Para Pascual la solidaridad es central en cada propuesta que lleva adelante. Luego de lo ocurrido en La Palma, la compañía continua muy atenta a todo lo que está sucediendo en la isla y demuestra una vez más su compromiso con la sociedad en los momentos más difíciles. En este sentido, Bezoya, la marca de agua mineral natural de la empresa, va a donar estas navidades, en colaboración con Cáritas Diocesana de Tenerife, el equivalente al beneficio de la venta de medio millón de botellas de 1,5 L para ayudar a los afectados por la erupción del volcán.
Así, Bezoya vuelve a Dar lo Mejor cuando más se la necesita, como ocurrió este pasado verano con la donación de 24.000 litros de agua mineral a los pueblos afectados por los graves incendios que se produjeron en la provincia de Ávila; o el millón de litros de agua mineral donados, junto a ANEABE y Cruz Roja, para cubrir las necesidades básicas de la población más vulnerable durante la primera ola de la pandemia.
En 2021, se han cumplido cuatro años de la colaboración entre Pascual y Cáritas, un tiempo donde se han desarrollado proyectos de inserción social y laboral de personas en riesgo de exclusión, a través del asesoramiento profesional y las compras responsables a sus empresas de economía social, la recogida de ropa por parte de los empleados para su reutilización y reciclaje, o la construcción de pozos para el suministro de agua potable en África desde la Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara.
Además, durante la crisis sanitaria, una de las acciones más destacadas fue el reparto de más de un millón de desayunos para los colectivos más desfavorecidos por la Covid-19. De esta forma, ambas entidades siguen trabajando de la mano para mitigar los efectos sociales y económicos de la actual crisis derivada de la pandemia.
Cabe destacar que Cáritas Diocesana de Tenerife continúa haciendo una labor imprescindible con su campaña de emergencia y solidaridad con La Palma, afectada desde hace dos meses por la erupción del volcán de Cumbre Vieja. La entidad ha atendido directamente a más de 160 familias y cerca de 600 personas damnificadas, la mayor parte de ellas han perdido su vivienda o han sido desalojadas debido a la erupción volcánica.