La inversión ambiental, social y de gobierno (ESG) es un campo muy amplio con muchos diferentes enfoques de inversión que abordan diversos objetivos de inversión en clases de activos. Los bonos tienen un alza limitada, pero en un escenario negativo, los inversores pueden potencialmente perder todo su capital invertido. En un nivel superior, es posible descomponer el ESG invirtiendo en tres áreas principales, cada una de las cuales tiene su propio objetivo de inversión, primero, la incorporación del ESG, en el que el objetivo clave es mejorar el riesgoy rendimiento de características de una cartera; en segundo lugar, la inversión basada en valores, en la que los inversores buscan para alinear su cartera con sus normas y creencias; y tercero, la inversión de impacto, en que los inversionistas quieren usar su capital para provocar el cambio para la sociedad o propósitos ambientales, por ejemplo, para acelerar la descarbonización de la economía.
Un estudio realizado por MSCI, recientemente publicado, se centraron en el primer objetivo de inversión - ESG como un medio para alcanzar los objetivos financieros en la gestión de la cartera en el contexto de las empresas bonos. El documento afirma que un número creciente de inversores institucionales está buscando incorporar factores ESG en el proceso de inversión de renta fija, junto con los factores financieros tradicionales. Pero, ¿la incorporación de consideraciones ASG al construir carteras de bonos corporativos da a los inversores información más allá de lo que podrían aprender de las calificaciones crediticias?
La investigación tuvo como objetivo proporcionar información a los inversores institucionales que buscan incorporar los factores ESG en el proceso de inversión de renta fija. El análisis empírico, muestra que los aspectos ESG son en general más relevantes financieramente en bonos de alto rendimiento que en bonos de grado de inversión (IG) y más relevante en bonos IG con vencimientos más largos que cortos.
El análisis aborda a la conclusión de que las clasificaciones ESG y las clasificaciones crediticias abordan diferentes aspectos de las exposiciones al riesgo crediticio y no deben confundirse ni considerarse intercambiables. La investigación evalúa además el desempeño de ESG - y sus pilares individuales E, S y G - tanto antes como después de tener en cuenta factores de crédito como las calificaciones crediticias. Los expertos analizaron el riesgo financiero y las características de rendimiento de la puntuación de los factores ESG, reflejando las clasificaciones en altas, medias y bajas. Sobre esto, encontraron que, dentro de los tres pilares, el pilar social (S) mostró el mejor desempeño en los rendimientos, mientras que el pilar ambiental (E) mostró la mayor diferenciación en términos de riesgo, sobre el universo más amplio. Sin embargo, el ESG agregado mostró una mayor reducción de riesgos de los pilares individuales, lo que sugirió un un enfoque holístico del ESG en lugar de un enfoque de un solo pilar.
En resumen, el análisis sugiere que las clasificaciones ESG pueden añadir valor financiero cuando se usan además de en las calificaciones crediticias, para evaluar los riesgos crediticios y construir carteras de bonos corporativos. La investigación se realizó analizando la eficacia de tres canales de transmisión identificados en anteriores investigaciones realizadas por MSCI, basado en análisis conceptual utilizando el modelo de riesgo crediticio de Merton.
El análisis del canal de flujo de efectivo mostró que los emisores de alta calificación se mostraron financieramente más fuertes que los emisores de baja calificación, lo que en última instancia condujo a una mejor calidad crediticia. Los expertos afirman que el canal de transmisión proporciona una explicación para la correlación positiva observada entre las clasificaciones de ESG y las clasificaciones de crédito.
Finalmente, el análisis de riesgos mostró que los emisores con una alta calificación ESG mostraron niveles más bajos de riesgos sistemáticos e idiosincrásicos después de controlar los factores tradicionales y factores de estilo, incluida la calidad del crédito, lo que significa que hubo un efecto residual que explica el riesgo crediticio aún no capturado por las calificaciones crediticias. Asimismo, el estudio muestra que las clasificaciones de ESG tenían características distintas de las clasificaciones crediticias y entregaban valor financiero después de contabilizar las clasificaciones. En resumen, los dos tipos de sistemas de calificación se complementaron entre sí.