El eje central del encuento fue, ¿Residuo o recurso? Repensar la economía del plástico y acelerar la transición hacia la circularidad de los envases. Antes, los residuos no eran más que desperdicios de las actividades humanas que debían ser apartados o escondidos, o no tenían ningún valor. Sin embargo, en estos últimos años, el reciclaje ha tomado un papel importante a nivel medioambiental, y ahora sí que se tienen en cuenta los residuos. Cada año aumenta la cantidad de ellos que acaban siendo reciclados como el papel, los plásticos, los bricks o el vidrio.
En el encuentro Circular Economy Summit en Madrid, se ha querido dar un paso más allá del reciclaje, un nuevo modelo, el de la economía circular, con la idea ecológica de las tres erres, reducir, reutilizar y reciclar. En el diálogo del evento participaron las principales organizaciones del tercer sector, responsables públicos y distintas empresas vinculadas.
Francois-Xavier Lacroix, General Manager de Aguas Danone España dió la bienvenida junto con Teresa Ribera, Ministra en funciones para la Transición Ecológica. Acto seguido, intervino Sander Defruyt, de la Fundación Ellen MacArthur, una de las organizaciones más importantes sobre Economía Circular a nivel internacional y se expuso un caso de éxito en España con Javier Goyeneche, Presidente y fundador de Ecoalf. Para finalizar el encuentro Pablo Sánchez, Managing Director de BLab Spain, habló de "Las mejores empresas para el mundo".
El periodista Iñaki Gabilondo fue elegido para moderar el evento y para presentar a los ponentes. En su primera intervención, lanzó un mensaje rotundo: nos equivocamos en la pregunta, la pregunta que deberíamos hacernos no es ¿Qué va a pasar? sino ¿Qué vamos hacer para que eso no ocurra?
Francois-Xavier Lacroix, General Manager de Aguas Danone España, arrancó el turno de ponencias con una calurosa bienvenida y un homenaje al objetivo de desarrollo sostenible 17 que reivindica las alianzas, y que según Lacroix, podría describirse como la iniciativa de sumar conocimiento, energía y recursos para cambiar las cosas. También añadió que fue todo un honor reunir en este encuentro a la Administración Pública, a las empresas, a los clientes, a los competidores, a los proveedores, a las ONG, a los think tanks, a los periodistas y a los artistas, con un único objetivo: acelerar la transición hacia un paradigma circular más respetuoso con las personas y el planeta.
Tras el agradecimiento de los asistentes, contó la historia de Danone, que nació en Barcelona en 1919, tras un centenario cumplido, ahora se encuentran en pleno balance. "Para la familia Danone han sido 100 años de aprendizaje continuo", explicó Lacroix, "en los que con menor o mayor acierto han intentado escuchar a sus consumidores y adaptar su propuesta de valor al competidor social", añadió.
Además, quiso rescatar tres momentos o hitos de Danone que ayudan a resumir el ejercicio de actualización permanente de la compañía. En primer lugar, fue en los años 70, cuando el presidente de aquel momento expreso su convicción de que el desarrollo económico sin desarrollo social era una barbaridad y que el desarrollo social sin desarrollo económico era una utopía. De esta idea nació el doble propósito social y económico de Danone.
El segundo momento fue en los años 90, cuando el nuevo CEO del grupo, el hijo del antiguo presidente, recuperó la misión original de la compañía, es decir aportar la salud a través de la alimentación. En coherencia con esta misión vendió todas las áreas de negocio que se alejaban de esa misión, es decir la mitad de la empresa. El tercer y último momento fue hace unos cuantos meses cuando el CEO actual sintetizó en una frase el impacto de la revolución alimentaria que está sacudiendo el sistema: "Cada vez que comemos y bebemos, votamos por el mundo en el que queremos vivir".
Lacroix aseguró que esta última frase es el: "Mantra que habla del poder de los ciudadanos, de los consumidores, de todos nosotros, para cambiar el mundo, cambiar las empresas con las decisiones de compra cotidianas". Esta revolución alimentaria supone un nuevo reto de adaptación al medio, que en el caso de Danone, han querido emprender con la ayuda de una aceleradora que se llama BCorp, líder de un movimiento que persigue introducir los objetivos de desarrollo sostenible en la cuenta de resultados de cualquier organización. Lacroix añadió que "es un movimiento que nos acerca a otras organizaciones como Ecoalf que comparten nuestro hambre de transformación y además, BCorp nos obliga a dar un propósito a cada una de nuestras marcas, y Lanjarón es un ejemplo de ellas".
Probablemente la transformación más ambiciosa que tiene Danone a corto plazo se llama Economía Circular, explicó Lacroix y añadió que: "Hablamos de un cambio de paradigma, de nuestra manera de hacer y producir. Una revolución industrial dirigida a reintroducir el residuo en el sistema productivo, limitando drásticamente su impacto en la naturaleza. Para afrontar este gran reto, contamos con la guía y la investigación de la Fundación Ellen MacArthur.
Para traducir esta vocación de circularidad en compromisos concretos, se expuso el ejemplo de Lanjarón. En 1982, fue la primera marca que saltó del PVC para pasar al PET. En 2010, introdujo el PET de origen vegetal y en 2009 lanzaron la primera botella con PET reciclado y ahora disponen de botellas con PET 100% reciclado. Para terminar, Lacroix afirmó que Lanjarón en 2025 será una marca 100% circular, es decir que todo su portafolio será de plástico 100% reciclado. La circularidad no se limita al diseño de un envase o de su sistema, explicó Lacroix, también incluye en su definición, un negocio inclusivo que ofrece una segunda oportunidad a personas en riesgo de exclusión social.