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La contaminación que genera el plástico en el planeta es una preocupación creciente en la Unión Europea. Esta problemática se ha visto claramente agravada tras la pandemia y la necesidad inminente de uso de material sanitario imposible de reciclar. Ante esta problemática, un reciente informe publicado por la Agencia Europea del Medioambiente (AEMA) señala tres vías para el camino a seguir: un uso más inteligente de los plásticos, una mayor circularidad y el uso de materias primas renovables.

La cantidad cada vez mayor de plástico, su impacto en la biodiversidad y su contribución al cambio climático, así como la forma de tratarlo desde la perspectiva de la economía circular han estado en la agenda política de la Unión Europea durante años. Frente a un contexto ya complejo de resolver, la pandemia de la COVID-19 no ha hecho más que aumentar la atención por los residuos plásticos, con imágenes de máscaras en nuestros mares y grandes cantidades de equipos de protección de un solo uso. El informe sobre la economía circular de los plásticos, publicado recientemente por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) analiza la necesidad y el potencial de un cambio hacia un enfoque circular y sostenible de nuestro uso de los plásticos.

El informe de la AEMA "Los plásticos, la economía circular y el medio ambiente de Europa - Una prioridad para la acción" afirma que pese a que existe una mayor concienciación y acción sobre la forma de eliminar los plásticos en el medio marino y en otros lugares, hay muchos otros impactos menos conocidos de los plásticos, como su contribución al cambio climático y los nuevos retos relacionados con la pandemia de coronavirus en los cuales aún es necesario profundizar y tomar medidas al respecto.

El informe analiza la producción, el consumo y el comercio de plásticos, el impacto medioambiental y climático de estos durante su ciclo de vida y explora la transición hacia una economía circular de los plásticos a través de tres vías que implican a los responsables políticos, la industria y los consumidores. Además, la publicación muestra que la producción, el uso y el comercio de plásticos siguen creciendo. Ante esta realidad, la investigación llevada a cabo por la AEMA señala tres vías para el camino a seguir: un uso más inteligente de los plásticos, una mayor circularidad y el uso de materias primas renovables. Juntos pueden ayudar a conseguir un sistema de plásticos sostenible y circular.

La pandemia y los plásticos: dos aspectos imposibles de separar

Es evidente que la pandemia de coronavirus ha provocado cambios en la producción, el consumo y los residuos de plásticos. Las mascarillas de plástico desempeñan un papel fundamental a la hora de limitar la propagación del COVID-19 y estas tienen un tiempo de uso acotado por razones sanitarias. Si bien frenar la pandemia ha sido una de las preocupaciones centrales de las administraciones, no podemos perder de vista el impacto medioambiental que esto ha supuesto.

La investigación advierte que el aumento de los residuos de plástico debido a la demanda de mascarillas y guantes, además del cambio en la producción y el uso de productos de plástico de un solo uso, como los envases de comida para llevar y los embalajes de plástico para la venta online, pueden poner en peligro los esfuerzos de la UE a corto plazo para frenar la contaminación por plástico y pasar a un sistema de plásticos más sostenible y circular.

En este sentido, las y los expertos de la AEMA afirman que el consumo y la producción de plásticos implican el uso de grandes cantidades de combustibles fósiles, lo que tiene implicaciones negativas para el medio ambiente y el cambio climático. Para agravar el problema, la reducción de la actividad económica ha provocado una fuerte caída de los precios mundiales del petróleo, lo que hace que a los fabricantes les resulte mucho más barato producir artículos de plástico a partir de materiales vírgenes de origen fósil que utilizar materiales plásticos reciclados. El informe muestra que si la producción y el uso de plásticos siguen aumentando como se prevé, la industria del plástico representará el 20 % del uso mundial de petróleo en 2050, un aumento respecto al 7 % actual.

Asimismo, los datos del Inventario de Gases de Efecto Invernadero de la AEMA muestran que las emisiones anuales relacionadas con la producción de plásticos en la UE ascienden a unos 13,4 millones de toneladas de CO2, es decir, aproximadamente el 20% de las emisiones de la industria química en toda la UE. La viabilidad económica del mercado europeo y mundial del reciclaje de plásticos está actualmente sometida a una gran presión. La menor demanda del mercado de plásticos reciclados también ha complicado los esfuerzos de muchos municipios europeos por gestionar sus prácticas de residuos de forma sostenible, y se están utilizando opciones de eliminación de residuos menos deseables para cantidades importantes de residuos plásticos.

Ante esta situación compleja de resolver, los modelos empresariales circulares pueden ayudar a disminuir la producción y el consumo insostenibles de plásticos. Cada vez hay más interés y oportunidades lucrativas en cambiar los modelos empresariales tradicionales para hacerlos más circulares, permitiendo que los materiales y los productos se reutilicen y permanezcan en la economía el mayor tiempo posible.  La economía circular puede ser la gran protagonista de la recuperación post pandémica. Esta transición requerirá la aplicación de las políticas de apoyo adecuadas y de comportamientos que conduzcan a un cambio en el consumo y la educación.

Hans Bruyninckx, Director Ejecutivo de la AEMA expresó que "los retos que plantean los plásticos se deben en gran medida a que nuestros sistemas de producción y consumo no son sostenibles. La pandemia del COVID-19 y el cambio climático han amplificado la atención pública sobre la crisis de los residuos plásticos a la que nos enfrentamos. Está claro que la mejor manera es cambiar a una economía de plásticos fundamentalmente sostenible y circular, en la que utilicemos los plásticos de forma mucho más inteligente y los reutilicemos y reciclemos mejor. Además, la producción de plásticos a partir de materias primas renovables debería ser el punto de partida".

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