Ante este panorama, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha presentado el Plan Estratégico de Humedales 2022-2030, una iniciativa dirigida a impulsar la salvaguarda y recuperación y revertir la degradación de las zonas húmedas de España. Con este proyecto, el Gobierno cumple con el compromiso adquirido en 2021 de seguir trabajando para mejorar la conservación de estos espacios clave por su papel como protectores de la biodiversidad y mitigadores de los efectos del cambio climático.

A partir del análisis la situación actual en nuestro país, el nuevo Plan Estratégico fija los objetivos y medidas concretas que deben aplicarse en estos ecosistemas para lograr que en el año 2030 se haya avanzado de forma significativa en la defensa y recuperación de las zonas húmedas de nuestro país.  España ha incluido en la componente 4 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) una partida dedicada a la conservación y restauración de los humedales. Con este objeto, se han transferido en 2021 a las comunidades autónomas un total de más de 120 millones de euros para la realización de proyectos relacionados con la mejora del conocimiento, conservación, gestión y restauración de humedales.

 Concretamente, el Plan Estratégico incluye medidas para mejorar el conocimiento sobre nuestros humedales a fin de que en 2030 todos estén incluidos en el Inventario Español de Zonas Húmedas y que ningún humedal protegido se encuentre en un estado de conservación desconocido. Por otro lado, y para reforzar la protección y gestión de estos espacios, el Plan se marca como objetivos conseguir que ningún humedal protegido haya empeorado su estado de conservación para 2030 y que al menos el 50% haya experimentado mejora.  Del mismo modo, se espera que a lo largo de esta década se implanten adecuadamente medidas para la conservación y restauración de las especies y los hábitats de zonas húmedas.

Durante su intervención, Ribera ha señalado que con este plan “se emprende un proceso ambicioso para salvaguardar y recuperar unos ecosistemas que son parte esencial de nuestro patrimonio natural y que proporcionan beneficios y servicios necesarios para el bienestar de nuestra sociedad”. Ante esta situación, la vicepresidenta ha destacado la firme voluntad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de emprender acciones decididas para su restauración.

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