El mundo de la inversión sostenible tiene cada vez mayor desarrollo a nivel global. Un estudio conjunto de Pictet Asset Management e Institute for International Finance (IIF) analiza la evolución y la perspectiva de las emisiones de bonos sello ASG (criterios ambientales, sociales y de gobernanza). Según el estudio, estas podrían alcanzar los 4,5 billones de dólares anuales en 2025.
Es cierto que, actualmente, la inversión con criterios ASG se ha centrado principalmente en renta variable. Sin embargo, a nivel mundial para fin de la década se necesitarán anualmente inversiones de cuatro billones de dólares a fin de frenar la amenaza del cambio climático y es inevitable que cada vez más provenga de deuda. Ante esto, el documento vaticina que los próximos cinco a diez años, se producirá una revolución en los mercados de renta fija, capaces de estar a la altura.
La deuda relacionada con cuestiones ASG parte de una base limitada, pero ha crecido con rapidez los últimos años y la variedad de instrumentos y actividades con orientación medioambiental que financian ha aumentado a ritmo vertiginoso. La investigación explica que, para el inversor, estos cambios implican nuevos desafíos. De hecho, en la actualidad, es posible crear carteras de renta fija que, además de objetivos financieros, facilitan satisfacer objetivos no financieros, como atenuación del cambio climático, protección de biodiversidad o lucha contra la desigualdad. No obstante, hay que estudiar los riesgos afirman los expertos.
En cualquier caso, el estudio de Pictet AM e IIF afirma que todo parece indicar que cobrarán especial importancia en deuda soberana y empresarial de mercados emergentes. El documento estima que las emisiones de bonos ASG en emergentes crecerá de 50.000 millones de dólares en 2020 a 360.000 millones para 2023 y más de 700.000 millones para 2025. En el mejor escenario podrían alcanzar dos billones de dólares. Hay que tener en cuenta que en 2020 solo 83.000 millones de dólares de inversiones transfronterizas a países en desarrollo estaban relacionados con el clima, menos de 8 % del total y la diferencia entre inversiones necesarias y recibidas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas 2030 en países en desarrollo y emergentes se estima en 2,5 billones de dólares anuales. La expansión de bonos ASG y un verdadero mercado de deuda sostenible puede poner a disposición de estos gobiernos y empresas el capital que necesitan.
Otro aspecto interesante que apunta la investigación es que los bonos verdes son el segmento más dinámico, aunque aún supone menos de 1 % del total del universo de renta fija en circulación. La demanda por bonos verdes ha sido evidente en mercados primarios y secundarios y parece haberse traducido en menores costes de endeudamiento para algunos emisores, con una pequeña prima ("greenium") respecto a los bonos convencionales. Esta prima parece mayor en bonos de peor calificación y ciertos sectores como servicios públicos y bonos soberanos. Es el caso de los bonos verdes alemanes, que cotizan con prima respecto a los convencionales para vencimientos similares. Los bonos verdes han proporcionado rentabilidad similar o mejor que sus pares no verdes los últimos años. En concreto, los bonos verdes soberanos han superado a los convencionales desde finales de 2017 en 0,1% mensual promedio.
El mercado de bonos verdes es liderado por las economías desarrolladas
El estudio asevera que el 50 % de los bonos verdes en circulación están denominados en euros y las economías desarrolladas dominan el mercado. Desde finales de 2015 la expansión ha sido más rápida en Alemania, Francia y EEUU, que juntos representan más de un tercio del total vivo. En mercados en desarrollo y emergentes China, India, Chile y Brasil representan 80 % de la emisión de este tipo de deuda desde finales de 2015. Las empresas financieras representan 35 % de los bonos verdes emitidos desde 2019 y las de servicios públicos e industriales 17 y 4 %. En empresas no financieras la emisión está dominada por calificaciones grado de inversión, 80 % del total desde 2015.
Estandarización de taxonomías y metodologías de calificación ASG
Por último, la investigación sostiene que el progreso en la estandarización de taxonomías debe fomentar un desarrollo más rápido de este mercado. Un marco global es el de la Asociación Internacional del Mercado de Capitales (ICMA), con directrices de transparencia y divulgación para Bonos Verdes, Bonos Sociales, Bonos de Sostenibilidad y Bonos Vinculados a la Sostenibilidad. Por su parte las agencias de calificaciones bonos y emisores ASG utilizan diferentes metodologías, a menudo en conflicto entre sí y no totalmente transparentes. Una mayor transparencia sobre cómo recopilan, analizan y calculan métricas ASG puede impulsar la demanda y oferta de deuda ASG.