Nuestro país es, junto con Hungría y Budapest, el que más empeora en el Índice de la Corrupción 2017 de Transparencia Internacional. En el conjunto de la Unión Europea, ocupa el puesto número 18 entre 28 países.

Según esta organización, las razones de esta caída son múltiples. Si bien reconoce que ka investigación policial ha sido eficaz y conseguido el descubrimiento de numerosos casos de corrupción, "la detección todavía es deficiente y muchos casos han quedado en la impunidad, entre otras cosas, por la falta de denuncias debido a la ausencia de protección a los denunciantes de corrupción".

En este índice se aprecia que España ocupa el puesto número 42 de la lista de 180 países analizados, con una puntuación de 57 sobre 100. Eso quiere decir que ocupa la posición más baja desde el año 2000 hasta la fecha. También es verdad que, como señalan en Transparencia Internacional España, las denuncias de los medios de comunicación y el relevante eco social y la atención prestada a los casos "han influido intensamente en la percepción ciudadana, generando un estado general de indignación". Esta organización cree que tanto el Gobierno como la clase política en general han fracasado a la hora de afrontar este problema y dar respuestas eficaces: "se han tomado medidas pero su implementación es deficiente en la mayoría de los casos y se avanza muy debilmente".

“Sigue habiendo muchas cosas que mejorar en España en la lucha contra la corrupción, y la alta alarma social y el hastío de los ciudadanos hace tan necesario como urgente que el Gobierno y la clase política consideren la corrupción como un asunto de Estado y de claro interés social”, ha dicho Jesús Lizcano, Presidente de Transparencia Internacional España durante la presentación del índice. “En este sentido, la tarea más urgente que tienen los Partidos y Grupos parlamentarios es colaborar para mejorar en todo lo posible y aprobar cuanto antes el proyecto de Ley omnibus contra la corrupción, con el amplio conjunto de nueve grandes leyes que van a poder así cambiar con este texto legal para combatir la corrupción”, ha añadido. 

En cuando a los datos globales, Nueva Zelanda y Dinamarca ocuparon el primer lugar en 2017 con puntuaciones de 89 y 88 respectivamente. Siria, Sudán del Sur y Somalia obtuvieron las puntuaciones más bajas con 14, 12 y 9 respectivamente. La región con mayores puntuaciones fue Europa occidental, con una puntuación promedio de 66. Las regiones con peores valoraciones fueron África subsahariana (puntuación media de 32) y Europa oriental y Asia central (puntuación media de 34). 

El índice, que clasifica 180 países y territorios según los niveles percibidos de corrupción en el sector público por expertos y empresarios de cada país, usa una escala de cero a 100, donde cero es altamente corrupto y 100 muy transparente. Este año, el índice muestra que más de dos tercios de los países obtuvieron puntuaciones por debajo de 50, con una puntuación media de 43.

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