El día mundial por el agua es un buen momento para recordar y celebrar la importancia de la solidaridad. En 2020, 15 millones de españoles colaboraron económicamente con alguna ONG desde sus casas, según un estudio de la Asociación Española de Fundraising. A ellos, y a todos aquellos que con su colaboración contribuyen a mejorar la vida de otras personas, va dirigida la campaña que la empresa social AUARA ha lanzado este año con motivo del Día Mundial del Agua, con la colaboración de Areas, empresa líder en food&beverage y travel retail.
La solidaridad es siempre desinteresada y en muchos casos anónima: quienes donan dinero o recursos materiales lo hacen para favorecer a personas que normalmente no conocen, con el fin de causar un impacto positivo en sus vidas. Bajo este con concepto y con el lema ‘Amar para creer’, esta campaña pretende mostrar los rostros y las historias que hay detrás de las más de 57.400 personas de 17 países que, gracias a los clientes que han elegido la marca AUARA, han experimentado un cambio radical en sus vidas a través del acceso a agua potable; un recurso del que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), carecen 1.200 millones de personas de todo el planeta.
Para ello ambas compañías han colaborado en una acción de impacto en las estaciones de Sants en Barcelona y de Atocha en Madrid. Cuando los viajeros compraban una botella de AUARA en alguno de los establecimientos COMO de Areas, de forma automática aparecía un video holográfico a tamaño real en el que algunos de los beneficiarios de los proyectos sociales de AUARA les contaba quiénes eran y cómo les había cambiado la vida tener acceso a agua potable.
La empresa social AUARA destina el 100% de sus dividendos a construir pozos, instalar tanques de recogida de agua de lluvia y sistemas de saneamiento en comunidades sin recursos de países en vías de desarrollo. De este modo, no solo contribuye a mejorar sus condiciones de salubridad, a reducir la transmisión de enfermedades y, por tanto, su mortalidad; también ofrece nuevas oportunidades y un futuro mejor a las mujeres y niñas que normalmente son las responsables de dedicar varias horas al día a ir en busca de agua a fuentes de dudosa calidad sanitaria.
Historias que llegan desde Benín, como la de Debo Kao, de 30 años, casada y con siete hijos, que antes tenía que levantarse a las cinco de la mañana y andar varios kilómetros cada día para recoger agua de charcos para abastecer a su familia. O como la de Djobo Demo, de 15 años, casado y con un hijo, que cuenta cómo han desaparecido muchas enfermedades como diarreas y dolores de estómago por beber agua de los charcos. O la de Assoumi Lamatou, que muestra su satisfacción porque, ya no tienen que beber el agua de lluvia que caía del tejado de chapa durante la estación de lluvias.
La OMS calcula que las enfermedades diarreicas transmitidas por el agua son responsables de 1,5 millones de muertes al año. Por su parte, el COVID-19 ha puesto de manifiesto que disponer de agua potable para el lavado frecuente de manos ayuda a prevenir su transmisión, aunque millones de personas no pueden hacer este gesto tan sencillo. Y mientras, los recursos hídricos se reducen en todo el planeta al mismo tiempo que se incrementa el consumo de agua. Es por esto que, desde AUARA y Areas se recuerda la importancia de tomar conciencia de la necesidad de proteger el agua y reducir su consumo hoy, para seguir teniéndola el día de mañana.
Antonio Espinosa de los Monteros, CEO y cofundador de AUARA sostiene que: “La solidaridad nos demuestra que también podemos creer en aquello que no vemos, que ni siquiera conocemos, y que el amor por el ser humano y el deseo de mejorar el mundo son capaces de lograr cosas impresionantes. Hoy queremos agradecer a cada una de las personas que en estos cuatro años han comprado AUARA por ayudarnos a mejorar la situación de aquellos que no tienen la suerte de tener un grifo con agua disponible”.
