Frente a otras herramientas para desarrollar la responsabilidad social de las empresas, el Voluntariado Corporativo genera mayor rentabilidad e impacto social, puesto que parte de un círculo, entre la empresa y la comunidad en la que se ubica, a través de la colaboración con entidades sociales y de la participación de sus empleados, que se retroalimenta y reporta beneficios a todas las partes implicadas.
Lluis Romeu, presidente de la Asociación de Voluntarios “la Caixa” espera que su nuevo estatus de socio director incida en “la divulgación su acción, que estreche su contacto con grandes empresas referentes en el ámbito del Voluntariado Corporativo y que el intercambio de buenas prácticas y experiencias fomente la mejora”. Así mismo, Romeu valora muy positivamente el área de Innovación de Voluntare, que “proporciona información relevante sobre las tendencias actuales y futuras en esta modalidad de RSE”.
Por su parte, Begoña Barberá, responsable de Proyectos Sociales de Iberdrola, considera que “ser socio director es una gran oportunidad para compartir la amplia experiencia –de más de 12 años- de Iberdrola en voluntariado corporativo, con una implantación global y totalmente alineada con los ODS”. Barberá apunta que “también es importante reflexionar junto a otras empresas, referentes en este ámbito, sobre el camino que queda por recorrer y servir de ejemplo para otras organizaciones. Además de seguir trabajando para que el voluntariado corporativo tenga cada vez más beneficios en la sociedad, creando proyectos sostenibles y de gran impacto”.
La Asociación de Voluntarios de La Caixa está abierta a la participación de empleados, jubilados, prejubilados y clientes de la compañía, así como sus familiares y amigos, cuenta con una trayectoria de más de una década. En su actual planificación trianual, 2017-2019, han focalizado su acción en cinco líneas: pobreza infantil y exclusión social, salud y personas mayores, empleabilidad e inserción laboral, educación financiera y acción local diversa. Esta última en función de las necesidades sociales detectadas en cada territorio y no enmarcadas en los cuatro ejes anteriores. Y el programa de Voluntariado Corporativo de Iberdrola tiene como objetivo canalizar el espíritu solidario de los empleados del grupo Iberdrola y motivar su participación en proyectos sociales dirigidos a la integración de colectivos vulnerables, a la mejora del medio ambiente y al desarrollo sostenible en los territorios donde la empresa está presente.