Según Paco Garrido, coodinador de CEAR Madrid, con esta jornada se quiere "poner en valor el talento que pueden aportar las personas refugiadas que llegan a Madrid. Lejos de pensar en llegadas masivas nos encontramos con profesionales valiosos que han tenido que dejar su entorno y que pueden desarrollar su conocimiento en el país de acogida. La colaboración entre el sector social y la empresa redunda en la construcción de una sociedad más próspera y justa”.
A su vez, Begoña Arias, responsable de Inclusión de CEAR Madrid, ha recordado que “el empleo y la vivienda son claves para la inclusión social de cualquier persona, más en la situación de los refugiados”. Según Arias, la colaboración entre las empresas y las iniciativas innovadoras de la economía social es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El valor de la interculturalidad ha sido analizado por Noemí Mena, experta en Comunicación Intercultural y Migraciones de la Universidad Erasmus de Rotterdam que ha explicado que "la convivencia intercultural es uno de los grandes retos y oportunidades de la globalización, porque si estamos abiertos a conectar y a trabajar con personas de otras culturas estamos apostando por el potencial de la diversidad”. Además, Mena ha asegurado que “si las empresas apuestan por la capacitación en comunicación intercultural estamos invirtiendo en nuestro futuro profesional y en una sociedad plural”.
Durante la jornada, las compañías Alsea, BlaBlaCar, Carrefour y PAZ.AI han compartido su experiencia en la incorporación de personas solicitantes de protección internacional y refugiadas.
En el cado de Alsea, grupo de restauración que engloba a 11 importantes cadenas, colabora con CEAR desde hace cuatro años a través del proyecto 'En la línea de salida' de Starbucks. María Escribano, responsable de Sostenibilidad de la compañía asegura que "para nosotros es un programa que transforma vidas, en el que nos miramos todos de igual a igual, comprendiendo la dureza de las historias de vida de quienes tenemos delante, y que, desde el respeto, busca contribuir facilitando el inicio de una nueva vida en el país de acogida”.
Carrefour ha incorporado a través de CEAR a 120 personas refugiadas en sus establecimientos. María José Darriba, responsable de Selección de Empleo, y Raquel Peña, técnica de Selección y Formación de la empresa de distribución, animan a las empresas a conocer los proyectos que tiene CEAR en el ámbito de la gestión de personas porque “nos ayudan a incorporar talento a nuestras tiendas, mejora los equipos y generan orgullo de pertenencia en la plantilla”.
La startup social PAZ.AI que identifica talento refugiado, lo forma y lo pone en contacto con empresas tecnológicas a través de programas de competencias digitales. La fundadora y CEO, Leticia Galdón explica que su modelo se basa en cinco pilares: educación tecnológica, inmersión lingüística, apoyo legal, unidad de mentores y apoyo psicosocial: “Existe un gran talento refugiado en Europa que casa perfectamente con las necesidades de las empresas. Nuestra labor es tender un puente entre la crisis de refugiados y el sector tecnológico”.
Desde Blablacar, Itziar García, su directora de Comunicación para España y Portugal, ha comentado que "las empresas tecnológicas buscamos perfiles que cada vez son más disputados en el sector: desarrolladores, programadores, perfiles analíticos y técnicos. Además de cubrir una necesidad gracias a empleados cualificados, esta experiencia supone un impulso para la compañía en términos de motivación y de orgullo de pertenencia. Estamos muy satisfechos de los resultados en este primer proyecto piloto junto con PAZ.AI y animamos a las empresas tecnológicas a ampliar el foco en búsqueda de talento para ayudar a promover el talento refugiado”.
Del lado de las empresas sociales, Causas CEAR, Foret y Ephimera también han dado a conocer sus experiencias a la hora de incorporar personas refugiadas o demandantes de asilo en sus plantillas.
Causas CEAR crea empleo para personas que hayan pedido protección internacional, para ello dispone de 8 cocinas, de las cuales 3 en Sevilla, 2 en Madrid, 2 en Valencia y 1 en Málaga, que dan empleo a 39 personas, el 71% en condición de refugiados. Enrique León, coordinador de la empresa social explica “brindarles una nueva oportunidad de empleo hace que la persona sociabilice con sus compañeros de trabajo, se sienta integrada, parte de la sociedad y que el trabajo que desempeña se vea necesario y valorado”.
La experiencia de Foret, la empresa de jardinería y servicios auxiliares del Grupo Heliconia, ha sido contratar a 6 personas refugiadas a través de CEAR en lo que va de 2019. “Seguiremos dando oportunidades a personas refugiadas porque nos hacen mejores”, ha afirmado César Gómez, experto en emprendimiento y consultor socioambiental de la compañía.
Por último Ephimera, una empresa que crea modelos de negocio innovadores, ha contratado a 10 personas, inició la colaboración con CEAR solicitándole personal de hostelería para cubrir varios puestos de trabajo en el restaurante cantina de Medialab-Prado. María Álvarez, cofundadora de la compañía ha insistido en la necesidad de que las pymes dejen de tener miedo y se sumen a CEAR para la contratación de personas refugiadas.
Para clausurar el evento, se hizo una entrega de diplomas de agradecimiento a las 15 empresas que vienen colaborando durante estos años en la integración de personas refugiadas y solicitantes de protección internacional.