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La entidad financiera da un paso más en su estrategia de sostenibilidad y su fuerte compromiso medioambiental mediante el anuncio de que dejará de financiar a clientes cuyas actividades basadas en carbón representen más del 5% de sus ingresos. Esta nueva disposición regirá para antes de 2030 en los países desarrollados y antes de 2040 en el resto de países en los que está presente la banca. La decisión se encuentra alineada con la propuesta del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que consistente en limitar la subida de las temperaturas a un máximo de 1,5ºC y con la ambición de conseguir una economía neutra en carbono para 2050.

Carlos Torres Vila, presidente de BBVA, expresó con convicción que: “En BBVA, la sostenibilidad es parte esencial de nuestra estrategia, incluida la lucha contra el cambio climático, que es una de las mayores disrupciones a las que se ha enfrentado la humanidad”. Consecuentes con ello, la entidad financiera se propone reducir a cero su exposición a actividades relacionadas con el carbón, dejando de financiar a empresas en esas actividades.

La medida será aplicada para clientes cuyas actividades basadas en carbón representen más del 5% de sus ingresos, como recoge en su actualización del Marco Medioambiental y Social de BBVA. Las empresas que superen este umbral solo podrán recibir financiación para proyectos de energías renovables y sostenibles. La definición del umbral está en línea con el criterio de Science-Based Target Initiative, una iniciativa que propone una aproximación metodológica para fijar objetivos de descarbonización basados en la ciencia. En el mundo entero más de 1.200 empresas ya se han comprometido, el único banco español es BBVA.

La emergencia climática ya no puede esperar y la información acerca de los daños que producen las empresas contaminantes es contundente. Según el IPCC, la generación de electricidad a base de carbón debe reducirse a casi cero para lograr una economía neutra en carbono en 2050. Ya no hay tiempo que perder con medidas intermedias que no resuelven el problema de raíz. Es por esto, que el anuncio que ha hecho la banca significa un paso importante para detener el cambio climático.

Esta decisión de BBVA se completará a lo largo de 2021 con planes y objetivos para acompañar la descarbonización de sus clientes en todos los sectores intensivos en emisiones de CO2, que, junto con el carbón, representan dos tercios de las emisiones globales: petróleo, gas, automoción, siderurgia, cemento y transporte. En definitiva, planes que contribuyan al objetivo de cero emisiones netas en 2050.

“Hemos dado otro paso muy importante, comprometiéndonos a reducir a cero nuestra exposición a actividades relacionadas con el carbón. Acompañaremos activamente a nuestros clientes en este camino, apoyándolos con financiación y asesoramiento en su transición hacia modelos basados en energías sostenibles”, ha afirmado el presidente de la banca.

Si bien este anuncio es quizás uno de los más transformadores de los últimos tiempos, el compromiso de la banca viene siendo sostenido desde hace ya varios años. En este sentido, cabe destacar que BBVA ha movilizado en los últimos tres años (2018-2020) más de 50.000 millones de euros en financiación sostenible, por lo que va muy por delante en su objetivo de movilizar 100.000 millones en ocho años (2018-2025). Asimismo, en 2018 la empresa se comprometió a alinear su cartera de crédito con los objetivos de calentamiento global del Acuerdo de París, y apoya la necesidad de alcanzar cero emisiones netas de dióxido de carbono en 2050. Para lograr estas metas, es clave fomentar el uso de energías limpias y sostenibles frente a aquellas más contaminantes, como el carbón, que es el combustible fósil que más contribuye a las emisiones globales de CO2, con un 40% del total.

Todas estas acciones se ubican en el Marco Medioambiental y Social de la compañía se basa en los estándares de los organismos internacionales para establecer prohibiciones a la actividad con clientes en los sectores de minería, agroindustria, energía, infraestructuras y defensa. Este emana de la Política General de Sostenibilidad y de la Política de Responsabilidad Social Corporativa de BBVA. A partir de estas declaraciones la banca ha actualizado los criterios que seguirá para la financiación de todas las actividades de sus clientes que tienen un alto impacto en el medioambiente y la sociedad, como parte de su compromiso para fomentar el desarrollo sostenible y los derechos humanos.

En línea con el nuevo anuncio, desde diciembre de 2020, han quedado prohibidas las actividades con clientes involucrados en cualquier uso relacionado con arenas bituminosas sin una estrategia de diversificación de su actividad y donde éstas representen más del 10% de su producción total. Los nuevos clientes de estos sectores de alto impacto medioambiental y social serán aceptados tras evaluar que su actividad está en línea con los criterios ESG (por sus siglas en inglés, ‘Environmental, Social, y Governance’).

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