Francisco Roman, presidente de Fundación Seres, afirma que : “La irrupción de la Inteligencia Artificial en las compañías genera grandes oportunidades de crecimiento a la vez que plantea importantes desafíos para alcanzar su desarrollo, teniendo en cuenta los beneficios para toda la sociedad, respetando la privacidad de los datos y protegiéndonos ante posibles sesgos.” En medio de un escenario cambiante y que se transforma constantemente en el plano de las nuevas tecnologías, en los próximos años, las organizaciones serán actores destacados en influenciar nuevos modelos sociales fuertemente marcados por el factor tecnológico. En este marco, no podemos permitirnos dejar a nadie atrás. Resulta crucial entonces, abordar las cuestiones éticas que plantea la introducción de la Inteligencia Artificial (IA) en las diferentes esferas.
El Decálogo sobre Inteligencia Artificial Responsable e Inclusiva, fruto de la colaboración de Fundación Seres y everis en el LabS que lleva su nombre, afirma que el impulso de una Inteligencia Artificial responsable e inclusiva será posible gracias a la creación de un ecosistema de colaboración en el que las compañías, instituciones públicas, universidades y ciudadanía aborden conjuntamente los nuevos retos y oportunidades que la IA representa para nuestra sociedad. El objetivo del informe publicado se centra en el diseño de soluciones tecnológicas que tengan en cuenta la perspectiva social. Esto significa un paso más para garantizar el desarrollo de marcos de actuación que puedan permitir a las compañías, investigadores y, a la sociedad en general, comprender mejor y abordar de forma práctica los desafíos sociales asociados a la implementación de la lA, logrando articular el futuro empresarial bajo el prisma de la responsabilidad y la inclusión social.
Luego de una profunda investigación, se ha definido un decálogo común para el uso responsable e inclusivo de la IA en las empresas a través de 12 enunciados que se alinean con las directrices éticas establecidas por la Comisión Europea para una Inteligencia Artificial fiable. Estos enunciados han sido definidos de manera que reúnan una visión compartida de la IA responsable e inclusiva al mismo tiempo que reflejen el compromiso de cada una de las empresas participantes en el LabS por avanzar hacia un uso responsable de la tecnología. De igual manera, este decálogo puede servir como primera aproximación a un planteamiento de principios éticos interno de cada organización, que guíe sus operaciones y esté en línea con la visión estratégica de la entidad.
Teniendo en cuenta el impacto de la IA en sus diferentes fases y aplicaciones, el informe ha definido el decálogo ateniendo a que este traslade el compromiso que implica un uso responsable e inclusivo de la IA a través de tres grupos de interés: la Sociedad, el Individuo y las Organizaciones. En primer lugar, desde el punto de vista de la Sociedad, el informe sostiene que la IA tiene el enorme potencial de fomentar el progreso social y económico. Como punto de partida, reconoce la importancia de llevar a cabo una labor de concienciación para impulsar el uso responsable e inclusivo de los sistemas de IA. De igual manera, se contempla el diseño de una ruta de transformación digital responsable amparada por la normativa vigente y regulación europea. Finalmente, el empleo de la IA debe favorecer la inclusión de todos los grupos sociales, en especial el de los más vulnerables, convirtiendo la diversidad cultural y disciplinar en una ventaja competitiva.
En segundo lugar, desde el punto de vista del Individuo, el empleo de una IA responsable e inclusiva asegura la libertad y autonomía de las personas, características innatas en el ser humano. Además, el informe advierte que el correcto desarrollo de las tecnologías debe asegurar una estricta protección de aquellos datos sensibles cuyo uso inapropiado pueda impactar negativamente en las personas. Y, por último, desde el punto de vista de la Organización, el documento explica que son claros los beneficios de desarrollar una IA sólida y segura atendiendo a los diferentes riesgos implicados en cada fase del ciclo de vida tales como posibles malversaciones, ataques y sesgos.
Los enunciados incorporados en el decálogo son:
El documento concluye que las empresas deben diseñar una hoja de ruta que integre un empleo de la IA responsable e inclusiva en la cultura empresarial y que sea escalable trasversalmente en la organización; así como crear una IA confiable, transparente, explicable y segura que pueda ser aceptada por la sociedad, permitiendo la participación conjunta de todos los grupos de interés para potenciar los beneficios y fomentar las oportunidades de futuro que la IA entraña.