En el proyecto "Mares Circulares" lanzado por Coca-Cola han participado más de 170 ONG ambientales, organismos públicos y privados, acompañados todos ellos, por un comité asesor de expertos. Estos actores de transformación medioambiental se unieron para llevar a cabo una ambiciosa acción: recoger residuos de costas y mares, clasificarlos y reintegrarlos en la cadena de valor empresarial. Más allá de la acción de limpieza, clasificación y reutilización, se ha trabajado intensamente la parte de comunicación para sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de reciclar y promover la búsqueda de soluciones que frenen la contaminación de los océanos tanto desde el ámbito académico como del empresarial.
¿Cómo Mares Circulares estructuró la intervención de limpieza?
En detalle, las acciones de limpieza de las costas, reservas y fondos marinos que se llevaron a cabo entre mayo y diciembre de 2018 consiguieron limpiar 82 playas, de las cuales 76 fueron españolas y 6 portuguesas, gracias a la participación de 5.000 voluntarios.
Ana Gascón, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola en España, explica que: “Lo primero fue ocuparnos de lo más urgente: retirar los residuos de los lugares donde no los queríamos encontrar, es decir, de playas y entornos acuáticos”. En total, se recogieron 26.171 kilos de residuos en las 2.252 hectáreas intervenidas, los elementos más destacados fueron plásticos relacionados con la pesca como sogas, redes, sedales y la agricultura como tuberías de riego, láminas y plásticos de invernadero.
Además de las costas, Mares Circulares también contribuyó a la conservación de 10 reservas marinas de España que son dependientes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y de un entorno natural en Portugal: el Área Marina Protegida Isla de San Miguel. En estos lugares protegidos se recuperaron 8.364 kilos de residuos de procedencia muy diversa.
Por último para la limpieza de los fondos marinos, contaron con la ayuda de 70 barcos de cofradías pesqueras de 12 puertos de España y Portugal consiguiendo extraer 6.743 kilos de residuos marinos directamente de las profundidades que en su mayoría fueron plásticos. Posteriormente, las embarcaciones que fueron recuperando los residuos que se quedaban atrapados en sus redes durante la pesca se fueron almacenando en contenedores facilitados por la Asociación Vertidos Cero, a cargo de ellos tras los desembarcos.
¿Cómo la iniciativa ha sensibilizado y formado a la población sobre la contaminación de los mares?
“No se trata solo de realizar una acción puntual de recogida masiva de residuos, sino de que estos nunca se conviertan en tales, generando una cultura del reciclaje, sobre todo entre las generaciones más jóvenes”, subraya Gascón. Durante los meses de verano, se instalaron carpas sostenibles en 12 de las playas más concurridas de España y Portugal y se repartieron materiales formativos, a la vez que se celebraron talleres de reciclaje y economía circular para los más pequeños, mientras un reciclómetro instalado junto a un gran contenedor contabilizaba los envases de plástico PET que el público iba depositando tras su uso. En estas actividades en las que participaron 5.628 personas tuvieron la oportunidad de conocer los diferentes productos de uso común que se pueden fabricar a partir de envases de PET, como zapatillas deportivas, bañadores e incluso sillas.
Más allá de las playas, otros actos de divulgación y sensibilización tuvieron lugar en 23 municipios españoles y portugueses y en cinco fábricas de Coca-Cola en España, donde consiguieron un público de 9.736 jóvenes y 2.541 adultos.
¿Y qué pasa con la clasificación y reutilización después de la limpieza?
Coca-Cola España ha dado todo el protagonismo a la economía circular para promover la gestión de los residuos a través de los tres principios que defiende: reducción, reciclaje y reutilización. En esta primera edición Mares Circulares ha seguido los tres principios como detalla Ana Gascón: "Tras la recogida de los residuos de playas y entornos acuáticos, estos se han segregado y categorizado para su posterior reciclaje y valorización. En el caso del plástico PET, queremos incorporarlo en 2019 a la cadena de valor de nuestro negocio. ¿Cómo? Transformándolo en hilo o pellets con los que producir artículos de merchandising como, por ejemplo, bolsas de tela, dando una segunda vida a los envases".
En cuanto a la parte académica, Mares Circulares está contribuyendo a recoger datos científicos sobre los residuos marinos al aplicar, en la retirada y gestión de los residuos, la metodología estandarizada e internacionalmente aceptada de los Convenios de Barcelona y OSPAR para la protección del mar. Es una información que se pone a disposición de los expertos en bases de datos públicas y les permite avanzar en el conocimiento del impacto de la contaminación de los océanos. De hecho el proyecto de investigación está siendo respaldado por equipos de la Universidad de Valencia, la Universidad San Pablo CEU y la Universidad de Cádiz
"Mares Circulares es una iniciativa transparente de base científica para que todos los datos recabados de acuerdo a sistemas homologados nutran la mirada hacia el futuro de los investigadores y, entre todos, podamos llegar a soluciones", asegura Gascón.