Publicado el
La segunda edición del “Barómetro de entidades no lucrativas”, elaborado por la Fundación Deloitte, concluye que las entidades asisten a un incremento del número de beneficiarios, mientras ven disminuir sus ingresos en 2021. Sin embargo, el 70 % de estas cree que recuperará su actividad el próximo año.

La pandemia ha afectado a todos los sectores de la economía. El 2020 fue y aún el 2021 está siendo un año complicado para gran parte de la sociedad. Si bien se avizora una luz de esperanza con la llegada de las vacunas, los efectos de la crisis sistémica generada por el coronavirus aún están presentes. El sector de las entidades no lucrativas ha tenido un rol importante en los peores meses de la pandemia por sus actividades solidarias, pero también ha sufrido un impacto negativo en el plano económico.

Así lo muestra el “II Barómetro de entidades no lucrativas”, elaborado por la Fundación Deloitte, en colaboración con la Asociación Española de Fundraising (AEFr) y Fundación Lealtad. Esta edición ha sido elaborada a partir de la información ofrecida por 189 entidades sociales y 233 panelistas empresariales y tuvo como objetivo conocer el impacto de la crisis de la COVID-19 en las entidades no lucrativas (ENL) y analizar cómo se están transformando sus estructuras, modelos de gestión y financiación.   

La investigación afirma que el 70% de las entidades sociales cree que recuperará su actividad anterior a la pandemia en 2022, teniendo en cuenta el ritmo actual de vacunación. Francisco Celma, presidente de la Fundación Deloitte aseguró que: “En esta fase de recuperación las entidades no lucrativas buscan volver a los niveles de actividad que tenían antes de la crisis, pero con la dificultad que implican los nuevos retos económicos y sociales. El papel de estas organizaciones ha sido clave para los colectivos más vulnerables en un año especialmente complejo, por lo que el compromiso público-privado con el Tercer Sector tiene que seguir reforzándose en los próximos meses”. Al ser consultadas por su previsión de ingresos, más del 45% de las entidades encuestadas prevé que se reduzcan las aportaciones que recibían por parte de empresas y particulares, una situación que pondría en peligro la implementación de sus programas de ayuda a la sociedad.

El informe muestra que la captación de fondos o fundraising, que contribuye a que las organizaciones sean sostenibles en el tiempo, también se ha visto afectada. En 2020, un 72% contaba con un fondo de reserva para afrontar estos meses de pandemia. Sin embargo, para un 27% se ha reducido el margen disponible y un 10% manifiesta haberlo agotado durante el año pasado. En este ámbito, solo un 28% de las organizaciones encuestadas confirma que ha tenido que tomar en 2021 decisiones que afectan a su personal, cerca de la mitad de los que las aplicaron en 2020 (52%). Entre las medidas que se tomaron, el 29% empleó ERTEs, el 33%, reducción de jornada, el 27%, reducción de empleo, el 16%, vacaciones retribuidas y un 6% implementó EREs.

Por otra parte, el estudio analiza a dónde ponen el foco las entidades sociales y concluye que, sin dudas, la formación es uno de los ejes prioritarios. En este sentido, se observa que la formación es considerada como una prioridad para el 74% de las organizaciones encuestadas y este mensaje se ve reforzado cuando dos de cada tres organizaciones afirman que sus beneficiarios necesitan apoyo escolar y apoyo tecnológico. Javier Urrecha, senior manager de RSC y Acción Social Deloitte, explica que “La atención a la educación es el área principal para las ENL de ámbito nacional, mientras los programas específicos de emergencias destacan entre las de cooperación internacional. Las áreas de actuación siguen respondiendo a los colectivos que necesitan mayor atención social y, en este sentido, si tenemos en cuenta los ámbitos y beneficiarios a los que se dirigen las empresas mantienen intereses alineados”.

Finalmente, en relación a los Fondos Europeos, dentro del contexto de ayudas para recuperación de la crisis, el documento publicado por Deloitte advierte que cuatro de cada cinco entidades no lucrativas son optimistas y confían en que los Fondos Europeos tendrán un impacto positivo en la economía española, pero este entusiasmo disminuye cuando se mira hacia el efecto en el Tercer Sector. Más de la mitad de las entidades sociales, un 61%, considera que este impacto no será muy significativo y solo una de cada cinco considera que la mejora que pueden aportar será sustancial. En este sentido, menos de la mitad de las entidades considera que podrá beneficiarse directamente de los Fondos ‘NextGen’ de la Unión Europea. Al respecto, Ana Benavides, directora general de Fundación Lealtad expresó que: "Esta desmotivación está relacionada con la demanda de que las ayudas lleguen a todo tipo de organizaciones y no solo a las más grandes o de mayor ámbito territorial. Las ENL esperan que se reduzcan los trámites burocráticos para acceder a las convocatorias y, del mismo modo, agilizar la vacunación del personal y sus beneficiarios por ser grupos de riesgo debido a su papel esencial".

¡Comparte este contenido en redes!

300x300 diario responsable
 
CURSO: Experto en Responsabilidad Social Corporativa y Gestión Sostenible
 
Advertisement
Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies