El modo en el que vivimos y habitamos los espacios puede ser un gran aliado para detener la emergencia climática. Cuidar del medioambiente es una cuestión imperativa y las edificaciones sostenibles van ganando terreno. Una gran alternativa que está en auge actualmente son las soluciones de inmótica, el conjunto de tecnologías que se aplican al control y la automatización inteligente de los edificios terciarios, es decir, los que ofrecen servicios para las personas, empresas y organismos. Para las viviendas ya existe la domótica.
Pero, ¿qué es la inmótica? Esta busca repercutir en la gestión eficiente de la energía, conseguir un control centralizado de las instalaciones y una mejora en el confort. Los beneficios de esta tecnología se valoran desde: Los usuarios, que disfrutan de servicios y cualidades de espacios más cómodos y seguros; la propiedad, que reduce costes energéticos y de mantenimiento y suma tener un edificio innovador y los gestores del mantenimiento y seguridad, que ganan control y capacidad de maniobra ante imprevistos.
Los objetivos de los edificios inteligentes se engloban en cuatro ámbitos: en primer lugar, arquitectónicos, para incrementar la calidad de experiencia de los ocupantes. En segundo lugar, ambientales, para contribuir al cuidado del entorno y proteger la eficiencia energética. En tercer lugar, tecnológicos, para integrar y automatizar los servicios de las instalaciones y, por último, económicos, para incrementar la vida útil del edificio y optimizar costes.
Pero no sólo es posible utilizar este tipo de tecnología en edificios u hoteles, sino que también la obra pública se aprovecha de esta tecnología. Un ejemplo internacional de referencia es el aeropuerto de Dubái, destacado en el V Congreso Edificios Inteligentes organizado por Grupo Tecma Red en Madrid (España).
Cabe destacar que con las certificaciones de calidad de los edificios como la LEED, o la europea BREEAM, es muy importante utilizar tecnología adecuada para la gestión integral. Stefan Junestrand, arquitecto y director general del Grupo Tecma Red, confirma que detrás de estas evaluaciones no podemos perder de vista el cambio del reglamento que rige la inmótica: “aunque no hay regulación global, el nuevo ‘Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios’ (RITE) 178/2021 de 23 de marzo 2021, basado en directivas europeas, introduce modificaciones en la normativa para la instalación de sistemas de sistemas de automatización y control y las instalaciones térmicas en edificios. Deberán diseñarse usando sistemas eficientes que permitan la recuperación energética y la utilización de energías renovables y residuales y son aplicables a todos los países de la Unión Europea”.