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La compañía lleva años trabajando para minimizar la huella de carbono de su negocio. En la última década, ha reducido en un 30,5% las emisiones en toda su cadena de valor en Europa Occidental, pero aún queda mucho por hacer. Por eso, en 2020 la empresa ha renovado su compromiso y se ha propuesto reducir sus emisiones en toda su cadena de valor en un 30% para 2030 con el fin de convertirse en una empresa cero emisiones netas en 2040.

Ya no hay dudas de que el mundo se encuentra en un punto crítico en el plano medioambiental. La situación es preocupante y urge que revirtamos el daño que venimos haciendo como sociedad año tras año. La evidencia científica ya ha demostrado que emitimos más gases de efecto invernadero de los que la naturaleza puede absorber de forma natural. Estos gases acumulados en la atmósfera están causando un aumento de la temperatura global, lo que a su vez está provocando cambios en el clima de efectos ya visibles. 

El cambio climático es uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado jamás la Humanidad, es por eso que Coca‑Cola lleva años trabajando para minimizar la huella de carbono de su negocio. En la última década, ha reducido en un 30,5% las emisiones en toda su cadena de valor en Europa Occidental como parte de Avanzamos, su estrategia de sostenibilidad para esta región, pero aún queda mucho por hacer.

En el caso de España, se pondrán en marcha una serie de acciones concretas para alcanzar el objetivo de cero emisiones. Así, en materia de envases, está previsto que los envases de bebidas sin gas cuenten con un 100% de plástico reciclado (rPET) a finales de 2021, mientras que el resto de envases contendrán un 50% de rPET. De hecho, marcas como Smartwater ya utilizan un 100% de plástico reciclado. 

Asimismo, se seguirán aligerando las latas y botellas de plástico y vidrio, lo que está permitiendo ahorrar cerca de 22.000 toneladas de material virgen, e innovando en envases rellenables y dispensadores. Prueba de ello es que el 27% de los envases de Coca‑Cola en España son rellenables y nuestro país ha sido elegido para probar el sistema de dispensado para bares y restaurantes desarrollado por ITS (Innovative Tap Solution).

Respecto al transporte, Coca‑Cola European Partners ya emplea modelos de camiones Euro VI, mucho más ecológicos, y una parte de la flota de vehículos comerciales pasará a ser híbrida en 2021. Asimismo, y siempre que sea posible, se utilizará el tren para transportar las bebidas. Por otra parte, se continuará apostando por equipos de frío más eficientes y para que las fábricas estén libres de combustibles fósiles. De hecho, toda la electricidad contratada en sus plantas y las oficinas centrales en Madrid ya es de origen renovable y se trabaja para que el resto de la energía empleada también lo sea.

Ana Callol,vicepresidenta de Asuntos Públicos, Comunicación y Sostenibilidad de Coca‑Cola European Partners Iberia, afirmó que "más allá de los compromisos, queremos establecer una hoja de ruta con acciones concretas que nos permitan asegurar que cumplimos con los ambiciosos objetivos que nos hemos marcado. Estamos convencidos de que, con la colaboración de nuestros proveedores y clientes, y el compromiso de todo el equipo, seremos capaces de alcanzar nuestros objetivos".

Para alcanzar la neutralidad climática, Coca‑Cola European Partners se centrará en reducir las emisiones al máximo, pero cuando no sea posible disminuirlas más, invertirá en mecanismos que eliminen el carbono de la atmósfera o en proyectos de compensación de carbono verificados. Este compromiso para Europa Occidental se suma a la estrategia de The Coca‑Cola Company a nivel mundial, que estableció en 2019 un nuevo objetivo basado en la ciencia para reducir sus emisiones totales de carbono en un 25% para 2030 con respecto a 2015.

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