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La profesora del Departamento de Dirección General y Estrategia de ESADE, Lisa Hehenberger, subraya que Europa necesita crecer de forma inteligente, sostenible e inclusiva, con el fin de desarrollar los fundamentos y los valores que nos unen como continente y como Unión Europea. Si buscamos un equilibrio entre el crecimiento económico y un impacto social y medioambiental positivo, ya no podemos seguir justificando un camino que opte por uno o por otro

El Grupo de Expertos de la Comisión Europea en Emprendimiento Social (GECES) ha publicado un informe con recomendaciones políticas concretas sobre cómo desarrollar un ecosistema que apoye y posibilite el establecimiento y el desarrollo de las empresas sociales más prometedoras. “Europa se enfrenta a unos desafíos económicos, sociales y medioambientales enormes, y necesita soluciones innovadoras para abordarlos. Las empresas sociales son instrumentos efectivos para desarrollar y ofrecer modelos de negocio que contengan una misión social”, ha señalado Lisa Hehenberger, profesora del Departamento de Dirección General y Estrategia de ESADE, quien ha liderado el grupo de trabajo dedicado a la mejora del acceso a la financiación del informe. La profesora Hehenberger ha sido miembro del GECES desde su fundación en 2012, en su capacidad de directora de investigación de la European Venture Philanthropy Association (EVPA). Este informe es una llamada a la acción a la Comisión Europea, a los gobiernos de los estados miembros de la UE y a las empresas sociales, y se ha presentado oficialmente hoy en el Congreso Internacional sobre Economía Social organizado bajo los auspicios de la Presidencia Eslovaca del Consejo Europeo en Bratislava.

“Necesitamos desarrollar nuevos modelos innovadores, que nos permitan crecer sin destruir el sistema de bienestar actual, garantizando el respeto mutuo y hacia nuestro entorno, así como la paz entre las personas y los países que tanto han luchado por lograrla. Por tanto, yo diría que Europa no tiene opción alguna de crecer de otro modo”, ha indicado la profesora Hehenberger.

Empresas sociales para apoyar la inclusión social y luchar contra la discriminación de género

“Existen varios modelos distintos de inclusión social. Algunos de ellos se centran especialmente en los empleados, procurando contratar a grupos de personas que de otro modo tendrían serias dificultades para encontrar trabajo, como los desempleados, los inmigrantes y las personas con discapacidades. Otros modelos se dirigen a los colectivos más vulnerables como los clientes o beneficiarios de sus programas. Un ejemplo en España es la Fundación Santa María la Real, que ha creado un modelo de impacto que busca reincorporar a las personas desempleadas a la actividad laboral. Desde 2013, con el apoyo de las administraciones públicas y del sector privado, esta fundación ha ofrecido 140 “lanzaderas de empleo” en 72 ciudades de 16 comunidades autónomas españolas, ayudando a más 3.000 personas desempleadas, con un índice de reinserción del 60-70 %. En su nueva fase de crecimiento, cuenta con una financiación de 17,6 millones de euros, 12,8 de ellos del Fondo Social Europeo”, ha señalado la profesora Hehenberger.

Además, Hehenberger ha observado que numerosas empresas sociales tiene la igualdad de género como objetivo principal y trabajan activamente para lograr su misión social. Y otro aspecto positivo de la empresa social en materia de igualdad de género es que la distancia entre el número de mujeres y hombres que son emprendedores fundadores es más reducida en los emprendimientos sociales que en los emprendimientos tradicionales. “Sin embargo, según un estudio reciente del Instituto de Innovación Social de ESADE, las mujeres emprendedoras sociales tienen más problemas para acceder a la financiación que los hombres. Parece, pues, que existe un gran potencial para luchar contra la discriminación de género a través de las empresas sociales, y tenemos que lograr que este proceso se active”, ha añadido. 

Una llamada a la acción a los responsables políticos para promover la economía social

Los responsables políticos pueden desempeñar un papel importante para promover la economía social. En el informe, el Grupo de Expertos de la Comisión Europea en Emprendimiento Social (GECES) ha identificado cuatro grandes ámbitos de actuación en este sentido: (1) incrementar la visibilidad y el reconocimiento de las empresas sociales; (2) incrementar el acceso a la financiación de las empresas sociales; (3) mejorar el marco legal, e (4) impulsar el desarrollo y el crecimiento a escala internacional. La profesora Lisa Hehenberger ha liderado el segundo grupo de trabajo –sobre acceso a la financiación–, el cual ha desarrollado tres grandes recomendaciones; (i) construir la capacidad de las empresas sociales, (ii) desbloquear y atraer más recursos financieros mejor adaptados a las empresas sociales, y (iii) utilizar fondos públicos para financiar directamente las empresas sociales, así como movilizar también la financiación privada. “El informe proporciona más detalles sobre cómo puede llevarse a la práctica todo ello, y también tiene para finalizar un paper sobre el tema, en que el grupo de trabajo proporciona numerosos ejemplos de buenas prácticas  y medidas muy concretas.”

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