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Lo sabíamos que podía pasar y pasó. La distribución de la vacuna contra la COVID-19 está siendo sumamente desigual, poniendo en riesgo la vida de millones de personas en todo el mundo. Los países más ricos vacunan a una persona cada segundo, mientras que la mayoría de las naciones más pobres aún no ha administrado ni una sola dosis.

Se cumple un año de la inesperada pandemia que llegó y lo cambió todo. Cuando aún no se vislumbraba el final de la pesadilla ya comenzaba a hablarse del dinero que invertirían las naciones para una posible vacuna. Finalmente, la vacuna llegó y sucedió lo que era de esperar: el egoísmo triunfó. Una vez más, la desigualdad está a la orden del día en el mundo y el lugar de nacimiento de una persona determina la posibilidad de sobrevivir al virus que ya ha causado estragos en la humanidad.

El desigual reparto de la vacuna es un problema de compleja solución. La Alianza “People´s Vaccine”, a la que pertenece Oxfam Intermón, y en la que también figuran otras ONG como Alianza por la Solidaridad-Action Aid, advierte que la mayoría de los países en desarrollo no ha podido administrar ni una sola dosis de las vacunas contra el coronavirus. Las naciones en desarrollo enfrentan una situación crítica por la carencia de oxígeno y suministros médicos. 

La realidad es preocupante y al mundo parece no importarle demasiado. La investigación realizada por People´s Vaccine afirma que los países ricos están vacunando a sus ciudadanos y ciudadanas al ritmo de una persona por segundo durante el último mes. Sin mencionar que muchos países ya han comprado más dosis que cantidad de habitantes. Además, y más grave aún es que muchos de estos países ricos, incluidos los de la UE, Estados Unidos y el Reino Unido, están bloqueando una propuesta de más de 100 países en desarrollo que se debate este miércoles 10 en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que permitiría anular los monopolios de las empresas farmacéuticas y aumentar la producción de vacunas COVID-19 seguras y eficaces, algo que necesitan con urgencia y desesperación los países más pobres.

Es cierto que ha habido iniciativas solidarias, pero también es real que no son suficientes. Aunque los países pobres están recibiendo dosis a través del Mecanismo de Acceso Mundial a las Vacunas contra la COVID-19 de la OMS, también llamado COVAX, se calcula que las cantidades disponibles llegarán sólo para vacunar al tres por ciento de las personas en estos países a mediados de año.

Lo que se estima para el futuro no es muy alentador. Las previsiones auguran que cuatro de cada cinco personas en estas naciones no estarán vacunadas cuando finalice 2021. Un año después de la declaración de la pandemia, la COVID-19 ha puesto al descubierto la brutal desigualdad que sufre el planeta. Es paradójico pero de lo que estamos seguros es que lo único igualitario este año será la desigualdad. Por primera vez en la historia, según una reciente encuesta de Oxfam Intermón entre economistas y expertos, la desigualdad aumentará en todo el planeta al mismo tiempo.  Es por esto que urge pedir medidas más solidarias y que busquen proteger a los más vulnerables.

Es por esto, que además de vacuna universal y gratuita, Oxfam Intermón está pidiendo a gobiernos e instituciones la condonación de la deuda externa de los países más pobres, medidas fiscales progresivas y un incremento de la cooperación internacional para obtener recursos que permitan una mayor protección social de las personas más afectadas por la pandemia y sus consecuencias socioeconómicas.

En esta misma línea, casi un millón de personas en todo el mundo ha firmado ya el llamamiento de la Alianza People's Vaccine, un grupo de organizaciones entre las que está Oxfam Intermón, Frontline AIDS, ONUSIDA o el Yunus Center, para que las naciones ricas dejen de proteger a los grandes monopolios farmacéuticos y sus ganancias por encima de la vida de las personas. Este 11 de marzo, activistas de la organización llevarán a cabo protestas en las sedes farmacéuticas en distintas ciudades del planeta.

En la reunión sobre propiedad intelectual de la OMC que se celebra hoy 10 de marzo y mañana en Ginebra, más de 100 países en desarrollo, encabezados por Sudáfrica y la India, volverán a presentar una propuesta para una exención de los aspectos de dicha propiedad intelectual relacionados con el comercio. Con ello se permitiría eliminar las barreras legales y que más países y fabricantes pudieran producir las vacunas, proteger a la población y sumarse a la recuperación económica que se avecina en los países ricos.

La Alianza “People´s Vaccine” recuerda que para controlar el virus es necesario producir suficientes dosis de vacunas en diferentes lugares, a un precio asequible, para que se distribuyen a nivel mundial, masivamente y de forma gratuita para las personas que las reciban. Hasta ahora, el mundo está fracasando. La latitud a donde hayamos nacido no puede ser un factor de riesgo.

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