Al final de la concentración, las organizaciones Juventud por el Clima y Extinction Rebellion intentaron entregar la carta al embajador de Brasil en España, pero los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado se impusieron y el cuerpo diplomático tampoco quiso acoger la carta, entendiendo que de hacerlo reconocería la ilegalidad de estos actos y justificaría la concentración.
La carta que iba a ser entregada, fue enviada anteriormente por carta y por correo electrónico, en el que se insta al gobierno brasileño presidido por Jair Bolsonaro a actuar por la situación de la Amazonia, tanto ecológica como humanitaria, recordando que a día de hoy ya han ardido más de 500 mil hectáreas del pulmón del planeta y destaca también la vulneración del Estatuto de Roma, ratificado por Brasil en 2002.
Los colectivos declaran que: "La semana pasada la polícia nos permitió 20 minutos, hoy ya no deciden echarnos. La siguiente estaremos aún más. Y en septiembre todavía más. Y el 7 de octubre no nos moverán".