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La sostenibilidad se ha vuelto un pilar fundamental en las compañías de nuestro país. En los últimos años, hablar de criterios ESG (medioambientales, sociales y de buen gobierno por sus siglas en inglés) es cada vez más frecuente. Con el objetivo de conocer con mayor profundidad esta realidad, los investigadores Antonio Núñez, senior partner de Parangon Partners, y Carlos Corominas, experto en sostenibilidad de Opinno elaboraron el informe: “Claves de sostenibilidad para la alta dirección”. El documento desgrana el nivel de integración de la dimensión ambiental, social y de gobernanza de la sostenibilidad en las agendas de las compañías en España, las métricas empleadas y las palancas y barreras para ser más sostenibles en su día a día.
 Los criterios ESG se consolidan en las empresas españolas

Los conceptos de futuro y sostenibilidad van de la mano: no se entienden el uno sin el otro. Las empresas, como piedra angular del entramado socioeconómico de nuestro país, deben asumir el reto de identificar sus oportunidades, riesgos y costes en esta materia para encaminarse hacia una actividad productiva más sostenible. La pandemia derivada de la COVID-19 ha influido en este proceso y en el ritmo de la transformación. ¿Ha resultado un catalizador para la sostenibilidad? Hay opiniones encontradas al respecto y conocerlas resulta de gran valor, de cara a la planificación de los próximos años.

Si bien no existe un consenso establecido al respecto, lo cierto es que la sostenibilidad en las empresas ha llegado para quedarse. La sostenibilidad ha pasado de ser un elemento complementario y reputacional para convertirse en un asunto transversal para las organizaciones. La creciente demanda social acerca del impacto de las empresas ha motivado un impulso para que las organizaciones integren la sostenibilidad en su labor diaria. Además, la regulación, especialmente en el entorno de la Unión Europea, marca el camino hacia la obligatoriedad de desglosar la información no financiera con métricas fiables, auditables y continuadas en el tiempo.De este modo, el aumento de la sensibilidad hacia estos temas, y las propias exigencias de la sociedad, los inversores y la legislación (según la Ley 11/2018, actualmente las empresas de más de 250 empleados tienen la obligación de presentar esta información no financiera en España), la convierten en un elemento esencial en el día a día de cualquier empresa sin importar su tamaño.

Con el objetivo de conocer con mayor profundidad el escenario actual, Antonio Núñez, senior partner de Parangon Partners, y Carlos Corominas, experto en sostenibilidad de Opinno desarrollaron el estudio “Claves de sostenibilidad para la Alta Dirección. Cómo las empresas están integrando los criterios ESG”. Este informe, que proporciona una panorámica del estado del arte, se basa en una encuesta enviada a más de 2.400 altos directivos en diciembre de 2021 que incluyó preguntas relativas a su visión sobre la sostenibilidad, sus oportunidades y obstáculos, criterios ESG, y métricas utilizadas.

Las empresas españolas caminan en la buena dirección, esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de la investigación.  También se afirma que existe heterogeneidad en las actuaciones corporativa: mientras unas ya han definido su materialidad y la consideran para enfocar sus acciones, otras se encuentran en una etapa más exploratoria y de puesta en marcha. Las tres categorías de los criterios ESG han permeado en las empresas consultadas, puesto que el 93,3% de los encuestados afirma que tienen en consideración los mencionados criterios y un 69,1% de las empresas ya destina una parte de su presupuesto a la sostenibilidad.

El estudio revela que, fruto del contexto actual, la dimensión social de la sostenibilidad es la que más preocupa hoy en día. La “S” de los criterios ESG se materializa en aspectos como lograr la equidad salarial entre hombres y mujeres, la creación de valor para la comunidad o la formación de profesionales en nuevas habilidades. En materia ambiental, la huella de carbono es una de las métricas más extendidas. No obstante, en su cálculo se consideran tres tipos de alcances, y tan solo el 44,3% de los directivos sabe cuáles son los tres de su compañía.

Por su parte, la gobernanza también avanza, aunque a diferentes ritmos. Aun así, la mayoría de las empresas ha desarrollado acciones: un 58,5% ya ha establecido objetivos cuantitativos y miden su desempeño en el tiempo, al igual que un 52,4% ha definido los indicadores y aspectos a tener en cuenta. No obstante, la vinculación directa de la compensación de los empleados o directos de la compañía con la consecución de los objetivos de sostenibilidad aún no es una realidad muy extendida. En un sentido similar, el grado de diálogo e implicación con los grupos de interés varía según la empresa, y tan solo un 19,4% cuenta con un Consejo de Administración que los represente, a pesar de que su toma en consideración es clave para impactar en la sociedad y en las comunidades más desfavorecidas.

Por otra parte, el documento afirma que, en la mayoría de las compañías, la sostenibilidad es una cuestión presente tanto en el Consejo de Administración, en la agenda del CEO como en el Comité de Dirección, un aspecto que corroboran un 95,2% de los encuestados. Además, en gran parte de estas empresas, las tareas relacionadas con la sostenibilidad se desempeñan en departamentos específicos, siendo conveniente la figura del director de Sostenibilidad y de la Comisión de Sostenibilidad del Consejo. De un modo u otro, es reseñable que un 69,1% de las empresas ya destina una parte de su presupuesto a la sostenibilidad.

Aunque las empresas muestran diferentes motivaciones al impulsar acciones e inversiones en sostenibilidad, entre ellas sobresalen la mejora de la imagen de marca y las exigencias externas (de legislación o de inversores) como principales palancas. Por el contrario, las barreras son compartidas entre las compañías, siendo la falta de recursos o de tiempo del equipo el obstáculo principal al apostar por la sostenibilidad, que destaca un 40,2% de los CEO encuestados. Por último, un 52,1% de los altos directivos consultados confirma que cuenta con certificaciones de sostenibilidad en su empresa como los estándares GRI, SASB, ISO o el sello B Corp. Los mismos facilitan que, al comunicar sus avances en estas categorías, estos resultan comprensibles para todas las partes.

Antonio Núñez Martín y Carlos Corominas concluyen que la sostenibilidad en las empresas tiene un rol central en la economía y, por tanto, las empuja a tener en consideración los aspectos ESG, que cada vez más suponen una exigencia y compromiso. En este sentido, los investigadores coinciden en que, a lo largo de los próximos años, será necesario evaluar y considerar qué acciones están llevando a cabo las empresas, para corroborar si están siguiendo o no el rumbo adecuado.

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