Muchas veces nos llega información y sin leerla con mayor detalle la compartirmos. Sin saber que estaos contribuyendo a difundir fake news que crean pánico y desconcierto. Casi tan rápido como se propaga el virus, se propagan las noticias falsas. Las noticias falsas jamás aportan anda, más bien todo lo contrario. Pero cuando se trata de cuestiones sanitarias, es más grave aún ya que una noticia falsa puede impactar directamente en la salud de las personas. Por ejemplo, si circula información que ante cualquier síntoma nos traslademos a un hospital, cuando desde las entidades públicas están pidiendo todo lo contrario. Es por eso, que, en el contexto de la expansión a nivel mundial del nuevo coronavirus, cobra especial relevancia la necesidad de reconocer la información falsa y evitar su propagación en internet.
La semana pasada, publicamos un artículo con algunos consejos de la Fundación Gabo de Gabriel García Márquez para periodistas y medios de comunicación, con el objetivo de brindar claves para generar información confirmada y de calidad durante esta crisis. En esa misma línea, continuamos aportando ahora para generar lectores con espíritu crítico y capacidad de distinguir noticias falsas. Cuando nos preguntamos qué podemos hacer para colaborar ante la difícil situación que estamos atravesando, esta puede ser una respuesta. Además de quedarnos en casa, no contribuir a la paranoia colectiva y la desinformación.
En este sentido, UNESCO ha desarrollado el concepto de AMI o ‘Alfabetización Mediática e Informacional’. El mismo refiere a las competencias que un ciudadano debe tener (conocimientos, habilidades y aptitudes) para poder buscar, evaluar críticamente y utilizar el contenido de los medios de comunicación de manera apropiada. Unas habilidades que cobran especial relevancia a día de hoy, en el contexto de la pandemia por coronavirus y la propagación de informaciones no contrastadas relacionados con este virus que circulan por la red cada día.
El Curriculum AMI y el Marco de Competencias de la UNESCO combina dos áreas distintas – alfabetización mediática y alfabetización informacional – bajo el paraguas del término: Alfabetización Mediática e Informacional. UNESCO plantea que si logramos tener más cantidad de ‘ciudadanos AMI’ podríamos conseguir una sociedad mejor informada y alfabetizada en medios de comunicación para que cada persona se convierta en la mejor defensa contra la desinformación evitando negativas consecuencias de la desinformación. En esta publicación, UNESCO indica que, a través de una serie de acciones cotidianas, todos y todas podemos llegar a ser consumidores responsables de información:
Antes de reenviar cualquier noticia, en caso de tener alguna duda sobre la veracidad de la información, la recomendación no debes compartir. Antes puedes acudir siempre a fuentes fiables y no hacer caso de las cadenas de información o audios de WhatsApp. En cada país existen portales de referencia que pueden ayudar a los usuarios a informarse sobre esta epidemia y evitar difundir información falsa.
En nuestro país, existe la web de periodismo Maldita.es, que trabaja para desmentir las informaciones falsas publicadas en internet. Esta entidad también ha creado un espacio especial dedicado al coronavirus, donde recopila los bulos y ‘fake news’ que la organización ha identificado y desmentido en las últimas semanas.
Además, para realizar un seguimiento responsable de noticias sobre el coronavirus en España, estas son algunas de las webs oficiales de información recopiladas por Maldita.es, que pueden consultarse para obtener información verificada:
Los órganos de información pública, dada su ubicación geográfica y cultural, asumen un lugar sumamente importante. Ellos representan un sistema multifacético de flujo de información. Como institución, los órganos de información pública tienen funciones específicas que se espera que cumplan en las sociedades democráticas.
A nivel global, una fuente de información verificada recomendable es la Organización Mundial de la Salud, que ha habilitado un espacio en su página para resolver dudas sobre bulos que están circulando acerca del virus y su contagio.
Todos y todas podemos aportar nuestro granito de arena ante esta situación. Una sociedad sana es también aquella que está bien informada. Contribuyamos a lograrlo.