El Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, también conocido por sus siglas en inglés como WBCSD, es una asociación mundial de más de 200 empresas que trabajan exclusivamente con el sector empresarial y el desarrollo sostenible. Esta entidad ha publicado el pasado 25 de marzo un informe titulado “Visión 2050: La hora de la transformación”, el cual establece una serie de vías de transformación para ayudar a las empresas a impulsar un cambio en sus estrategias, operaciones comerciales e impacto en la sociedad, con el objetivo de lograr un mundo más sostenible dentro de los próximos 30 años.
Los recursos planetarios son finitos. Aunque parezca inverosímil un día se acabaran y tristemente ese día está cada vez más cerca. El mundo se enfrenta a tres retos críticos: la emergencia climática, la pérdida de la naturaleza y la creciente desigualdad. La pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto que estos retos están interconectados y que nuestros sistemas están mal preparados para las crisis. Además, la pandemia puso de relieve que el sistema capitalista, tal y como lo conocemos, es insostenible.
En este contexto de múltiples crisis sistémicas, mientras los riesgos globales siguen aumentando, los líderes empresariales se están uniendo en torno a una agenda de transformación audaz y urgente. A esto apunta la publicación del WBCSD, que traza un mapa de cómo se transforman los sistemas y establece un nuevo marco para guiar la acción empresarial en la próxima década a partir de nueve vías de transformación. Para lograr esta visión, afirma el documento, necesitamos una transformación a escala, y las empresas deben centrar sus acciones en las áreas en las que pueden liderar mejor las transformaciones de los sistemas.
Si bien nos encontramos en un mundo convulsionado y en el cual muchas veces las urgencias son tantas que resulta complejo determinar hacia donde apuntar, no debemos olvidar que contamos ya con una brújula para guiarnos en medio de tanta incertidumbre: Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Es por esto, que las vías de transformación propuestas en la publicación están alineadas con la Agenda 2030 así como también con las metas del Acuerdo de París. Cada una de las nueve vías de transformación contiene diez áreas de acción para la próxima década, diseñadas para ayudar a las empresas a impulsar un cambio transformador en sus estrategias, operaciones comerciales e impacto en la sociedad.
Las y los expertos de WBCSD sostienen una premisa central: las empresas pueden y deben liderar el cambio. No solo por el compromiso con la sociedad que deberían tener las grandes compañías, sino también porque a las empresas les debería interesar ya que su éxito a largo plazo depende de sociedades prósperas con las que comerciar y un planeta en el que todos podamos vivir. Por esto, dentro de cada línea de acción, la publicación propone diez acciones empresariales esenciales que impulsarán el progreso en la próxima década.
No han propuesto un ideal utópico, por el contrario, las recomendaciones recogidas en el documento son posibles y prácticas. La propuesta apunta a que se pueda utilizar como un marco fiable y ambicioso, que proporcione a los líderes de los de los gobiernos, las empresas y la sociedad civil una visión de conjunto y un entendimiento común de adónde queremos llegar y cómo podemos hacerlo.
El documento sostiene que sólo podremos tener un mundo más sostenible de aquí a los próximos 30 años si logramos transformaciones urgentes y significativas de nuestras empresas, economías y sociedades. Las compañías desempeñan un papel fundamental en el suministro de los productos y servicios que las sociedades necesitan. Visión 2050: La hora de la transformación propone entonces nueve vías para la trasformación, a saber:
Finalmente, el documento propone, además de las nueve vías de trasformación anteriormente descritas, tres cambios de mentalidad que guiarán la forma en que se tomen las decisiones en la próxima década. Estas son fundamentales para alcanzar estas metas y sostenerlas en el tiempo con éxito. En primer lugar, la reinvención: esta significa reconocer que nuestro actual sistema capitalista es insostenible. La generación de beneficios a largo plazo requiere un modelo de capitalismo transformado que recompense la verdadera creación de valor en lugar de la extracción de valor. En segundo lugar, la resiliencia que significa mejorar la capacidad de las empresas para anticiparse, aceptar y adaptarse a los cambios y a las perturbaciones para salvaguardar su éxito a largo plazo. Finalmente, la regeneración que hace referencia a poder ir más allá de una mentalidad de "no hacer daño" para girar hacia una una mentalidad en la que las compañías tengan la capacidad de modificar los sistemas ambientales para sanar y prosperar.