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La respuesta es sí y mucho.Si bien es cierto que la Agenda 2030 ha calado hondo en el sector privado, quizás más que en el público, es importante reconocer que las empresas públicas han hecho grandes avances en pos de alcanzar las ambiciosas metas propuestas por Naciones Unidas. Así lo muestra informe “La sostenibilidad en las empresas públicas desde la triple perspectiva ESG”, recientemente publicado por Forética en el marco del Grupo de Acción de Sostenibilidad y Responsabilidad Social Empresarial en las Empresas Públicas, liderado por Forética y compuesto por 29 entidades. Dicho documento aborda la importancia de integrar los derechos humanos en su estrategia de sostenibilidad como elemento clave de competitividad y mitigación de riesgos. 

El año pasado arrancaba la Década de la Acción con la necesidad clara de aumentar la acción y la ambición para poder lograr los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2030. Desde la aprobación de la Agenda 2030 en 2015 han sido muchos los avances que se han dado desde el ámbito público y privado. Sin embargo, también son claras las señales de que no estamos en buen camino para lograr los objetivos. Es inevitable afirmar que la pandemia ha detenido los avances y hasta producido un retroceso, pero no podemos olvidar que ya antes de la llegada del coronavirus había metas que estaban muy lejos de ser alcanzadas.

La llegada de la COVID-19 ha complejizado aún más la situación mundial, teniendo un impacto directo en todos los ODS a nivel global y causando retrocesos históricos en aspectos como la salud, la pobreza, la desigualdad o la calidad del empleo. El escenario actual es cambiante y la incertidumbre se ha vuelto moneda corriente. Ante el actual contexto, la apuesta por la sostenibilidad por parte de las empresas, tanto públicas como privadas, cobra más sentido que nunca. El informe evidencia como los mercados de capitales han favorecido la inversión con criterios ESG (Ambientales, Sociales y de Buen Gobierno, por sus siglas en inglés), y cómo las empresas más comprometidas y con mejor performance en los ODS han respondido mejor a la crisis.

El rol de las empresas públicas es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estos hacen las veces de hoja de ruta para guiar la acción hacia la recuperación. Las empresas públicas pueden jugar un papel clave para acelerar la acción y avanzar en la consecución de los ODS en un momento tan necesario como el actual. La investigación realizada por Forética, analiza la contribución de las empresas públicas del Grupo de Acción Sostenibilidad y RSE a los ODS desde la triple perspectiva ESG.

En primer lugar, el informe muestra la centralidad que ha tenido la economía circular en las medidas adoptadas por las empresas del sector público. En este sentido, se afirma que la colaboración público-privada se hace clave para lograr los objetivos marcados en España Circular 2030 y poder desarrollar los diferentes ejes de actuación y las medidas establecida. Esta estrategia invita a las empresas y Administraciones públicas a adaptar su cultura empresarial a los principios de la responsabilidad social empresarial y a garantizar unas condiciones óptimas de seguridad y salud en aquellos puestos de trabajo que se vean afectados por el cambio hacia la economía circular.

Asimismo, la economía circular está presente en el Plan de recuperación, transformación y resiliencia presentado en el mes de octubre por el Gobierno, el cual representa la hoja de ruta para poder acceder al Plan Europeo de Recuperación. Sobre esto, la investigación destaca que el 58% de las empresas públicas han desarrollado iniciativas concretas a nivel interno para impulsar la economía circular en su empresa.

En segundo lugar, el documento muestra cómo las empresas públicas han avanzado en materia de voluntariado corporativo. El voluntariado corporativo está adquiriendo una relevancia creciente en las empresas, públicas o privadas, interesadas cada vez más en la promoción y el desarrollo de actividades de participación social. Así, la investigación afirma que 2,5 millones de españoles son voluntarios, siendo la mayoría mujeres universitarias con rentas altas, y parece que esta cifra va a ir en aumento debido a la actual situación de crisis.

El 92% de las empresas públicas cuentan con un programa de voluntariado corporativo o llevan a cabo iniciativas de manera puntual en determinadas épocas del año o circunstancias y el 80% de las empresas consideran que la crisis de la COVID19 ha propiciado mayor motivación en la empresa para la acción social y el voluntariado corporativo y se han llevado a cabo iniciativas solidarias para paliar los efectos de la crisis.

Por último, el informe analiza cómo es la gestión de riesgos ESG por parte del sector público. Al respecto, se observa que el 50% de las empresas públicas están ya identificando los riesgos ESG a los que están expuestos debido a su sector de actividad. La mayor parte de estos riesgos surgen de la inadecuada gestión de los aspectos de sostenibilidad y de someter la actividad de las compañías a presiones cortoplacistas.

Los datos recabados en el documento son contundentes: el 40% de las empresas públicas ha identificado los riesgos derivados de los efectos del cambio climático en la actividad de la compañía, el 20% de las empresas han identificado los riesgos derivados de la vulneración de los derechos humanos y el 44% de las empresas públicas ha identificado aquellos riesgos reputacionales que pueden tener impacto en el valor y continuidad de las empresas.

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