Las llamas están devorando al Amazonas, el pulmón verde del planeta. El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales brasileño ha registrado en este 2019 un aumento en los fuegos de alrededor de un 83% en comparación con el mismo período de 2018, Brasil sufre la peor oleada de incendios de los últimos siete años.
Desde el movimiento Fridays For Future aseguran que mientras se produce este desastre climático, los medios de comunicación han optado por permanecer en silencio. Además, recuerdan que al mismo tiempo que se publicaba el mes pasado el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que alertaba sobre la urgencia de actuar para combatir el colapso ambiental que se avecina, se produjeron incendios masivos en el Ártico.
La selva amazónica es la extensión de selva tropical más grande y con mayor biodiversidad del mundo. El movimiento estudiantil señala el doble impacto de los incendios forestales amazónicos: por un lado, la selva tropical representa un sumidero de carbono esencial que absorbe el CO2 de la atmósfera, pero por otro lado, al quemarlo libera grandes cantidades de gases de efecto invernadero, acelerando así el círculo vicioso del calentamiento global.
Juventud por el Clima denuncia que desde la presidencia de Jair Bolsonaro, los incendios forestales han aumentado continuamente, alimentados por las sequías, pero también debido a la terrible política ambiental del gobierno brasileño que percibe al Amazonas como una bolsa de dinero. La demanda global de productos brasileños o la firma de acuerdos comerciales como los de la UE con los estados de Mercosur causarán, según el movimiento, daños más graves a la Amazonía y a toda la agricultura sudamericana.
Ante la inacción política, el movimiento Fridays For Future convoca una huelga este 23 de agosto frente a las embajadas de Brasil en todo el mundo, manteniéndose unidos detrás de un objetivo común: expresar su consternación y enfado por las políticas del gobierno brasileño que aceleran enormemente la crisis climática. Instan también a los medios a cumplir con su responsabilidad y a dar a esta tragedia la cobertura que requiere y quién está detrás de ella.
Además exigen que se alineen con los 3 objetivos que Fridays for Future espera de todos los gobiernos: Mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1.5 ° C en comparación con los niveles preindustriales; Garantizar la justicia climática y la equidad y Escuchar lo que dicen los científicos sobre el tema.
El movimiento promueve la solidaridad con el pueblo de Brasil, especialmente las comunidades de primera línea y los pueblos indígenas, que son los más afectados por la destrucción de los bosques amazónicos. Pero insiste en que no es un problema local solo, sino un problema que tiene repercusiones globales y, por lo tanto, se dirigen a los políticos de todo el mundo para que tomen medidas y denuncien la destrucción de este ecosistema esencial.
Daniela Borges, del movimiento Fridays For Future de Brasil asegura que quieren un gobierno que reconozca la importancia de la naturaleza y que se comprometa a proteger sus mayores riquezas naturales. "Un gobierno que mantiene un estricto escrutinio contra las compañías que hacen mal uso de nuestros recursos naturales y que antepone los derechos de los pueblos indígenas”
Desde el movimiento en Italia, David Wicker explica que: “Las ganancias a corto plazo nunca deben prevalecer sobre las futuras pérdidas devastadoras de las generaciones presentes y futuras. Nuestros pulmones están en llamas. ¿Por qué no estamos haciendo nada para evitar que se conviertan en cenizas?”
Por último, Alejandro Martínez de Fridays For Future, España: "El Amazonas es uno de los pocos pulmones que sigue teniendo nuestro planeta, el cuál nos ayuda a seguir luchando contra la emergencia climática. Lo que estamos viendo no es un proceso natural, es el resultado de la acción del hombre, de las quemas provocadas para deforestar un terreno para así poder explotarlo economicamente. El gobierno de Brasil no ha actuado, ni tiene intención de hacerlo, antes está emergencia, que si no se combate dejará una cicatriz imborrable en uno de los lugares con mayor biodiversidad de nuestro planeta."