Los criterios ESG en el centro de las decisiones de inversión

La inversión sostenible ya era un fenómeno creciente en el ámbito de las finanzas en los años previos a la pandemia. Sin embargo, uno de los aspectos positivos que tuvo la llegada del coronavirus fue la rápida aceleración de la adopción a gran escala de los criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno por sus siglas en inglés) por parte de los inversores.

La sexta edición del informe Global Institutional Investors Survey 2021 de EY Muestra que, desde la irrupción de la pandemia de COVID-19, el 90% de los inversores encuestados conceden mayor importancia a los resultados de las empresas cuando se trata de su estrategia de inversión y de toma de decisiones. La investigación se realizó a partir de una encuesta, en la que han participado 320 inversores institucionales procedentes de 19 países. Según estos resultados una gran mayoría (92%) afirma que en los últimos doce meses han realizado inversiones basándose en los potenciales beneficios de una “recuperación verde”. La investigación advierte que el 74% se muestra ahora dispuesto a desinvertir en empresas con un historial en materia de sostenibilidad deficiente mientras urgen a mejorar la calidad de la información aportada por las compañías.

El estudio también revela que algo menos de la mitad (49%) han actualizado sus enfoques de inversión en materia de ASG. Al mismo tiempo, se observa que el riesgo basado en estos criterios se ha convertido en una parte aún más importante de la toma de decisiones de inversión y la construcción de carteras, concretamente, casi tres cuartas partes (74%) dicen que la pandemia de COVID-19 les ha hecho más propensos a desinvertir en función de los malos resultados en materia de ASG.  Asimismo, los resultados muestran que los inversores están poniendo un énfasis significativo y creciente en la exposición de sus carteras al cambio climático, tanto a los riesgos los riesgos físicos del clima y los riesgos de la inevitable transición hacia una economía global neta cero. Los números lo muestran con claridad: el 77% de los encuestados informa que, en los próximos dos años, planean intensificar su análisis de riesgos "físicos" ­-es decir, el impacto del cambio climático en la capacidad de una empresa para producir productos y servicios-, una tendencia alza si tenemos en cuenta que en 2020 ese porcentaje era del 73%.

En esta misma línea, una gran mayoría representada por el 80% hará más para evaluar los riesgos de la "transición energética" -es decir, el impacto en el mercado resultante de la evolución hacia una economía baja en carbono-, frente al 71% en 2020. Aunque la transición hacia una economía de carbono neto cero presenta aún importantes retos, los esfuerzos de las administraciones públicas y las empresas para fomentar la transición también podría ser una oportunidad para los inversores. Otro de los datos que se desprende de la encuesta es que, en los últimos 12 meses, el 92% de los de los inversores manifestó que había realizado una inversión porque que veían que se beneficiaba de la recuperación ecológica.

El documento también refleja que los inversores institucionales están tomando algunas medidas para comprobar si las empresas son capaces de cumplir con sus objetivos ASG. En este sentido, consideran varios factores en su toma de decisiones de inversión, por ejemplo, si existe un director de sostenibilidad que reporte directamente al CEO y al equipo directivo de la compañía (53%); si la cultura de la empresa está alineada con los objetivos ambientales, sociales y de buen gobierno (52%); y si la compañía cuenta con una revisión independiente de su reporting de sostenibilidad (48%). Sin embargo, solo al 42% le preocupa si el consejo supervisa el desempeño en materia de ASG o si la retribución de los ejecutivos está vinculada a factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo. Por su parte, el 89% de los inversores encuestados asegura que le gustaría que la presentación de informes de sostenibildad se base en un conjunto de normas comunes a nivel internacional.

La investigación de EY llega a la conclusión que los inversores encuestados tienen dos prioridades cuando se trata de tomar decisiones de inversión eficaces basadas en los datos ASG. En primer lugar, los inversores buscan datos de mejor calidad de las empresas y un panorama normativo más claro. La información sobre estos resultados está en el centro de la toma de decisiones de inversión: el 78% de los encuestados que realizan una evaluación estructurada y metódica de la información de los datos ASG, mientras que hace sólo tres años, sólo el 32% utilizaba este riguroso enfoque. Sin embargo, a pesar de la importancia de la información de la información sobre sostenibilidad para los inversores, hay cierta preocupación por su transparencia y calidad, en particular por su importancia. De hecho, esta preocupación va en aumento: El 50% de los inversores encuestados dijo que están preocupados por la falta de atención a los temas materiales, un aumento del 37% en 2020. Además, tienen claro que las normas coherentes a nivel mundial para mejorar la calidad y la transparencia de los informes ASG de las empresas. En segundo lugar, la investigación advierte que los inversores deberían establecer una estrategia de análisis de datos de cara al futuro para ayudar a incorporar estos datos de alta calidad en su proceso de toma de decisiones de inversión.

Finalmente, el estudio proporciona una serie de recomendaciones para ayudar a que los factores ASG desempeñen un papel más importante en la salud y la renovación económica después de la pandemia, hay acciones importantes tanto para las empresas que emiten informes como para los inversores que tienen que utilizar esos datos. En este sentido el estudio sugiere lo siguiente:

Las empresas deberían:

  • Comprender mejor el elemento de divulgación del riesgo climático de los informes ASG
  • Hacer un uso estratégico de la función de sostenibilidad para inyectar rigor en el proceso para determinar la materialidad de su contexto ASG
  • Colaborar con la función de finanzas e integrarla en ella para considerar y alinear las implicaciones financieras y de valor
  • Profundizar en el compromiso con los inversores, incluyendo la comprensión de los nuevos requisitos de divulgación ASG que pueden ayudar a diferenciar a una empresa de sus competidores

Los inversores deberían:

  • Actualizar sus políticas y marcos de inversión en materia de ASG inversiones ASG, al tiempo que construyen una cultura orientada a los ASG
  • Actualizar los enfoques del riesgo climático para poder interpretar y comprender mejor interpretar y comprender el análisis de escenarios de las posibles consecuencias de los riesgos climáticos para las empresas y sectores a corto, medio y largo plazo
  • Poner en marcha una estrategia de análisis de datos audaz y con visión de futuro estrategia de datos

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