El compromiso de la organización no solo es cumplir los objetivos sino hacer público su progreso cada año con datos verificados por un tercero independiente. Entre los objetivos destacan que el 100% de los lomos de atún de sus marcas tengan un origen responsable y sostenible; conseguir cero residuos en todas sus fábricas; reducir el consumo de agua, energía y las emisiones en un 10% por tonelada de producto producido o que al menos el 30% del Comité de Dirección de la empresa sean mujeres. La compañía está convencida de que es posible crear valor para la sociedad, para el planeta y para el negocio si su gestión integra la responsabilidad, la innovación y la excelencia.
Jordi Jaumá.- El pasado mes de diciembre se cerró en Madrid la Cumbre por el Clima (COP25), ¿qué le parecen los resultados?
Mané Calvo.- Me he guiado por las noticias que han salido en prensa, y me gustaría verlo desde un punto de vista positivo, aunque todo el mundo haya sido bastante negativo con el resultado. Lo más importante es que en los útimos cuatro o cinco años tanto en la sociedad española como en la comunidad científica se ha despertado un sentimiento de preocupación importante por el futuro de nuestro planeta. Que la sociedad haya despertado y que ya sea un punto en la agenda de prácticamente todo el mundo a día de hoy, me parece ilusionante.
JJ.- En los últimos dos años ha habido ese cambio de valores, sobre todo en el ámbito empresaria, ¿no?
MC.- Bueno, igual nosotros no somos entonces un ejemplo al respecto, llevamos desde el año 2009 en este cambio y fuimos pioneros en el ámbito de la pesca. Pero es verdad, que poco a poco, y año a año, la sociedad ha ido despertando.
JJ.- En parte este despertar tiene que ver con la regulación u obligatoriedad por parte de los estados para que las empresas transnacionales como la vuestra cumpla con ciertos requisitos.
MC.- Sí, pero como nosotros los hemos superado desde el inicio, modestamente nos consideramos de los más avanzados en temas de sostenibilidad, por lo menos en el mundo de la pesca.
JJ.- ¿Y qué es lo que hace Calvo para que su empresa se considere como una empresa sostenible?
MC.- Tomárnoslo muy en serio, la directora de Responsabilidad Social, Mariví Sánchez, está en el comité de dirección del grupo, lo cual esto significa que la Responsabilidad Social Empresarial está en el centro de la toma de decisiones, en lugar de ser un punto más de la agenda de los diferentes comités. En nuestro caso, hemos hecho unos planes de sostenibilidad con una auditoría externa porque confiamos en terceros para que revisen lo que nosotros estamos haciendo y creo que esto es un punto diferencial.
JJ.- Es fundamental también saber qué es lo que hacen sus proveedores y ustedes trabajan con gente que está en el Salvador, Brasil, también en Galicia. ¿Cómo gestionan a estos proveedores para saber si realmente hacen una labor responsable?
MC.- Precisamente, llevando un control, tenemos un código de conducta responsable de proveedores, para lo cual se les forma, es decir no se les deja a su libre albedrío sino que se les da una formación, se les dice los requerimientos mínimos que el Grupo Calvo necesita que sus proveedores cumplan. Lo hacemos de una forma proactiva, hemos optado por tomarnos el tiempo suficiente para ser más didácticos y coger a nuestros proveedores de siempre y decirles que el mundo ha cambiado y las cosas hay que hacerlas de manera distinta, por lo tanto la forma en la que queremos que tomes parte tiene que cambiar y damos tiempo para esa evolución, además de plantearles retos cumplibles. Les ayudamos a mejorar y esta parte es la más interesante.
JJ.- ¿Y los doce barcos que tienen ustedes? No debe de ser fácil implantar este tipo de códigos.
MC.- La implantación nunca es fácil, tienes que romper con reminiscencias del pasado, con formas de hacer más antiguas, pero una vez que coges la iniciativa y lo implantas, darle el seguimiento y la mejora continua es más fácil de lo que parece. En los barcos, lo que hemos hecho es implantar un sistema nuevo que se fija no solamente en la parte medioambiental de intentar ser cada vez más respetuosos con el medioambiente, sino que miramos también mucho la vertiente social, es decir que los tripulantes de nuestros barcos tengan su propio camarote, tengan unas condiciones de vida saludables, buena alimentación y seguridad a bordo.
JJ.- Es complicado gestionar una empresa cuando los canales de distribución son los que dominan el mercado. ¿Cómo afecta esto a su empresa?
M.C.- Nosotros tenemos la suerte de que la empresa de toda la vida ha tenido mucho interés y ha invertido mucho en mantener una marca, el tener una marca te obliga a gestionar tus barcos de una manera diferente porque te estás jugando tu propio nombre. Solo hay que ver las latas de conservas en nuestra propia marca que es nuestro apellido, por lo tanto tenemos que prestarle atención. Es cierto que las grandes empresas de distribución tienen mucho poder y todo te lleva a hacerlo todo siempre más barato, lo que te lleva a hacer marcas blancas o quitar ciertos requisitos de calidad, no solo la calidad del producto sino la calidad de las personas que están detrás. Nosotros tenemos la suerte de que al no basar nuestra estrategia en la marca blanca o en intentar ser el más barato del mercado, pues intentamos ofrecer al consumidor otro tipo de experiencia. Yo creo que tenemos un precio y tratamos nuestro producto con una relación calidad-precio adecuada.
JJ.- Las acciones sobre el océano están en el punto de mira de todas las organizaciones vinculadas con el medioambiente. ¿Qué hace el Grupo Calvo para minimizar su impacto en el océano?
MC.- Desde un punto de vista de medioambiente como biodiversidad, intentamos que nuestros barcos cumplan unas medidas mínimas como por ejemplo pertenecer a un FIP (Fishery Improvement Projects) que en el fondo son programas de mejora, hay varios tipos como el A, B, C. Nosotros siempre que una pesquería este dentro de un FIP A o B pues significa que podemos comprar ese pescado. Parte de nuestro pescado ya sea proveniente de nuestra flota y o del mercado, tiene que cumplir con los mismos estándares. Es evidente que validar los estándares para nosotros es más fácil con nuestra propia flota que con terceros pero al final son los mismos.
También a parte del FIP, nuestros barcos son todos APR (Atún de Pesca Responsable) validado por el AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación), lo cual significa que no solo se cumple con todas las recomendaciones y resoluciones de todas las organizaciones regionales de pesca sino que además se cumple con unos estándares sociales y de trabajo a bordo que cumplen también con todos los convenios de la OIT (Organización Internacional del Trabajo).
JJ.- En el último encuentro ‘Sustainable Brands’ presentaron su programa de sostenibilidad para 2025. ¿Cuáles son los principales objetivos de este plan?
MC.- Lo centramos en tres: océanos, personas y medioambiente. Son nuestros tres principales grupos de interés. Los proyectos en estos ámbitos van a ser evaluados anualmente por una autoridad independiente y son públicos.
JJ.- ¿Cuál es el propósito que se marca el Grupo Calvo de cara a los próximos años?
MC.- El haber tomado la decisión de estar muy presentes en todos los aspectos de la sostenibilidad y de cuidado del planeta, es una forma de innovar, no hay tantas empresas del mundo pesquero que estén al día de estos temas y que estén tan preocupados. Nuestro propósito al final es alimentar al mundo que cada día crece más, y hacerlo de una forma consecuente y responsable sin incidir negativamente en el medioambiente. A parte de un propósito es un reto importantísimo.