En español se denomina "Accionistas para el cambio” y está compuesta por un conjunto de inversores europeos socialmente responsables, tiene como finalidad promover el activismo accionarial en temas como el cambio climático, los derechos laborales y la justicia tributaria.
El activismo accionarial es una práctica que consiste en activar el diálogo de los accionistas con las empresas para influir tanto en situaciones y prácticas controvertidas en las que las grandes empresas se ven envueltas en el corto plazo, como en general en sus políticas de sostenibilidad social y medio-ambiental a medio y largo plazo.
La red incorpora a un conjunto de entidades inversoras que representan activos por más de 22 mil millones de euros: Ecofi Investissements del Grupo Crédit Coopératif (Francia), Bank Für Kirche und Caritas eG (Alemania), Fair-Finance Vorsorgekasse (Austria), Meeschaert Asset Management (Francia), Etica Sgr del Grupo Banca Etica, la Fundación Fiare y a la Fondazione Finanza Etica.
“Nuestro objetivo es organizar acciones conjuntas en las empresas en las que queremos influir para incrementar nuestra capacidad de incidencia. Estamos planteando por ejemplo participar juntos en las Juntas Generales de accionistas, promover encuentros con las empresas o cualquier otro tipo de actividad que incremente nuestro compromiso accionarial” declara Andrea Baranes, presidente de Fundación Finanza Etica, que ha coordinado el lanzamiento de SFC.
Con ocasión de la fundación oficial de la red, sus miembros han firmado su propia Carta de Valores con directrices comunes en relación a temas sociales, ambientales y de gobierno. En este sentido, las actividades de SFC para 2018 se centrarán en temas de elusión y evasión fiscal.