Antoni Ballabriga se centró en derribar algunos mitos que en su opinión planean sobre las finanzas sostenibles. Uno de ellos es que “la agenda sostenible pertenece a los Estados. La realidad es que las empresas también tenemos una responsabilidad enorme y, en concreto el sector financiero"-
El segundo es pensar que estamos ante una transformación “importante pero abordable, como siempre”. “Por contra, nos encontramos frente a un reto que nunca habíamos afrontado como humanidad. Nada va a ser igual. En diez años tenemos la oportunidad de hacer un cambio para el que no van a servir las recetas de siempre. Tendremos que repensarlo todo, desde cómo consumimos, cómo nos movemos, cómo trabajamos, cómo invertimos, etc” .
Considerar que esta transición gira en torno a la energía esel siguiente mito a derribar puesto que “ahora estamos hablando de agua, de movilidad, de inversiones que afectan a todos los sectores”. Al respecto, “de forma agregada, los Objetivos de Desarrollo Sostenible van a crear mercados por valor de 12.000 millones de dólares en 2030”, ha recordado Ballabriga. “En nuestro caso, en BBVA estamos comprometidos a alinearnos a los objetivos marcados en el Acuerdo de París porque además estamos convencidos de que la sostenibilidad es la mayor oportunidad de negocio para la banca en los próximos diez años”, ha explicado.
La falta de estándares de referencia para el sector financiero es el cuarto gran mito al que se ha referido. “Algo que no es real, como demuestran los pasos e iniciativas puestos en marcha de forma conjunta por el sector. Existe un conjunto de estándares, que podrán ser mejorables, pero que han permitido ordenar este sector, desde estándares en la emisión de bonos verdes, bonos sociables…y que han culminado en la firma de los Principios de Banca Responsable”.
El quinto mito tiene que ver con que “los inversores se interesan cada vez más por el desempeño de las empresas en sostenibilidad, pero todavía poco”. Al respecto, ha compartido los datos del Global Sustainable Investment Review de 2018, que recoge un crecimiento hasta los 30.000 millones de dólares en inversión sostenible el pasado año. “En BBVA, vemos día a día cómo crece el interés del inversor por entender cómo las compañías integran las oportunidades y riesgos en materia de sostenibilidad en sus modelos de negocio”, ha explicado.