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A través de su iniciativa Yo soy Frigo, busca candidatos que se identifiquen con los valores de la marca: respeto, responsabilidad, integridad y espíritu emprendedor. “Probablemente vender helados no será el empleo de su vida, pero sí les convierte en más empleables en el futuro”, explica Ana Palencia, directora de Comunicación y RSC de Unilever en España.

A raíz del lanzamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, el consejero delegado de Unilever, Paul Polman, convocó a una reunión a toda su ejecutiva mundial. El objetivo era ver de qué manera podía dar respuesta y que no se limitara solo al medio ambiente, sino incrementar su impacto social. Uno de los temas de los que se habló fue el desempleo juvenil, la gran lacra de este momento, especialmente en Europa. Puso en marcha un grupo de trabajo en el que participó el presidente de Unilever España, Jaime Aguilera. Y fue cuando se decidió que la marca a la que se iba a vincular la ayuda al desempleo juvenil iba a ser Frigo.

La iniciativa, con Aguilera a la cabeza, fue pilotada desde España y su modelo replicado a nivel mundial, en todos los países donde está presente. "La filosofía es intentar ayudar a nivel mundial a generar primeros puestos de trabajo. Aspiramos a que en 2020 hayamos logrado 100.000 en todo el mundo, al menos 10.000 en Europa y 3.000 en España", cuenta Ana Palencia.

La directora de Comunicación y RSC de Unilever en España explica que "pensando cómo hacerlo, decidimos vincular la venta del helado de una manera que no se estaba haciendo: en determinados espacios públicos, pero de forma oficial, con licencia. Es una oportunidad para jóvenes de 30 años que puedan vender helado en playas, conciertos de pueblos, etc. Luego había que ponerle nombre, queríamos crear un concepto inclusivo y que pudiera viajar por todo el mundo para que sirviera en cualquier país que quisiera implementar el proyecto. Y nació Yo soy Frigo, que con la marca incluye el corazón".

La búsqueda y captación de los jóvenes se hace a través de la web, donde los candidatos pueden apuntarse, y también en las bolsas de trabajo de los departamentos de Asuntos Sociales de los ayuntamientos donde existen los espacios propicios. "Porque, al final, para que esto siga, tenemos que generar negocio, lo que significa que los lugares elegidos deben ser adecuados", puntualiza Ana Palencia.

En cuanto a los requisitos de los candidatos, las exigencias son más personales que profesionales y es que deben identificarse con los valores de Unilever: respeto, responsabilidad, integridad y el espíritu emprendedor, "algo que perseguimos desde Frigo, porque al final no dejan de ser chicos y chicas que representan nuestra marca, van uniformados con nuestra marca, y sobre todo buscamos que tengan empatía, que sean dinámicos, con ganas de comerse el mundo", dice Palencia. 

En Unilever son  conscientes de que no va a ser un puesto de trabajo para toda la vida "pero sí queremos ilusionarles. Es una oportunidad para que en su currículum puedan incluir que han trabajado para una marca como es Frigo y además pretendemos capacitarles para que sean más empleables en el futuro, porque les estamos formando en técnicas de marketing, en cómo entender una cuenta de resultados, en gestionar stocks, etc.", añade Y muchos lo están consiguiendo. Ana Palencia cita un ejemplo: "el año pasado, cuando fuimos a hacer el acuerdo de colaboración con el ayuntamiento de Marbella, nos encontramos que una chica que había estado con nosotros no repetía porque la había contratado el propio ayuntamiento".

En definitiva, es una oportunidad de tener un primer empleo durante los meses de verano. Muchos están aún estudiando. Ahora, la compañía está analizando alternativas para que otros jóvenes que pueden estar en riesgo de exclusión social trabajen al menos desde marzo hasta octubre "y estamos trabajando para ver qué podemos hacer en esos cuatro meses que aún quedan, de noviembre a febrero, para encontrar un modelo que les permita vender helados durante todo el año.

A ello responde un programa iniciado el año pasado, Emprende con Frigo, y es crear un modelo de negocio de autoempleo, "que puedan llegar a adquirir una foodtruck, que ahora se están poniendo de moda, para que además de helados puedan vender otros productos y así asegurarse ingresos todo el año", añade Ana Palencia.

También el año pasado, se añadió un extra al programa Yo soy Frigo. Y es que la persona que vende el helado, se convierta a la vez en un agente medioambiental, repartiendo información de cómo hay que cuidar las playas. Para ello, se ha llegado a un acuerdo con la Fundación Biodiversidad del MAPAMA para hacer talleres y educar sobre la limpieza y el reciclaje en las playas. Estos "agentes de playa" se ocupan de animar a los usuarios de las playas a realizar buenas prácticas medioambientales, repartir conos para colillas, colocar mensajes simbólicos de concienciación, informar sobre actividades de regeneración y limpieza de flora y fauna de la zona, puesta en marcha de talleres de reciclaje para los más pequeños y en la venta y distribución de helados.

Y como guinda, cada año Unilever premia a los tres jóveneS que mejor responden a sus valores de RSC con una beca de estudios de 3.000 euros.

 

 

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