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La Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo celebrada en Sevilla cierra sus puertas con sabor a poco. Oxfam Intermón denuncia la falta de compromisos concretos por parte de los países más ricos y alerta de que el desarrollo sostenible sigue estancado, aunque celebra avances como el impulso a una fiscalidad más justa para los ultrarricos.
Más multimillonarios, menos desarrollo

La ciudad de Sevilla ha sido escenario de un encuentro clave para el futuro del desarrollo global. Sin embargo, la Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo ha dejado más sombras que luces, según ha denunciado Oxfam Intermón. La organización considera que el evento ha desaprovechado una oportunidad decisiva para replantear el sistema económico mundial y combatir la creciente desigualdad.

“El desarrollo ha descarrilado”, lamenta Franc Cortada, director general de Oxfam Intermón. “Mientras la riqueza extrema bate récords, cerca de la mitad de la población mundial vive en la pobreza. Hemos asistido a esta conferencia con la esperanza de impulsar compromisos ambiciosos, pero los países más ricos han esquivado su responsabilidad frente a la crisis de deuda que golpea a más de 3.000 millones de personas”.

Durante la cumbre, Oxfam Intermón presentó un informe alarmante: el 60% de los países de renta baja están al borde del colapso financiero, y sólo un 16% de los Objetivos de Desarrollo Sostenible están en vías de cumplimiento. En contraste, la última década ha visto nacer a 1.202 nuevos multimillonarios en todo el mundo.

A pesar del tono crítico, la ONG destaca dos iniciativas positivas surgidas del encuentro. Por un lado, la alianza entre España, Brasil y Sudáfrica —apoyada por Chile— para avanzar en una mayor tributación a las grandes fortunas, considerada por la entidad como una herramienta crucial para combatir la desigualdad. Por otro, la propuesta de crear un fondo internacional para sistemas de cuidados, liderada por Brasil, México y Colombia, con el respaldo de España y Naciones Unidas, que se perfila como una medida estratégica para reducir las brechas de género y fortalecer las economías del Sur Global.

Oxfam Intermón también ha sido tajante al señalar las causas estructurales que perpetúan la desigualdad: el debilitamiento de los impuestos a los más ricos y el creciente protagonismo del gran capital privado en la financiación del desarrollo. “Wall Street ha convertido la ayuda en negocio. Lo que se necesita es inversión pública en servicios universales, no depender del ánimo de lucro de unos pocos”, afirma Cortada.

La organización advierte que, cada hora, el Sur Global transfiere 30 millones de dólares al 1% más rico del Norte a través del sistema financiero. “Nos han hecho creer que el Norte da dinero al Sur, cuando en realidad ocurre lo contrario”, denuncia el director de Oxfam Intermón.

Además, la ONG lamenta el escaso espacio que ha tenido la sociedad civil en los debates. “Silenciar a las organizaciones sociales es debilitar la democracia y poner en cuestión la legitimidad del sistema multilateral”, ha afirmado Cortada.

Desde Oxfam Intermón insisten en que los discursos deben traducirse en políticas fiscales justas, reformas estructurales en la arquitectura de la deuda y un compromiso firme con la justicia climática y social. “Sevilla ha abierto una puerta, pero ahora toca cruzarla con decisión si de verdad queremos un futuro sostenible, democrático e inclusivo”, concluyen.

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