Piso a tope el pedal de freno y me quedo a solamente unos centímetros del coche de delante dejándome la mitad de mis neumáticos en el asfalto. A partir de aquí prácticamente no avanzamos, un enorme atasco trunca nuestros planes: a las 20.00 horas mi acompañante se dispone a coger un AVE dirección a Madrid. Hasta este momento todo parece relativamente normal. Las infraestructuras no tienen capacidad de absorber la sobreexplotación urbanística de la Costa del Sol, me comenta airosamente mi acompañante que ya daba por perdido el tren. A las 19.00 horas, y después de reflexionar sobre la huella irreparable que ha causado el urbanismo desenfrenado en la zona y los efectos futuros sobre el turismo,- los turistas no soportarán por mucho tiempo este tipo de situaciones, comentábamos,- nos disponemos a hacer gestiones vía teléfono para anular el billete del AVE.
19.15 horas: dos ambulancias intentan con poco éxito abrirse camino entre las hileras de coches. Dos líneas simétricas simulan desde el aire una cabalgata de hormigas que sin prácticamente movilidad avanzan escasos centímetros adelante y atrás buscando el espacio justo por el que las ambulancias puedan abrirse paso. La incógnita está resuelta: un accidente.
19.20 horas: entrada de un túnel. Permanecimos alrededor de media hora en un túnel de escasos metros con la correspondiente inhalación de aire que por lo menos podemos calificar de baja calidad ambiental. Después de que se hiciese público esta semana un informe sobre la calidad del aire en España y los efectos de estar sometidos a altas tasas de contaminación, no voy a contarle mi grata experiencia a mis colegas de Ecologistas en Acción porque seguro que establecen una relación directa de lo que suponen esos 30 minutos en mi esperanza de vida. Y después del túnel, ¡la luz!
A pocos metros vemos las señales de peaje, Cintra estaba cumpliendo con su principal responsabilidad: maximizar beneficios para sus accionistas. Sorprendentemente, y pido disculpas por todos los improperios y juicios de valor emitidos contra los ex alcaldes de Marbella, Estepona ……, el atasco no estaba motivado por la sobreexplotación urbanística sino por el control de peaje de la empresa concesionaria.
Pese a que algunas informaciones aparecidas en medios de comunicación recogen que a partir de una hora determinada CINTRA dejó de cobrar la tasa por la utilización forzosa de sus servicios ante una situación de clara emergencia social, yo les aseguro que tuve que introducir mi tarjeta de crédito para que la barrera de peaje de una de las autopistas más caras de toda España se levantase. Aquí se terminó la historia. La carretera estaba bastante despejada y tardamos solamente 25 minutos en llegar a Málaga. Según una noticia publicada este martes por el diario El País, Fomento dio orden a CINTRA a las 18.50 horas para que levantase la barrera, tras comprobar que los atascos alcanzaban los 40 kilómetros.
Después de varios avisos, súplicas, órdenes por parte del Ministerio, este mismo diario dice que la empresa levantó las barreras a las 19.50 horas. Imagino que durante este tiempo Cintra revisó su código de conducta para comprobar en qué artículo podía encajarse una medida así, contacto en varias ocasiones con la empresa madre, Ferrovial, para comprobar que esta medida es coherente con la política de RSE del Grupo y convocó al Comité de RSE para revisar su estrategia en casos como el planteado.
Esa misma noticia aparecida en el diario El País el 09/07/08, nos da cuenta de las graves consecuencias que este acontecimiento tendrá sobre la empresa: El Ministerio de Fomento aseguró ayer que la empresa concesionaria de la autopista de peaje de la Costa del Sol causó un "grave perjuicio a los ciudadanos" al desoír la orden de liberar la autopista y seguir cobrando a los vehículos que habían sido desviados allí tras el accidente que el lunes cortó la autovía A-7 a la altura de Mijas (Málaga). Sin embargo, este "grave perjuicio" quedará sin sanción, ya que el departamento que dirige Magdalena Álvarez se limitó ayer a amonestar a la concesionaria, Cintra, "para que en lo sucesivo actúe con más diligencia".
Espero no recibir ningún requerimiento del Ministerio para que reponga a CINTRA en la situación anterior y me solicite una indemnización por los graves perjuicios causados a la empresa motivados por la brusca frenada de mi vehículo, sería razonable y desde este momento asumo toda mi responsabilidad.