En el mundo del ciclismo profesional, pocas figuras son tan esenciales como la del gregario. Mientras que el líder de equipo es quien recibe los focos, las entrevistas y, en muchas ocasiones, los trofeos, el gregario es el cimiento silencioso sobre el que se construyen las victorias. Esta dinámica no es exclusiva del deporte; en el mundo empresarial ocurre lo mismo. Sin líderes y gregarios trabajando en sincronía, ninguna organización alcanzaría la meta.