"En Mitsubishi nos tomamos muy en serio el medio ambiente. Nuestro compromiso es reducir el impacto de nuestros coches en el entorno desarrollando tecnologías más limpias, como el i-MiEV, un vehículo completamente eléctrico o la tecnología ClearTec presente en muchos de nuestros vehículos que ya están reduciendo significativamente las emisiones de CO2", un eslógan que sigue presente en la web corporativa de Mitsubishi España. Pronto tendrán que cambiarlo: la compañía japonesa manipuló los test de emisiones de, al menos, 625.000 vehículos.
El presidente de Mitsubishi Motors, Tetsuro Aikawa, en una rueda de prensa en la sede en Tokio del Ministerio de Transporte, Infraestructura y Turismo, ha reconocido que la compañía japonesa "manipuló los test para presentar mejores rendimientos energéticos". Entre los vehículos afectados se encuentran algunos modelos construidos para su compatriota Nissan.
Con esta comparecencia del CEO de Mitsubishi Motors, las acciones de la compañía se han desplomado más de un 15% en la Bolsa de Tokio, tras anunciar esa convocatoria de prensa para explicar irregularidades en sus controles de emisiones contaminantes. Mitsubishi cerró con un descenso del 15,16%, que antes del final de sesión llegó a superar el 17%, lo que supone su mayor caída intradía desde julio de 2004.
Ya el pasado octubre, el Gobierno de Japón afirmó que ninguno de los principales fabricantes nacionales de automóviles había manipulado el software de control de emisiones contaminantes de sus vehículos, tras llevar a cabo una encuesta entre las empresas del sector.
Esta noticia evidencia una vez más que de poco sirve disponer de un departamento de RSE/RSC (Responsabilidad Social Empresarial/Corporativa) si ésta no se integra en la cultura corporativa de la organización.