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Las transformaciones políticas, económicas y sociales han llegado a todos los rincones del mundo. La crisis económica, el ascenso del populismo y la creciente preocupación por el cambio climático están revolucionando el sistema de valores y prioridades. Nuevos panoramas comienzan a definirse y las tendencias en sostenibilidad marcan rumbo para navegar en este contexto incierto. Destacamos cinco claves que marcarán 2018 para las empresas responsables y conscientes

1. 2018, el año de la RSC – con el apoyo del big data

La sostenibilidad interesa –y mucho– a los grupos de interés. Sin ir más lejos, Larry Fink, el CEO de la mayor gestora de fondos del mundo, Blackrock, ha destacado en su tradicional carta a los directivos de grandes multinacionales el importante papel social de las empresas, dadas las altas expectativas de la sociedad respecto al sector privado. En 2018 entra en vigor en España la Directiva Europea de Información no Financiera, que obliga a las empresas de más de 500 empleados –entre otros requisitos– a reportar sobre sus avances en materia social, ética y medioambiental. Muchas de estas empresas ya tienen estrategias de RSC y sostenibilidad puestas en marcha, pero la exigencia legal que surge con la transposición de la Directiva supone un impulso enorme a la sostenibilidad empresarial.

Además, en 2017 Global Reporting Initiative (GRI) lanzó su nuevo marco de reporting, los estándares GRI, como evolución del anterior GRI G4. Los nuevos estándares facilitan el proceso de reporting para todo tipo de empresas e incluso impulsan la publicación de documentos por separado sobre temas críticos, por ejemplo, el consumo de agua o energía o las emisiones de CO2, temas que se pueden reportar bajo los estándares indicados para estos asuntos en GRI, con el objetivo de comunicar mejor su desempeño.

En el avance de la sostenibilidad también es clave la gestión del big data. Los datos se han convertido en los últimos años en un activo con cada vez más valor. En palabras del vicepresidente de la agencia de relaciones públicas Weber Shandwick, “ha llegado el momento de invertir de manera más profunda en la medición y análisis de datos para acelerar y escalar soluciones que lleven a un impacto sostenible y significativo para las personas de todo el mundo”. La recopilación y gestión de big data es una herramienta para monitorizar también el progreso en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En España, por ejemplo, la información geolocalizada se aplica a la medición de los niveles de contaminación en grandes ciudades. El big data abre una puerta en 2018 para el desarrollo de comunidades más sostenibles y seguras.

2. Las mujeres liderarán el desarrollo sostenible

Si hay una cuestión que, sin duda, será el centro del debate en 2018 es la diversidad y la igualdad de género. Las iniciativas por la igualdad y contra el acoso se dispararon en octubre de 2017, cuando a través del hashtag #metoo, cientos de miles de personas denunciaron a través de las redes sociales haber sufrido acoso sexual. La polémica ha llegado hasta Hollywood, con la campaña “Time’s Up” en la última entrega de los Globos de Oro a principios de enero de 2018. Este año es el momento para acabar con una brecha de desigualdad que alcanza el 32%, según el informe The Global Gender Gap Report 2017 del Foro Económico Mundial. O con la disparidad de oportunidades en el entorno laboral que es, a día de hoy, percibida como un obstáculo para un 37% de mujeres trabajadoras, según el informe Women in the Workplace 2017 de McKinsey.

La diversidad también juega un papel importante en la gestión empresarial. Como explican desde el Centre for Responsible Business de la Universidad de Berkeley, “la diversidad es un factor crítico para mejorar no sólo la calidad de liderazgo y de la toma de decisiones de una compañía sino también su desempeño financiero, medioambiental, social y de gobernanza y, finalmente, la sostenibilidad de la empresa”.

En este mismo sentido apunta el estudio Behind every Global Goal: Women leading the world to 2030, elaborado por la ONU, en el que se asegura que las mujeres tienen especial influencia a la hora de dirigir las agendas de sostenibilidad de las empresas que dirigen. Así, las organizaciones cuyas juntas directivas cuentan con la presencia de mujeres están más dispuestas a integrar los impactos del cambio climático a los modelos de negocio, con el desarrollo de productos más sostenibles y con la integración de energías renovables.

3. La posverdad transforma la comunicación corporativa

A pesar de que las nuevas tecnologías han permitido democratizar el acceso a la información, también han posibilitado que el proceso de comunicación sea mucho más horizontal y que, por lo tanto, cualquier persona pueda convertirse en emisor. Así, la saturación de canales informativos y la aceleración del proceso de difusión son el escenario perfecto para que las fake news, o noticias falsas sean capaces de llegar a todos los rincones del mundo en cuestión de minutos. Empresas como Facebook, Google y Twitter han experimentado ya el alcance que pueden tener este tipo de informaciones fraudulentas. Como consecuencia, han anunciado políticas que restringirán la aparición de anuncios en páginas web de noticias falsas.

De cara a 2018, será necesario aprender a navegar en esta incertidumbre que exige la verificación de la información, y comprender cómo la posverdad está transformando el mercado y los comportamientos de los clientes. Ante estos retos, es esencial que la comunicación corporativa sea capaz de formular respuestas rápidas y ágiles, capaces de contrarrestar los efectos que una noticia falsa o manipulada puede tener en la reputación de las organizaciones. En definitiva, en la inestabilidad que produce la posverdad, las organizaciones deberán contar con una narrativa coherente, sólida y que permita la resiliencia comunicacional. Transmitamos nuevos mapas de ruta donde el norte claro esté marcado por la responsabilidad en todas sus acciones, así como la agilidad y certeza de sus comunicaciones.

4. El año para frenar el cambio climático

“Vamos por un camino insostenible”, aseguraba, en 2017, la Alianza de Científicos Mundiales. Y los datos parecen avalar esta afirmación. Desde 1992, se ha reducido en un 26% la cantidad de agua dulce per cápita; existen un 29% menos de mamíferos, reptiles, anfibios, aves y peces; y se han incrementado un 75% las zonas muertas de los océanos. Estas son solo algunas cifras que demuestran el estado de la Tierra y la velocidad a la que avanza el cambio climático.

Uno de los efectos del calentamiento global que más se han podido notar en 2017 ha sido el aumento de la frecuencia y de la fuerza de los desastres naturales –que en septiembre de 2017 han provocado la pérdida de 33.000 empleos sólo en Estados Unidos, debido a los efectos de los huracanes Irma y Harvey–. Esta situación requiere la colaboración del sector privado con los gobiernos y otros agentes reguladores para poder mantener las condiciones de un mercado internacional que deberá ser cada vez más resiliente ante estos fenómenos.

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A pesar de los datos alarmantes, 2018 puede ser el año para pisar el freno del cambio climático y dar un paso atrás. Aunque parezca complicado, es posible revertir los efectos del calentamiento global. De hecho, se han registrado progresos en ámbitos como la reducción de productos químicos dañinos para la capa de ozono o la proliferación del uso de energías renovables. En España se prevé que el anteproyecto de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética esté listo este año, por lo que el debate en esta cuestión no ha hecho más que empezar.

5. La economía circular tendrá el protagonismo

Recuperar, redistribuir y rediseñar. En 2018, estas tres premisas de la economía circular tendrán más protagonismo que nunca en aquellas ciudades u organizaciones en busca de maneras alternativas de utilizar sus recursos de forma sostenible. Pero su implantación obliga a replantearse los modelos de producción, distribución y consumo predominantes hasta la actualidad. Para ello, la tecnología es un elemento clave. Apple es una de las compañías que han implementado soluciones tecnológicas para hacer más sostenibles sus procesos. Liam es el nombre del robot fabricado por el gigante tecnológico, capaz de desmontar teléfonos móviles descartados en la cadena de producción en 11 segundos y separar los componentes que puedan reutilizarse.

Para el mercado español, este nuevo modelo supone una oportunidad que no se puede dejar escapar. Según la Comisión Europea, cuando se apliquen las normativas vigentes en materia de residuos, podrían crearse aproximadamente 52.000 puestos de trabajo sólo en España. En este sentido, se ha comenzado la transformación hacia un sistema circular. De hecho, somos el cuarto país de la Unión Europea con un mayor número de pymes que practican la economía circular, un 85% del tejido empresarial, según el Eurobarómetro European SMEs and the Circular Economy.

Seguramente, con todos estos grandes temas, que son ya tendencias generales que afectan a gobiernos, empresas y sociedad en general, 2018 vendrá cargado de avances en sostenibilidad, igualdad y ética.

Claudina Caramuti, socia fundadora de CANVAS Estrategias Sostenibles

Fuente fotografías: unsplash.com

 

 

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