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El proyecto Mares Circulares de Cola-Cola en España lanzado en 2018, se centra en la limpieza de costas, el fomento del reciclaje y el impulso de la economía circular. Ayer tuvo lugar la presentación de la segunda edición de este proyecto donde la educación medioambiental y la cultura del reciclaje y los estudios científicos resultaron clave, especialmente en los jóvenes, para evitar nuevamente la contaminación de playas y mares. El siguiente paso que se está dando es reintegrar los materiales usados en el propio sistema de la compañía.

Ante el insostenible modelo económico lineal de producir, usar y tirar, Coca-Cola se ha propuesto un reto, limpiar playas y mares de las costas españolas y portuguesas de residuos, fomentar el reciclaje e impulsar la economía circular a través de su proyecto Mares Circulares que inicia ahora su segunda edición ampliando su radio de acción. Esta edición contará con más de 170 organizaciones públicas y privadas, así como de un comité de expertos.

Para inaugurar la segunda edición de Mares Circulares, Ana Gascón, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola en España aseguró que “este proyecto de alianzas está en evolución. Hay que seguir trabajando en el marco de la economía circular para garantizar la sostenibilidad futura de nuestros mares”. 

Gascón insistió en la urgencia de retirar los residuos de aquellos lugares en los que nunca debieron estar: las playas, las reservas marinas y el fondo de mares y océanos. Para ello, la compañía vuelve a tener el apoyo de tres organizaciones que llevan años implicadas en acciones de intervención directa para alcanzar el equilibrio y la sostenibilidad en los mares: la Asociación Chelonia, la Fundación Ecomar y la Asociación Vertidos Cero. Con esta red de actores, según Gascón, en 2018, se logró movilizar a 5.314 voluntarios para limpiar 82 playas de España y Portugal. 

Este proyecto tampoco hubiera sido posible sin la colaboración con Vertidos Cero y gracias a 70 barcos de cofradías pesqueras de 15 puertos de España y Portugal, en 2018 fueron 12, se extraerán residuos de las profundidades de los fondos marinos, en su mayoría plásticos. La tarea en el Atlántico será pescar envases y demás residuos por debajo de los 100 metros y en el Mediterráneo en cotas por debajo de los 80 metros. La directora de proyectos de Vertidos Cero, Estíbaliz López-Samaniego apuntó que “vamos a llegar a zonas que no son accesibles de otra manera. Los buceadores no pueden trabajar más allá de los 20 metros de profundidad”. 

Pero además de la limpieza de costas y mares, una de las actividades clave del proyecto es la sensibilización a miles de niños y adultos a través de charlas en colegios y ayuntamientos de 25 municipios de España y Portugal, así como en cinco fábricas de Coca-Cola en España. El objetivo de esta segunda edición es llegar a cifras similares a las de 2018, año en el que se formó y sensibilizó sobre la importancia de cuidar nuestro entorno a 18.269 personas.

El tercer paso de apostar por la economía circular, con la filosofía de que nada se pierde y todo se transforma, es reintegrar los materiales usados en el propio sistema de la compañía de este modo, al igual que en la primera campaña de Mares Circulares, los residuos recogidos se separarán y clasificarán para su posterior reciclaje y valorización. El material recogido que sea plástico PET, Coca-Cola en España lo reintegrará en su cadena de valor, ya sea en forma de nuevos envases o artículos de merchandising, dándole nuevos usos.

Por último, en esta edición se hace especial énfasis en la recopilación de datos científicos y a ponerse a disposición de los investigadores, con el objetivo de mejorar el conocimiento sobre el problema de la basura marina. Precisamente por ello la compañía apoyará tres estudios científicos de la Universidad de Valencia, la Universidad San Pablo CEU y la Universidad de Cádiz, que se suman a los otros tres realizados en 2018 en estas mismas instituciones académicas.  

Después de la intervención del equipo de Coca-Cola en España, conocimos a Luis y Rocío, dos miembros del proyecto PlasticFam, ganador de la primera edición. El proyecto de esta startup propone usar la vegetación marina (praderas de fanerógamas marinas) de la Bahía de Cádiz como barrera natural para evitar que el plástico llegue a las costas, si el experimento funciona se pretende replicar en el resto de costas. 

Además de la presentación del proyecto científico, también conocimos la marca sostenible, Doly, de zapatos hechos con residuos del mar, en la que su fudadora Olga Orellana dijo que "donde otros ven residuos, nosotros vemos materia prima". También añadió que su objetivo es sacar dos colecciones al año por que aseguró que: "Hemos entrado en una moda fácil en la que hay 20 colecciones al año, es una barbaridad". 

También asistió al evento, el presidente de la Cofradía de pescadores de El Hierro compartiendo la mágnifica labor de Vertidos Cero y su magnífica frase "Nuestro compromiso es con la vida, con el Planeta". 

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