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La crisis del coronavirus va a tener un profundo impacto sin precedentes en la economía española y en la supervivencia de las empresas. Superar la pandemia exigirá un esfuerzo coordinado de los sectores público y privado. Un nuevo informe de la consultora estratégica McKinsey & Company, analiza el panorama económico de nuestro país. España post COVID-19: de la resiliencia a la reinvención, nos esperan tiempos mejores.

Las economías de todos los países se encuentran en una situación de crisis e inestabilidad. La aparición y propagación de la COVID-19 ha afectado a todos los ámbitos de la sociedad y, a la magnitud de la crisis humanitaria, se ha sumado una disrupción económica generalizada. Las empresas españolas, que llevaban seis años operando en un entorno de expansión económica (crecimiento anual del PIB real del 2,6% desde 2013 hasta 2019), han tenido que revisar su estrategia, adaptar rápidamente su modelo de negocio y adoptar todas las medidas necesarias para sobrevivir a la crisis.

La experiencia de España es un reflejo de lo vivido por el resto de países europeos. El confinamiento a escala nacional, que se implantó el día 15 de marzo, frenó en seco la vida cotidiana y con esto se frenó también la actividad económica en la mayoría de los rubros. El informe desarrollado por un grupo de expertos, explica que ahora que España comienza a reactivar su economía, debemos abordar un doble objetivo: proteger tanto la salud de las personas como el bienestar económico. Para conseguirlo, en primer lugar, sostienen que debemos diseñar unas políticas eficaces capaces de acelerar la recuperación de España y mitigar el impacto económico para empresas y ciudadanos y, en segundo lugar, utilizar la crisis como catalizador para acelerar el cambio y reinventar la estructura de las empresas, los sectores y la economía en general.

En el artículo, se examinan las implicaciones de la pandemia de la COVID-19 en el bienestar económico de España a través de cinco elementos: 1. el punto de partida de la economía española previo a la pandemia,2. el impacto que podría tener la crisis en los distintos sectores, 3. la respuesta del gobierno hasta la fecha, 4. la aceleración de las tendencias que podrían conformar la nueva realidad económica y 5. la necesidad de medidas desde los sectores público y privado para acelerar la recuperación.

  1. Un punto de partida para empresas y hogares más favorable que en la anterior crisis, aunque existen señales de alerta

La capacidad de un país de capear una pandemia depende, en gran medida, de la situación económica del sector público, de las empresas y de los hogares. Aproximadamente diez años después de la última crisis, las empresas españolas presentan un endeudamiento sustancialmente inferior al que registraban en 2007, lo que las sitúa en línea con la media europea. Los hogares españoles también han reducido notablemente su nivel de endeudamiento durante este período. Sin embargo, el gobierno ha seguido una trayectoria diferente: desde 2007 hasta 2018 ha aumentado su relación entre deuda y PIB en más de cincuenta puntos porcentuales y, a día de hoy, supera la media del endeudamiento soberano de Europa en casi veinte puntos porcentuales.

Para entender mejor el impacto de la pandemia elaboraron en colaboración con Oxford Economics, diferentes escenarios macroeconómicos. Estiman que el PIB español podría caer, en términos reales, entre el 5,7% y el 13,5% en 2020, comparado con un rango de entre el 5,2% y el 11,1% en la eurozona, y entre el 2,7% y el 6,5% a escala mundial.

  1. El impacto que podría tener la crisis en los distintos sectores

Los sectores que pueden verse menos afectados por la COVID-19, cuyos ingresos podrían descender el 10% o menos, son el de las telecomunicaciones, la industria farmacéutica y de productos médicos, la administración pública y defensa, sanidad y educación, el sector de industria de bienes de consumo y las ventas minoristas de alimentación. Estos sectores representan el 26% del VAB y el 31% del mercado laboral. Esto implicará una profunda crisis económica en la que un gran número de empresas quizás no pueda continuar su actividad, no sólo por problemas de liquidez a corto plazo sino, además, por sus posiciones estructurales de deuda y de capital. Además, cada bar, restaurante, tienda y empresa que cierre tendrá un impacto negativo sobre el conjunto de la sociedad.

  1. Un paquete de medidas de estímulo del gobierno acorde con el de otros países desarrollados, pese al menor margen de maniobra

Los gobiernos de todo el mundo han respondido a la pandemia poniendo en marcha ambiciosos paquetes de medidas de estímulo para salvar vidas y proteger el bienestar económico. Por el momento, la magnitud de la respuesta del gobierno español ha estado en consonancia con la de otras economías avanzadas: su paquete de medidas equivale, aproximadamente, a el 16% del PIB (versus 15% en Francia y Portugal, 21% en Alemania o 22% en Italia). Sin embargo, estas medidas tienen lugar en un contexto en el que el sector público, dado su elevado endeudamiento, tiene un menor margen de maniobra que otros países europeos.

  1. La aceleración de las tendencias que podrían conformar la nueva realidad económica

Se espera que la COVID-19 produzca cambios permanentes en el comportamiento de la sociedad y de los agentes económicos. Desde el inicio de la pandemia, se han analizado cada dos semanas la evolución de la confianza de los consumidores. Los españoles muestran un menor optimismo que los europeos en cuanto a la recuperación: el 42% de los consumidores españoles se muestra pesimista ante la recuperación económica del país, un porcentaje que no ha variado durante el último mes, frente al 36% de los franceses y los italianos y el 18% de los alemanes. Además de la preocupación por la economía española (83% de los encuestados manifestaron estar “muy preocupados”), los españoles se mostraron muy preocupados por aspectos relativos a la salud y la seguridad (80% de los encuestados).

  1. Superar la pandemia exige un esfuerzo sin precedentes tanto del sector público como del privado

Para acelerar la recuperación y facilitar la transición a la nueva realidad económica en España será necesario un esfuerzo sin precedentes tanto por parte del sector público como del privado. Los grupos de interés pueden abordar este esfuerzo desde tres horizontes: supervivencia en el corto plazo (resiliencia), vuelta a una cierta normalidad y recuperación parcial del valor y empleo (retorno) y diseño y adaptación a una nueva realidad económica (reinvención). En cada una de estas etapas, las actuaciones de las empresas a título individual y de los sectores privado y público contribuirán a facilitar la recuperación económica.

La recuperación económica de España no va a ser fácil ni inmediata: la pandemia ha supuesto un impacto sin precedentes. Sin embargo, esta experiencia también podría representar una nueva oportunidad para crear valor en la nueva realidad económica al tiempo que protegemos la salud y el bienestar de las personas. Sabemos que el camino de regreso va a exigir un gran esfuerzo por parte de los sectores privado y público. Los líderes del sector público, tanto español como europeo, podrían, podrían reflexionar sobre la manera de articular el marco adecuado para que las iniciativas privadas prosperen y para que los empresarios puedan capear el temporal que se avecina.

De la misma manera que España logró salir de la recesión financiera, logrará superar este reto y reconstruir su economía. Nos esperan tiempos mejores.

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