Previo a 2018, reportar la información no financiera en nuestro país era una acción voluntaria por parte de las empresas, luego a partir de la sanción de la ley esto se ha convertido en una obligación. Si bien es cierto que es indispensable cumplir con la normativa, esto no tiene por qué ser un peso. Por el contrario, puede ser un impulso para que la compañía aproveche las oportunidades que encierra la elaboración de informes de sostenibilidad, tal como lo propone en una serie de oportunidades la Red Española del Pacto Mundial.